Tributo a Sabina – Ni Tan Joven, Ni Tan Viejo
Aunque vosotros no lo sabéis (algunos sí), para mi planificación se ha hecho esperar más de la cuenta mi crítica a este Tributo a Sabina, titulado Ni Tan Joven, Ni Tan Viejo, que parafrasea en mutación el título de una de mis canciones preferidas del poeta, por cierto ausente en la selección de 25 temas, y que, en mi opinión, tampoco le hace justicia del todo al conjunto por aquello de las similitudes formales con el ‘Ni Chicha, Ni Limoná’, de Víctor Jara. Entiéndase, pues, el título, como un guiño intergeneracional y, quizá, de eternidad creativa, por aquello de que gusta desde a los prepúberes como a los que andan en la plena senectud. Desde Guitarricadelafuente (21 años) a Joan Manuel Serrat (76 años). Y en medio de ellos, cantantes y autores melódicos, canallas y canallitas (que no es lo mismo), rockeros, más poetas, poperos con y sin botas de cuero… todos conversos a versos a la religión de Joaquín Sabina. Es más fácil encontrar rosas en el mar (ausencia destacada que nos robó la salud) que discutirle la imponente colección de canciones de Sabina, que da para otros dos discos como este y, para los que le apreciamos, hasta un tercero. Tampoco será cuestión de ponerse a repasar nombres que nos gustarían (cada cual tendrá los suyos) como si fuera una concreción del pasodoble de amigos ausentes (Sí recuerdo que bandas de rock como Porretas o Benito Kamelas hicieron hace años sus versiones). La crítica va, rasa y al pie, comentando impresiones individuales de cada una de las 25 canciones. Y no pido perdón porque ya no le importa.
Fito & Fitipaldis y Coque Malla – Ruido: Buen inicio para el tributo. Coque Malla (de cuyo libro hablaré la semana que viene), junto a su hermano Miguel, ‘refrescan’ y le quitan previsibilidad al conocido sonido de Cabrales y Raya. Además, repite ejercicio de contención como ya hiciera con Ferreiro en ‘Me Dejó Marchar’ para que el crescendo se viva de manera más efectiva. En cuanto a Fito, es de agradecer que aquí su interpretación vocal no arriesgue tanto como en el ’20 de Abril’ de Celtas Cortos, también reciente. La coda rumbera final se sostiene en el rock y el club.
Alejandro Sanz – Contigo: Las personas asiduas a esta casa saben que aquí a Alejandro Sanz se le respeta de manera cabal. En ‘Contigo’ hace una muesca más del difícil arte de ofrecer una interpretación vocal a caballo entre la perfección y la primera toma. El tema, de una aparente sencillez, está repleto de arreglos en cada uno de los versos, sea piano, bastante urbanita, como mandan los cánones sabinianos, contrabajo o la orquesta filarmónica de Praga. Una de las mejores canciones de amor de nuestro idioma cantada por el mayor símbolo de canción romántica del país en los últimos 25 años.
Amaral y Manolo García – Con La Frente Marchita: Cuesta entrar en ella pero cuando se le coge el punto acaba siendo una de las canciones a las que volver una y otra vez. La combinación, que a priori nos puede hacer usar el icono de la duda, resulta fantástica porque el vibrato constante e infalible de Eva Amaral casa a la perfección con los melismas contenidos de García, con esa particular forma de cantar que parece llorar las palabras. En términos generales, se respira un intenso respeto por todas las partes.
Bunbury – Donde Habita El Olvido: Lo comenté en twitter en el mes de agosto. Siempre vi una conexión extraña (impresión totalmente personal) entre ‘Lejos de la Tristeza’ y esta canción (ambas de discos publicados en 1999). Historias de desgaste y de rechazo. Enrique opta por llevarla justo a esos años. A un punto intermedio entre Radical Sonora y Pequeño. Un eslabón perdido donde las programaciones del primero se mezclan con los arabescos del segundo. Puede ser arriesgada pero considero que no tiene la menor fisura y, lo que es más importante, abre otra dimensión a una canción que se pone en valor gracias a su presencia. Era justo y necesario.
Leiva – El Caso de la Rubia Platino: En su punto más álgido de popularidad, Leiva revisita de nuevo (ya lo hizo con Pereza) un tema que siempre ha destilado, Stivel mediante, hechuras stonianas. Peces de ciudad en el agua, aquí los arreglos son mucho más ambiciosos, como el arrope. Una dosis extra de glamour y fanfarria a las maneras de Risi y Cifuentes que, curiosamente, se vuelve a quedar corta en su desarrollo, acortándola en más de 40 segundos. Es su único pero, no poder disfrutar más de una banda donde encontramos una notabilísima banda con César Pop, Juancho Sidecars o José Bruno.
Pablo Alborán y Pablo López – Peces de Ciudad: Aquí ocurre todo lo contrario. Se les va de mano. Alumnos aventajados y contemporáneos del protagonista de la segunda versión, el dúo de Pablos le da un aura de urgencia final al tema, aunque se pierden un tanto en algunos preciosismos prescindibles. Y, a la postre, la canción la salva la garra conocida a Pablo López, mucho más creíble e inspirado que su tocayo… y también más acertado que él mismo, en su segunda aparición en este doble álbum.
Robe – Calle Melancolía: Segundo acierto en mi predicción. Cuando se conoció la participación de Roberto Iniesta me preguntaron, ¿qué tema?, respondí: si Extremoduro ya recorrió Calle Esperanza S/N, por qué no Calle Melancolía. Bingo. Solemne, Robe da una lección de muchas cosas versionando a un tipo que de alguna manera lo despreció en su momento, llamando a Extremoduro “heavy con ladillas”. Hablamos de él en mi primera entrevista con Robe, a vueltas con el tema de la voz. No olvidaré su respuesta, que decidí no reproducir en aquel momento. Iniesta también regala una sorpresa ‘a los suyos’ endureciendo con Woody Amores de Sínkope (guitarrista, también extremeño, como toda su banda) el sonido de sus canciones en solitario. Otro regalo, el guiño localista de ‘cigarrino’ en lugar de ‘cigarrillo’ (mutilado en el libreto –no lo estará lo de Estopa-, como también lo está el nombre de Lorenzo González, autor de los coros). Ya es inmortal.
Manuel Carrasco – La Canción Más Hermosa del Mundo: No me cae mal el onubense, al que considero mucho mejor músico que ‘el saco’ en el que se le puede encuadrar. Además, sale indemne, quizá por ello reforzado, de enfrentarse a uno de los temas más poderosos y personales del cancionero de Sabina. Un ejercicio en el que no sacarán tan buena nota ni Erentxun ni Tarque & Stivel, como veremos. La manera de arrastrar las palabras en el tempo del fraseo es majestuosa y acertada, aumentando la sensibilidad de un tema que es la autobiografía de otro. No mejora la original, pero se deja querer mucho.
Travis Birds y Benjamín Prado – 19 Días y 500 Noches Después: La joya de la corona que podría haber alcanzado un nivel muy superior con un par de estrofas más. Tiene todo. En primer lugar, la idea. Que el despecho de la canción que llevó a Sabina a sonar en todas las discotecas y pubs del país, relanzando su carrera a nuevas generaciones tuviera la respuesta de la otra persona implicada. Pero, claro, eso hay que hacerlo muy bien y Prado lo hace. Pero es que la interpretación de Birds, que sostiene con elegancia la rumba en una narración descreída y desencantada. La guitarra de Javier Limón, productor de moda en los mismos años que Stivel (como ahora Refree, por ejemplo), también es un punto a tener en cuenta.
Niño de Elche y Guitarricadelafuente – Cerrado Por Derribo: Con Niño de Elche sufro la bipolaridad crítica más acusada que haya tenido nunca. O amo lo que hace o lo detesto. Adoro su colaboración con Josele Santiago, su trabajo junto a Toundra en Exquirla, su disco colombiano, su cameo con C Tangana en ‘Veneno’… Pero no soporto sus ínfulas arrogantes (hablo solo de interpretación) que tiene también en otros discos o, por ejemplo, con Jota y Planetas en Fuerza Nueva. ¿Cara o cruz? Cara. Me gusta como le da un puntito de jondura a otra rumba de Sabina, con un Guitarricadelafuente que no desentona refrescando en el tono el conjunto más bien apesadumbrado.
Dani Martín y Zahara – Y Sin Embargo Te Quiero / Y Sin Embargo: Tal y como venía haciendo Sabina en sus directos desde la gira del 19 Días, optan por juntar la archiconocida copla con la hermana siamesa de ‘Contigo’. Zahara sigue en su cohete espacial, aquí al ralentí, llevándose el drama a un terreno etéreo en el que se mueve con soltura y elegancia. Dani Martín demuestra su evolución como intérprete, aunque creo que la elección de la canción no termine de beneficiarle. Entre unas cosas y otras, acaba situando a la versión en la parte baja del conjunto. Un resultado final que hubiese sido mejor con mayor protagonismo en la mezcla de un superclase al bajo como Candy Caramelo, que brilla cuando le dejan escucharse.
Joan Manuel Serrat y Rozalén – A La Orilla de la Chimenea: Regalo para Rozalén el poder cantar con un símbolo de la canción de autor como Serrat. Dos personajes que caen simpáticos y que se toman como un divertido juego el tema. Hay momentos en los que en el paso del tiempo beneficia a la hora de interpretar canciones, reforzando virtudes. Sin embargo, la forma de cantar de Serrat acusa ya los años. Es un hecho objetivo que su manera de llorar y hacer vibrar la garganta no sostiene la fuerza como antaño y hace que algunas palabras queden sostenidas en un fino hilo vocal. Por eso hay que valorarlo de otra manera. Frente a ello, el lirismo de Rozalén como contrapunto inteligente, firme e infalible.
Los Rodríguez – Princesa: Ya lo cantaba Loquillo, qué difícil ser humilde cuando uno es tan grande. La unión de Calamaro, Ariel Rot y Germán Vilella en la resurrección de Los Rodríguez fue lo más celebrado del anuncio previo a la publicación del disco, tal y como resaltó en exclusiva Efe Eme. Hay mucho de simbolismo, si tenemos en cuenta que la gira de despedida de la banda fue teloneando a Sabina. El caso es que se marcan una versión del tema que casi parece hecha ‘al tran tran’, porque lo hacen tan bien que les suena descaradamente fácil. Un Calamaro que siempre ha sabido qué postura vocal darle a cada tema y un Rot siempre certero en su guitarra. Es un viaje al pasado, pero con la sabiduría de diablo del presente.
Vanesa Martín – Yo También Sé Jugarme La Boca: Si hay alguien que podría haber representado el ausente cancionero humorístico de Sabina en este disco ese era Javier Krahe. Mi tocayo, considero, se puede sentir representado con este tema. No por lo hilarante, sino por el elegante bamboleo constante, especialmente bello en el inicio, con ese sonido desnudo que se antoja a trampantojo de contrabajo. Uno tiembla cuando entran las programaciones de manera más corpórea en la segunda parte, pero el tema lo aguanta y la convierte en una de las mejores.
Melendi – Amor Se Llama El Juego: Con todo lo que ha llovido sobre el personaje es difícil no sumarse a la crítica destructiva. En mi opinión no es una mala versión o, dicho de otra manera, es la mejor versión que él podría hacer. No es un virtuoso del canto, como tampoco lo es Sabina, y viene a poner esa necesaria presencia de la voz fea en un disco de voces bonitas. El esfuerzo da como resultado un tema que gana en agilidad y en la soltura de lastre, con unos coros (quizá el principal acierto) en el estribillo que le da mayor fulgor. Esta vez no hay que hacer leña.
Pablo López – Quién Me Ha Robado El Mes De Abril: Esperaba muchísimo más de ella. O, por lo menos, que igualara las prestaciones de ‘Peces de Ciudad’. La versión se mueve en un terreno demodé bastante anquilosado, desnaturalizando el texto de Sabina entre tanto artificio ampuloso. Quizá lo más destacado sea el sobresalto del interludio, en el que escuchamos recitar aquello de “si me tocó bailar con la más fea, viví para cantarlo”, de ‘Lágrimas de Mármol’. Una ocasión perdida para un intérprete que es capaz de hacer llorar en cada una de las veces que me lleva a ‘El Patio’.
Estopa – Pacto Entre Caballeros: Si alguien nos dice que Estopa va a participar en el tributo a Sabina, la apuesta más fácil y directa era Pacto Entre Caballeros y no, no se han salido del guión. El principal reproche que le puedo hacer a su revisión es el tratamiento que se le ha hecho a las voces de Jose y David, demasiado ‘metálicas’, cuando todos tenemos en mente la imponente revisión furibunda que Sabina hizo en el directo Nos Sobran Los Motivos. También le hubiera metido más desbarre a la coda del “mucha policía”, algo que a ellos nunca se le ha dado mal, como demostraran en ‘Pastillas de Freno’ o en ‘Partiendo La Pana’. El texto sí recoge la variación de la letra con aquello de “te pareces al de Estopa, ese que canta”. Reconforta saber que quienes escribieron ‘Mi Primera Cana’ están presentes. Nobleza obligaba.
M-Clan y Alejo Stivel: A Mis Cuarenta y Diez: Todos lo sabemos. Pasa con las obras de arte, con las canciones, con las películas y, por supuesto, con las personas. Hay cosas que pueden ser perfectas, intachables, pero no emocionarnos igual que algo con reconocibles defectos. Entiendo que Alejo y Carlos Tarque eligieran este tema. Stivel por el trabajo que hizo en su día como productor y gestor del imprescindible 19 Días y 500 Noches y Tarque porque el pasado septiembre cumplió esos 50. Y mira que las guitarras de Kanevsky y Ruipérez son maravillosas, pero esta canción tiene un halo tan personal, de testamento apócrifo, que en ningún momento terminamos ‘de entrar’ en el tema.
Ismael Serrano y Funambulista – Eclipse de Mar: Pocos artistas tienen un universo y una sonoridad tan propia como Ismael Serrano, así que la decisión de contar con Funambulista me parece un acierto, por desterrar la previsibilidad. Eso sí, cuando canta Serrano nos quedaríamos colgados de su voz y esa excepcional manera de contar y narrar. Diego Cantero, por su parte, aporta juventud, una dosis de novedad y también una sabia manera de impostar y llevarse a extremos más poperos la canción. Funambulista siempre tendrá conmigo el as de picas en la manga, por haberle compuesto ‘Igual (Loco Por Cantar)’ a Raphael.
Marwan y Kany García – Nos Sobran Los Motivos: Está claro que no es la única mujer en el disco, pero sí es cierto que la participación de la puertorriqueña Kany García en este tema es la que más me lleva al Entre Todas Las Mujeres. Será por su descarada anabelización. Marwan forma parte de esa nueva hornada de autores-poetas-cantores, aunque no he conectado con su obra casi nunca. Aquí se mantiene en un papel sobrio y discreto, que es tan solvente como plano, dejando el protagonismo a su compañera en un loable ejercicio de generosidad. Para terminar, tampoco creo del todo atinado que, estando ‘Cerrado Por Derribo’, se incluya su evolución, habiendo quedado tanto fuera.
Mikel Erentxun y Rufus T. Firefly – Lo Niego Todo: Sí. Uno de los más polémicos (¿el que más?) de la lista. Veamos. El original tiene el mismo problema que los temas de Alejo y Tarque y el de Manuel Carrasco. Son las más autobiográficas y directas de Sabina en esta selección. Cantarlas ya de por sí es una tarea para valientes. Pero, claro, si a una canción de clarísima inspiración americana y dylaniana, te la llevas como un reto al territorio fantástico y circense de The Beatles gracias a unos Rufus T. Firefly que cumplen la misión encomendada, pues… pasa lo que pasa. Que das la nota, aunque te entiendan la intención. Hecho el acto, tampoco es necesario tomarlo como una afrenta, sino como una mala jugada. Quizá no era el sitio.
Rubén Pozo y Lichis – Pongamos Que Hablo De Madrid: Una de las grandes perjudicadas de la lista, por su ubicación en el disco. Y sí, el orden importa. Objetivamente, es evidente que en el último cuarto de los 25 temas se incluyen a los artistas menos populares o a los raritos –entiéndase el término-. Sin embargo, Pozo y Lichis, junto a Eceiza, Patillas y Marijuán, suena a una banda tocando en directo uno de los símbolos más poderosos. Con una crudeza instrumental que emociona cada vez más, hasta explotar en un desarrollo de solos maravilloso. Estruendo para la ciudad gris. ¿Acaso no se trataba de ello? Matrícula de honor.
Macaco y Carlos Sadness – Ganas De…: Sin mala intención, siempre le he dicho a Macaco que coja su nave y se vuelva a su planeta. Se juntan Marta y sus pollos. El tropical Carlos Sadness le hace de lugarteniente para deambular flotando en una humareda de buenrollismo el ‘Ganas De…’ despojado de toda su querencia bluesera. No les voy a negar que consiguen olvidar la original pero, personalmente, se me hace bastante soporífera.
Andrés Suárez y Elvira Sastre – Una Canción Para La Magdalena: Mucho de proporcionalidad tiene la participación de Elvira Sastre, recitando, como lo hiciera Prado en el primer disco. Si allí canta una mujer, aquí lo hace un hombre. La buena interpretación de Suárez queda realzada por unos arreglos de cuerda tan sugerentes como certeros. También por esa guitarra española de Toni Brunet, que brilla antes del segundo recitado. Muy notable cierre antes del aquelarre colectivo final.
Varios – Y Nos Dieron Las Diez: Como en ‘Cien Gaviotas’ o ‘Déjame’ en los sendos tributos a Duncan Dhu y Los Secretos, Y Nos Dieron Las Diez ejerce de tema coral, con la participación de 14 vocalistas ya presentes, además de Mara Barros y los coros de Antonio García de Diego y Pancho Varona. Un brindis colectivo sin más pretensión que celebrar la unión provocada por Joaquín Sabina.
Lista de canciones – tracklist:
Disco 1:
- Ruido (Fito y Fitipaldis y Coque Malla)
- Contigo (Alejandro Sanz)
- Con La Frente Marchita (Amaral y Manolo García)
- Donde Habita El Olvido (Bunbury)
- El Caso De La Rubia Platino (Leiva)
- Peces De Ciudad (Pablo Alborán y Pablo López)
- Calle Melancolía (Robe)
- La Canción Más Hermosa Del Mundo (Manuel Carrasco)
- 19 Días y 500 Noches Después (Travis Birds y Benjamín Prado)
- Cerrado Por Derribo (Niño de Elche y Guitarricadelafuente)
- Y Sin Embargo Te Quiero / Y Sin Embargo (Dani Martín y Zahara)
- A La Orilla De La Chimenea (Joan Manuel Serrat y Rozalén)
Disco 2:
- Princesa (Los Rodríguez)
- Yo También Sé Jugarme La Boca (Vanesa Martín)
- Amor Se Llama El Juego (Melendi)
- Quién Me Ha Robado El Mes De Abril (Pablo López)
- Pacto Entre Caballeros (Estopa)
- A Mis Cuarenta y Diez (M Clan y Alejo Stivel)
- Eclipse De Mar (Ismael Serrano y Funambulista)
- Nos Sobran Los Motivos (Marwan y Kany García)
- Lo Niego Todo (Mikel Erentxun y Rufus T. Firefly)
- Pongamos Que Hablo De Madrid (Rubén Pozo y Lichis)
- Ganas De… (Macaco y Carlos Sadness)
- Una Canción Para La Magdalena (Andrés Suárez y Elvira Sastre)
- Y Nos Dieron Las Diez (Varios)
Publicado el enero 9, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en Alejandro Sanz, Alejo Stivel, Amaral, Bunbury, Carlos Sadness, Coque Malla, Críticas Discos, Dani Martin, Estopa, Fito Cabrales, Fito y Fitipaldis, Ismael Serrano, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Leiva, Lichis, Los Rodríguez, M-Clan, Macaco, Manolo García, Melendi, Mikel Erentxun, Ni Tan Joven Ni Tan Viejo, Niño de Elche, Robe, Rozalén, Ruben Pozo, Rufus T Firefly, Tributo a Sabina, Zahara. Guarda el enlace permanente. 12 comentarios.
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