Al igual que el disco de los Sex Pistols o el London Calling de The Clash son fundamentales para la historia y el desarrollo del punk en el Reino Unido, Anti Todo de Eskorbuto es lo mismo en la escena española. Eskorbuto es el exceso y la provocación en todos los sentidos. Por muchos ‘antisistema’ que se presenten algunas bandas punk en la actualidad, nadie como ellos representan la decadencia nihilista de dicho movimiento cultural. La desidia y la sistematización en el castigo al cuerpo que les llevaría a hacer cada vez peores discos al mismo tiempo en el que la salud decaía por su adicción a la heroína. Robaban instrumentos, vacilaban a los sellos discográficos, se enfrentaron con todo el mundo vascos, anti-vascos, grupos, público… Todo daba igual. No era una pose porque el futuro se llevó su vida por delante. Anti Todo son diez temas que representan el cenit de la formación.

Y forma parte de un reto chulesco que lanzaron al mundillo, sacar tres discos el mismo año. Realmente lo consiguieron al sumar un cassette y un directo. A finales de la década la guadaña, que preside muchas de las canciones de este álbum, ya les rondaba cerca y en 1992 se acabó lo que se daba. Def Con Dos odia a los mártires del rock en una de sus canciones. A Iosu y Jualma realmente es que ni siquiera se les puede considerar como mártires porque cada paso hacia ella era dado con convencimiento, irracional sí, pero con consciencia.

En apenas media hora que dura el álbum, grabado en poco más de 24 horas, hay sitio para maldecir a todos y para plasmar sin remilgos la apatía ante cualquier cosa. Ejemplo claro es ‘Historia Triste’ “Pasan los años, pasan tu vida. Pasan los meses, pasan tus días, pasan las horas, también tus minutos, este puede ser tu último segundo… Historia triste”, con eso ya queda reflejado el tono. “Vas a morir”, concluyen. Sin ser ejemplo de rock poeta ni nada que se le parezca, es cierto que las letras están juntadas con mayor coherencia que la media de la época en el género. Aunque en muchos casos también son mínimas. Una estrofa y un estribillo que se repite sin cesar.

‘De Ti Depende’ tiene una línea de bajo oscura y machacona y la canción cantada con mayor rabia de toda la lista, casi a grito constante. La alegría en el talante se recupera un tanto en ‘Es Un Crimen’, aunque, qué esperabas, no en la letra. Partido del gobierno, oposición, sindicatos. No se libra nadie. Los coros constantes gritando “Es un crimen” le dan un aire festivo que al menos se agradece. Mayor desbarre (y modernidad para la época) ofrece ‘Mata La Música’. Una genial línea de bajo confiere un aire disco al tema, objetivo sobre el que se dispara en el cuarto corte. Silbidos, coreos y letra minúscula sintetizan un delirio rítmico que se va a casi cuatro minutos. Este tipo de cortes serían en cierta forma inspiración del ‘Bakalao’ de Transfer o el ‘Bacalao’ de Reincidentes.

‘Anti Todo’ es el nihilismo en su máxima expresión y, por qué no, un golpe de realidad que podría aplicarse a nuestros días. Y si no, os recuerdo un fragmento del texto: “Los que trabajan se olvidan de los parados y los que están libres de los encarcelados. No hay amigos, ni enemigos, lucha necia, todos contra todos. ¿De qué nos sirven manifestaciones? ¿De qué nos sirven huelgas generales? ¿De qué nos sirven? No sirven!”. Como anillo al dedo. ‘Haciendo Bobadas’ se presenta, en su escaso minuto, como uno de los temas más controvertidos de la banda por su posible referencia a Herri Batasuna (siglas) y dice “No lo entiendo, siempre están igual, haciendo bobadas”.

Recado sarcástico de la banda a Evaristo y La Polla Records, quienes les acusaron de robarles una guitarra (parece que con toda la razón del mundo), en ‘Cuidado’. Tema entre vacilón y amenazante. (La Polla Records respondería con ‘El Avestruz’).

Tremebundo tema el de ‘Tamara’. Casi seis minutos con una línea de bajo muy Bauhaus. Un texto que cualquier asociación de violencia de género impediría cantar sobre cualquier escenario: “Saqué mis cadenas y la golpeé, saqué mi cuchillo y se lo clavé, se lo clavé (…) Ella moría contra la pared, y yo reía, y yo reía… Muérete!, muérete!”. Una bestialidad. (Frikada: la repetición de “Tamara, Tamara” en la canción me recuerda siempre al personaje de ‘El Aberroncho’. No sería raro que naciera de aquí ya que las referencias del actor a Judas Priest, Obús y rockerío de los ochenta son constantes).

‘Cerebros Destruidos’ es casi con toda seguridad uno de los tres mejores temas de la discografía de Eskorbuto. Sin duda tiene la mejor estrofa. “El pasado ha pasado y por él nada hay que hacer. El presente es un fracaso y el futuro no se ve”. Como guinda, esa repetición constante de “ya estáis muertos” que suena a amenaza y celebración. El óbito en su máxima expresión en una canción que revisó reciente Narco con mayor dosis enérgica. Y tras la defunción llega el aquelarre-celebración de ‘Ha Llegado El Momento (El Fin)’ que aboga por una guerra mundial que lleve al fin del mundo. En la línea del ‘Mr Snoid Entre Sus Amigos Los Humanos’ y su guerra nuclear de Kortatu.

Anti Todo es un disco que pese a la producción y los medios de la época tiene un sonido más que aceptable, con encanto y con el recuerdo, entre la rabia y el aplauso, de quien quiso morir así.
En Spotify.

Tracklist:

1. Historia Triste
2. De Ti Depende
3. Es Un Crimen
4. Mata La Música
5. Anti Todo
6. Haciendo Bobadas
7. Cuidado
8. Tamara
9. Cerebros Destruidos
10. Ha Llegado El Momento (El Fin)