Koma – Una Ligera Mejoría Antes De La Muerte

Publicado por elchayi

Trece años… Dos menos que lo del Chinese Democracy de Guns’n Roses. Se ha hecho esperar un disco de canciones nuevas de los queridísimos Koma, una de las formaciones más carismáticas de nuestro rock duro de matices metálicos que por diversas circunstancias ha hecho de ‘Guadiana’ desde 2012, cuando iniciaron un parón que duró seis años, hasta nuestros días. Por el camino, ya saben, Brigi Duque con la lucha libre, Txarrena y después El Drogas, Natxo Zabala y Rafa Redín con Sakeo… Y vuelven con Juan Carlos, como siempre, a la batería. Los cuatro jinetes de siempre. A partir de 2018 llegaría el anuncio del regreso, otra gira más de la mano de un disco de canciones viejas remozadas con los medios y sabiduría actuales (La Fiera Nunca Duerme) y un nuevo parón hasta que, albricias, nos sorprenden (aunque ya en entonces decían que habría disco algún día) con Una Ligera Mejoría Antes De La Muerte. Una vez más un expresivo título que podemos interpretar como un canto de cisne antes de que el telón se baje del todo… A lo que esperemos que todavía falta bastante. Nos vienen por tanto con un álbum autoeditado, formado por un total de once canciones en las que no pretenden ni jugar a ser los de antes ni tampoco hacer un impostado ‘ejercicio de madurez’. Alejados de pomposidades y grandilocuencias, Koma despacha once cortes donde sí que podemos encontrar elementos reconocibles tanto de sus arreglos más duro y contundentes, hasta una sorprendente balada que hará soltar espuma por la boca a los más intransigentes y disfrutar a quienes nos gustan las dinámicas diversas. Koma ha vuelto, larga vida a Koma.

No hay mucha historia con los datos técnicos. La autoedición y la total y absoluta ausencia de prisas y condicionantes ha hecho que el disco haya sido grabado en los estudios del propio Brigi, que se ha encargado de la producción, por la que siempre ha tenido querencia, como ya vimos en el aquel Matxinada de Demasiado Tonto En La Corteza de El Drogas y otras grabaciones.

“Dinamítalos” nos juega al efectismo con ese riff contemporizado y esa segunda guitarra y entrada de la banda que parece que en algún momento va a derivar en el “Welcome To The Jungle”. Sin embargo, el desarrollo de la canción gana en hechuras musculosas en el fraseo musical frente a lo melódico de Brigi. Más variedad, el puente tras el estribillo tiene unos serpenteos sinuosos que me recuerdan a cosas del gran Paco Luque de Hora Zulú. “El Viaje” está siendo uno de los temas más celebrados en opiniones por redes (aunque por el momento no se hace notar tanto en streamings). Es un corte de naturaleza más hard rockera y muy trabajada y armonizada en las voces lo que le da un aire de inmediatez absoluta.

En “La Máquina Del Tiempo” se equilibran las virtudes de sus dos antecesores y, aunque se mantienen algunos melismas en la voz, se mantiene una base rítmica más cruda y contundente y una buena colección de arreglos y capas a lo largo de todo el corte (aconsejable escucharlo con auriculares y buena calidad). “El Duelo” tiene un riff principal y una base rítmica de guitarra, bajo y batería que recuerda a los Koma de los primeros años, con rasgados cortantes y una batería machacona y jugando a veces con tempos metaleros. Siguiendo en terrenos escarpados y cruentos se muevo “Falso” de las más agresivas, no en vano es también la más sucinta de la lista.

Del otro lado llegará “Palabras Mágicas”. No es que Koma se haya arrugado jamás en ‘salirse’ del guion cuando ha considerado (ya sabemos que hay quienes no le perdonan lo de “El Sonajero”) pero sigo aplaudiendo la valentía de marcarse temas donde no se esconden en mostrar debilidad, tanto en la letra, como en la voz, y la fragilidad y cuidado del tratamiento musical. En el eje central del disco es una canción que por sí misma trasciende cualquier tipo de auditorio. Un tema mayúsculo, lo firme Koma o un baladista pop. Conscientes de que el ejercicio pueda no agradar a todo el mundo, el pulso se acelera a ritmo de bombo, guitarra nerviosa y voz urgente en “Saltos Mortales”. Un corte que tampoco es que sea previsible, ya que el desarrollo devendrá en una coda melódica y conclusiva muy rica en matices.

“El Exterminador” aligera las formas con un tempo entre el glam y el cabaret y un texto algo más desenfadado. “Los Desheredados” refuerza el tono marcadamente oscuro y desesperanzado de las letras, aquí con buenas hechuras de rock con bien de roll. En la antesala del final, “Ni A Tiros” ejerce su ingrediente diferenciador con la línea de bajo tomando el protagonismo desde la entrada. También llama la atención el prolongado solo de guitarra, con matices épicos y setenteros hasta el punto que el regreso de la parte cantada parece más bien una excusa por darle un cierre a la canción.

El broche final vendrá de la mano de “Mendigo De Alegría”. Bien de tambores y guitarras azuzadoras en una entrada enérgica y animosa. De nuevo un corte certero (apenas tres minutos) que quiere dejar las espadas afiladas en todo lo alto, concluyendo así un disco que, como decía más arriba, huye de la urgencia del efectismo para ofrecer once canciones ‘corrientes’ en el buen sentido de la palabra, naturales, por tanto… más creíbles que si hubiesen tirado por el camino más fácil.

Solo les pediremos que, con la máquina engrasada, vuelvan a la bella rutina de echarse un disco nuevo con mayor frecuencia… hasta que llegue la muerte definitiva.

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