Leo Jiménez – La Factoría Del Contraste
A buen seguro los puristas y fundamentalistas de lo que es auténtico y lo que no estén todavía expulsando bilis por la boca después de escuchar La Factoría Del Contraste, el último trabajo en estudio del artista madrileño Leo Jiménez. Una muesca más en una gigantesca trayectoria personal apenas rondando los 37 años de edad. Este es un disco que, para bien o para mal, (es lícito que a alguien no le guste) solo esté a su alcance. En apenas doce cortes (exceptuando los bonus tracks) encontramos un catálogo variado de todas las formas que puede adoptar su talento y el registro de su prodigiosa voz. De lo más trallero y thrasher a lo más popero y accesible. Son una docena de temas que están producidos con una mano fina, aportando siempre el arreglo justo para lo que requiere cada una de las gamas. Si en Animal Solitario tocaba versionar a David Bisbal, ahora se elige a Shakira. Si hay que tirar de colaboraciones, lo mismo da tirar de Mero Mero de Cuernos de Chivo y su potencia gutural, que la bella tesitura de Merche. El disco se ha colado a la primera entre los cinco más vendidos, bienvenido sea que las guitarras y el metal hagan ruido también en las listas comerciales.
El elenco de músicos del disco está formado por: Edu Fernández, bajo; Carlos Expósito, batería y percusión; Leo Jiménez, guitarras y voces; Rufo Canterio y Antonio Pino, guitarras. Además de las colaboraciones citadas de Merche y Mero Mero, también el teclista de Medina Azahara, Manuel Ibáñez, participa en un álbum que arranca con la compendiosa ‘Soy Libertad’. Un corte con cierto regusto a Stravaganzza (que por cierto, está componiendo de nuevo). Mucho golpe de cabeza y algo de industrial en el golpeo de batería dotan de personalidad a un tema rotundo y agresivo. ‘Hambre’ es uno de los cañones musicales más efectivos de la lista, el riff principal, apoyado en el doble bombo se repite con inteligencia en varias ocasiones. El texto es una cruda estampa de la pobreza a la que ha sumido el desfalco a la sociedad del bienestar. Aunque en primera instancia lo explícito me generó cierto rechazo, al final el corte gana enteros precisamente por su excelsa ejecución en la interpretación.
Siguiendo la escalada de dureza, ‘Con Razón o Sin Razón’ arranca con una batería veloz, muy thrash, si bien la melodía del fraseo la hace mucho más delicada. Canción a dos tempos, la batería en el estribillo vuelve a darle un toque maquinal interesante. En ‘D.E.P.’ se presenta una canción con una importante carga simbólica y conceptual, los tramos recitados le dan un aura oscura y refuerzan lo pesado del ritmo principal. Mero Mero brilla en su esplendor y sus voces imposibles. Sin duda, quien habla de un Leo ‘suavizado’ no puede encontrar reproche en el primer tercio del álbum.
Es en ‘Caballo Viejo’ donde encontramos las primeras texturas suaves, con una versión eléctrica de aquel tema acústico incluido en 20 Años Tras El Apocalipsis. Amor intergeneracional en un ejercicio plástico y luminoso. La primera parte del trabajo culmina con la citada versión de Shakira y su ‘Ojos Así’. Ambientes morunos y arabescos con guitarras muy trabajadas y una melodía sencilla en la que Leo Jiménez brilla con soltura. Quizá sean los coros lo que más choca del tema, pero el estribillo es pintón y acaba entrando. Quién lo diría. Lo hijo con ‘Hijo De La Luna’, lo hizo con ‘Eloise’, lo hizo con ‘Qué Tendrás’, con ‘Sobreviviré’ en directo… Y esperamos que lo siga haciendo con otros muchos más temas. Por valentía no será.
Parece lógico que la segunda parte del álbum arranque con la tralla inicial. ‘El Dilema’ vuelve a usar el recurso de las dos voces (realmente práctico para los directos, ya que Leo ha demostrado poder tirar también de graves). Un texto críptico y espacio para un break lleno de doble bombo y un puente descomunal cercano al death. Más contraste con sus predecesoras, imposible. ‘Un Día Más’ presenta una cierta conexión argumental con ‘Hambre’. Una balada que inicialmente conquista con el golpeo de percusión y la línea de bajo, y que explota más adelante en medio tiempo mesiánico con la entrada de las eléctricas. Leo borda los agudos para repetir con más intensidad el texto.
En el último cuarto de la lista ‘Quién Le Pregunta a Él’ es otro tema con hechuras de medio tiempo y que narra la vida de un toro destinado a morir. De nuevo un texto explícito al que cuesta cogerle el punto, pero que acaba naturalizándose gracias al gran arrope musical. Bajando un poco más el tempo, ‘Que Me Digas Ven’ es la canción donde colabora la gaditana Merche, una voz dulce y personal que empasta sorprendentemente con la de Leo. La canción es un derroche de melodía que, sin duda, suena grata por más que levante los odios de los iracundos, que encontrarán en ‘Keroseno’ un poco más de fuego con el que foguear. Entrada metalera ‘old school’ que se mantiene contenida durante todo el tema, a lo Pantera. Si parecía imposible sorprender con algo más, la docena se cierra con la instrumental ‘Ascensión’, a caballo entre la épica y el lirismo.
En los bonus tracks, cuatro, no hay desperdicio. Dos de ellos, auspiciados por aquella gira denominada ‘heavy metal orchestra’ se marcan una compacta versión del ‘Neon Knights’ de Black Sabbath y ‘Tierra de Nadie’ de Barón Rojo con ese toque teatral que también vendrá en el ‘Gestsemaní’, que viene a ser un gran testimonio de aquel proyecto de revisión del Jesucristo Superstar en el que se embarcó en su día. Para rizar el rizo, aún queda una versión más, el ‘Es Por Ti’ de Cómplices, para el que no tengo no siquiera calificativos.
Si es que solo se puede decir lo que empezaba al inicio…
…este disco solo lo podría firmar Leo Jiménez. No hay nadie en nuestro país capaz de algo tan diferente entre sí y que no cause sonrojo.
Y lo mejor es que aún tiene más futuro por delante que pasado. Bendita bestia.
Tracklist:
- Soy Libertad
- Hambre
- Con Razón o Sin Razón
- D.E.P
- Caballo Viejo (electric version)
- Ojos Así
- El Dilema
- Un Día Más
- Quién Le Pregunta a Él
- Que Me Digas Ven
- Keroseno
- Ascensión
- Neon Knights
- Tierra de Nadie
- Getsemani
- Es Por Tí (demo version)
Publicado el abril 18, 2016 en Críticas Discos y etiquetado en Animal Solitario, La Factoría del Contraste, Leo Jiménez. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Pingback: Lo Más Leído de 2016 en RockSesión | RockSesion
Pingback: Guía Previa Viña Rock 2017. Domingo, 30 de abril | RockSesion