Brigi Duque, vocalista y guitarra de Koma desde el nacimiento de la formación, anunció ayer que deja la banda navarra a finales de gira para coger ‘otros trenes’ musicales. Se conocía también ayer que el resto de componentes, Natxo, Rafa y Juan Carlos sacarían nuevo disco con el nombre de la formación en 2013. Todo, por lo visto, muy amistoso. En RockSesión hoy viernes, día de remembers, hacemos crítica de dos discos fundamentales en la historia de Koma: El Infarto y Sakeo.

Tras un debut poderoso, ‘El Infarto’, segundo disco, aparecía en 1997, de nuevo con Gor Discos, con una sustancial mejora de sonido y las bases sólidas de una formación dispuesta a llevarse por delante cualquier cosa. Porque Koma aunaba desde entonces unas guitarras crudas y rabiosas que suenan con limpieza y nitidez, una base rítmica solvente y muy marcada, una mala leche pasada por el filtro del humor, sin caer en lo fácil, y la voz poderosa de Brigi. Sin romper en lo gutural, pudiendo rugir en lo melódico sin problema alguno. Un portento.

‘El Marqués De Txorrapelada’ y ‘Mi Jefe’ abren el álbum. Canciones que nunca salieron de su setlist. Ni siquiera en los festivales con reducción horaria. Bailona la primera y rabiosa la segunda con aquello de “Mi jefe se merece un monumento en todo lo más alto del cementerio”. Dos hachazos de tempestad furibunda que se acentúan con ‘Karnotraficante’. Mientras el humor mencionado se concentra en temas como ‘Cuánto Cantautor’, ‘Los Clavos’ o ‘El Infarto’, una veloz crónica del materialismo.

Hay crítica social no explícita pero sí con fundamento en temas como ‘Un País Bananero’, ‘¿Cómo No Les Vi Venir?’ o ‘A Ostia Limpia’.  Y también, raro por aquel entonces, había hueco para algo de introspección en ‘Por Los Siglos De Los Siglos’, relato de un secuestro y tortura. Como cierre, la versión de ‘Marea Gora’ de Itoiz. Otro himno para la formación y para un disco sin muchos matices sonoros, pero sólido como una piedra.

Con el paso de los años y algún parón de por medio, Koma siguió su camino, explorando el sonido de las guitarras hacia otros terrenos, pero sin perder ni contundencia, ni la ironía. Ni un de los siete discos de su discografía flojea. Por petición twittera me detengo también en ‘Sakeo’, editado en 2007 por Maldito Records, y será el penúltimo disco de Brigi a la voz.

A diferencia de ‘El Infarto’, ‘Sakeo’ ofrece mucho más color y matices. Diez años dan para mucho en una banda inquieta. El sonido es más orgánico en la producción. Sigue habiendo sota, caballo y rey como en ‘Los Niños De Lapos Guerra’, ‘Mandril’ o ‘Las Setas’, pero también calidez acústica en ‘Buitres (A Su Alrededor)’ o rítmica como ‘Jipis’ o sobre todo ‘El Sonajero’, versión metalera del famoso son. Todo un ejemplo de versatilidad.

Otra canciones donde las melodías de guitarra se engarzan, como en ‘La Pelea’, donde se tira algo más de doble bombo. Y la capacidad melódica ya apuntada desde los comienzos se encuentra en perfecta expresión en el fraseo de ‘Sakeo’, que se culmina con un punteo cálido y un himno de estribillo. La salvajada metal punk de ‘El Pato’ termina de cerrar el círculo.

Ahora Koma seguirá sin Brigi, (¿Afianza esto Txarrena?) pero como me dijo un buen amigo por whatsapp al enterarse de la noticia, “¿quién me va a cantar ahora los odios?”.

El Infarto en Spotify.

Sakeo en Spotify.