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Red Wine – Sueños y Locura (2003)
En más de una ocasión hemos hecho referencia al segundo momento ‘de dulce’ (si contamos al de Barón Rojo y Obús como el primero) que vivió el heavy metal entre la salida del pasado milenio y la entrada del siguiente. Nombres como Mägo de Oz (en sus mejores años), Avalanch (con y sin Víctor), WarCry, Tierra Santa, Ankhara, Saratoga (y el spin off de Leo con Stravaganzza), Muro (y su posterior Silver Fist), Lujuria, Sphinx, Azrael, Saurom (todavía con Lamderth), Ópera Magna… Incluso delfines como Beethoven R, Ars Amandi, Ánima Sola, Adgar, Darna, Áspid, Cuatro Gatos, Dragonfly… Todos ellos vivieron en esos tiempos un periodo realmente esplendoroso, más si cabe si se establecen comparaciones con todo lo que vendría después. A esa vorágine creativa se sumaba desde La Rioja (cuna por excelencia de Tierra Santa, referentes absolutos) esta formación de nombre anglosajón con el que pretendían subrayar precisamente eso, el pertenecer a tierra de vinos… Vino Rojo. Pero tras unos escarceos… acabaron cantando en castellano. El caso es que por una serie de motivos siempre fueron una suerte de ‘patito feo’ del género, sin lugar nunca a engancharse del todo a esa estela, pese a que tuvieron bastantes oportunidades y, por qué no, también buenas canciones. Quizá les penalizó haber querido correr demasiado, puesto que este Sueños y Locura fue su tercer disco en tres años, tras debutar con el renombrado Hijos Del Despertar (se llamaba Red Wine) en 2001 y lanzar El Fin De Los Tiempos en 2002. El volumen que nos ocupa fue su cénit, puesto que Cenizas (¡de 2004!) no tuvo apenas alcance y la banda, cansada, acabaría despidiéndose con gira de despedida y regrabando temas en The End (2006). Hoy alzamos nuestra copa por ellos y por los que ya no están.
Lee el resto de esta entradaSinaia – Sinaia
Álbum debut para esta nueva formación que, pese al estreno, no está compuesta por recién llegados. Para empezar, el muro de guitarras que despliegan con descaro Javier Jiménez y Roberto Corredera ya fue testado en su anterior banda, Censurados, de la que salieron en 2011. Iván Ramírez también había golpeado lo suyo con las baquetas de (ojo) bandas como Skizoo, los heavys Red Wine o EbonyArk. También Dani Ohm tiene ascendencia heavy en el bajo tras pasar por los propios Red Wine y por unos al alza Innervoice. Para culminar el quinteto, la voz de Valentín Domínguez, quizá menos conocida, con pasado en Kain o Presidio, pero que en Sinaia ha tocado la cima de la versatilidad. Porque precisamente es eso lo que prima en este debut. Canciones que con un rock potente, oscilan entre los tempos de punk más veloces, con toques metaleros, bases heavys, melodía hardcoreta… Una mezcla de sonidos de la que es difícil salir airoso por carencia de identidad, pero ellos, misteriosamente, lo consiguen.




