Medina Azahara ya era grande cuando salió a la calle ‘Sin Tiempo’. Nacidos de ese rock andaluz con gusto por el rock progresivo (nunca se reconocerá lo suficiente esa cantera con Triana, Alameda o los primeros Medina como ejemplos) tenían ya cinco discos en estudio y un alabado directo cuando en 1992 arrasaron con un álbum para la leyenda. Nueve temas sin desperdicio que comenzaban a apuntar a una vertiente más hard y heavy, con espacio para las baladas, otro de sus puntos fuertes.

En aquel disco está la formación más conocida de la banda. Paco Ventura y Manuel Martínez por supuesto. Con el excepcional Manuel Reyes a la batería, Pablo Rabadán a los teclados y el recién entrado José Miguel Fernández en el bajo. El álbum abre con los redobles de Reyes sobre unos teclados que terminan de incendiar el primer tema, ‘Niños’. Es cierto que tiene algunos problemas en las rimas (‘matar’ con ‘matar’), pero en el contexto del 92, en plena Guerra del Golfo, la letra y los coros daban un sentimiento apocalíptico por completo adictivo.

Esa sensación de agobio no cesa con ‘Hijos Del Amor Y De La Guerra’ que posee uno de los mejores estribillos de toda la discografía de la banda, que recorremos cabalgando con una batería sencilla pero efectiva. Los ligeros toques de teclado sumado a los alargues y quiebros de Manuel, lo convierten en imprescindible y, sí, uno de mis temas favoritos.

Con el tercer corte llega la primera de las tres baladas. ‘Solo Y Sin Ti’, hiriente, que junto con ‘Sin Tiempo Ni Sitio’ y ‘Fría Y Sin Alma’, brillante, demuestran la facilidad de la formación para crear canciones vibrantes de amor. De amor sencillo y llano. De ausencia y dolor. Supieron explotar la fórmula, sin duda. Aunque no todas las posteriores estuvieron a este nivel, hay que reconocer el indiscutible mérito.

‘Junto A Lucía’ y ‘Algo Nuevo’ son dos canciones sobresalientes. La primera por un estribillo con juego de coros que no saldrá de tu cabeza jamás. La segunda por, de nuevo, una batería brutal en el tema más rugoso del álbum y que destaca por la facilidad pasmosa para rimar en los fraseos a gran velocidad (Recuerdo tu sonrisa, a veces tu dolor, tu forma de mirarme cuando me dijiste adiós. A veces te deseo, otras veces no. Como el viento te alejas y me quedo sin tu amor).

Cualquier mortal se daría por satisfecho con esto, pero es que faltan las dos joyas de la corona: la imponente versión de ‘Todo Tiene Su Fin’ de Los Modulos, y ‘Necesito Respirar’. Dos canciones que pertenecen por derecho a propio a la historia de la música en castellano. Más allá de géneros, gustos y edades.

Después de este disco continuaron en un estado de forma inconmensurable con ‘Dónde Está La Luz’ y ‘Árabe’. Junto a ‘Sin Tiempo’, hay pocos grupos que posean una trilogía tan concentrada de estado de gracia. Cualquier de los otros discos merece estar aquí también.

Hoy Medina Azahara continúa en la brecha y dando conciertos. Que no se nos vayan nunca. Aunque el recuerdo siempre quedará entre los dos. Entre ellos y el público.

En Spotify está la versión reeditada con extras.

Tracklist del original:

1. Niños
2. Hijos Del Amor Y De La Guerra
3. Solo Y Sin Ti
4. Junto A Lucía
5. Todo Tiene Su Fin
6. Sin Tiempo Ni Sitio
7. Algo Nuevo
8. Necesito Respirar
9. Fría Y Sin Alma