Celtian – Sendas De Leyenda

A una velocidad vertiginosa, Celtian se ha convertido por derecho propio en una de las bandas llamadas a recoger el testigo de ese noble arte del heavy metal melódico de ascendencia celta. Un mundo que, ya saben, en España abrió la veda Ñu (a su adusta y sobria manera) y que terminaría explotando –y rentabilizando- Mägo de Oz, con otros escuderos de lujo como Saurom, Landevir, Ars Amandi, o, más recientes, Salduie, Lèpoka, Celtibeerian, Sylvania o Debler (aunque habrá que ver si las múltiples marchas del grupo sostienen el nombre al mismo nivel). El grupo nació de manera primeriza cuando Diego Palacio, flautista eventual de Mägo, decidió emprender un proyecto en solitario que debutaría de manera tímida y sin grandes pretensiones con un disco instrumental llamado The Druid’s Awaiting. Pasado el tiempo, fue en 2018 cuando la granadina Raquel Eugenio, que venía versionando a todos los grandes del rock y el heavy nacional en su canal de Youtube, editando incluso recopilatorios en formato digital. Palacio suma a la convertida en Xana Lavey como vocalista de Celtian y todo se acelera (y eso que ha habido un año de parón pandémico de por medio). En 2019 publicarán En Tierra De Hadas y el pasado mes de septiembre salía su tercer trabajo (segundo con voz) Sendas de Leyenda. En los últimos tiempos estoy recuperando algunas bandas de las que me gustaría haber escrito antes pero que, por distintos motivos, no pudo ser con los anteriores. Así que hoy toca el turno de dedicarle unas cuantas líneas al folk optimista y vitalista de Celtian.

Dentro de la sobreoferta musical con numerosas derivaciones sobre un género en particular que uno encuentra con solo dejarse llevar por las recomendaciones desconocidas que se van sucediendo en Youtube o Spotify, me parece que es gratificante que haya bandas que mantengan con cierto rigor los patrones fundacionales de un determinado estilo. Es como tener un reset, una casilla de salida garantizada cuando uno se pierde demasiado en variantes, crossover, mezcolanzas y, en el peor de los casos, pastiches poco coherentes. En el caso del folk metal de carácter sinfónico, Celtian juega en ese baremo. Tiene sus flautas, sus gaitas, violín, mitología, leyendas, canciones de optimismo recalcitrante a prueba de bombas, sus melodías dulces… Algo que todos los que hemos buceado en ese mundo conocemos pero que, cuando está bien hecho, sigue haciéndonos asentir a modo aprobatorio.

Ojo, que no por ello hay que pensar que Celtian no se complica la vida y, a buen seguro, es uno de los principales baluartes del disco que nos ocupa. El debut tibio y timorato con más buenas intenciones que resultado efectivo en su totalidad se queda muy atrás con esta segunda entrega que, ahora sí, suena rotunda con mucho más arrope en las rítmicas de las canciones, con muchos más arreglos, con más potencia incluso desde batería, bajo y guitarra y con una Xana que también ha mejorado de manera considerable sus propios registros conocidos.

Celtian son los mencionados Xana Lavey y Diego Palacio a la voz y flauta travesera, whistle y gaita, respectivamente, junto a Txus Borao al violín y bouzouki, David Lenderoin a la batería, Sergio Culebras a la guitarra y Raúl Plaza al bajo. La única y destacada colaboración del álbum es de Isra Ramos (ex Avalanch, Alquimia, Amadeus, Gräce…) que además de añadir su voz a ‘Al Otro Lado del Camino’ ha sido el encargado de ‘La Obertura del Bosque’, pasaje inaugural que ejerce de introducción. El álbum ha sido producido por Txus de Mägo de Oz (que también compartirá firma en unos pocos temas) y la grabación y mezcla es obra de Alberto Seara en los hiperactivos Estudios Cube, durante los meses de noviembre y diciembre del pasado año. La masterización corrió a cargo de Dave Donnelly en estudios DNA Mastering. Las orquestaciones y teclados son obra de Javi Díez, de parón temporal en Mägo, donde ha sido reemplazado temporalmente por un referente absoluto como es Manuel Ramil.

Tras el citado pasaje inicial, el disco se abre con ‘Nueva Era’, un tema que refleja casi mejor que ninguno la buena y nueva línea evolutiva que presenta el grupo en su sonido, con tramos realmente potentes, con algunos tramos oscuros y con un buen aporte de riffs metaleros y algo de doble bombo. Es en este lenguaje donde la voz de Lavey brilla con mayor personalidad y magnetismo, quizá por lo imprevisible y porque en los medios tiempos melódicos se nota demasiado cómoda. Aunque es innegable el poder de atracción de melodías vocales como las del fraseo de ‘Hiedra’, un medio tiempo preciosista y delicado, especialmente desde el estribillo. El violín repitiendo la melodía del solo de guitarra previo es un recurso tan conocido como efectivo.

En ‘El Hijo del Ayer’ encontramos las líneas más accesibles del disco, rozando sin miedo y sin reparo sonoridades más pop que podrían firmar bandas de éxito más masivo como El Sueño de Morfeo. Por su parte, ‘Sendas de Leyenda’, que da título al conjunto, recupera un reel tradicional irlandés y el carácter festivo que buen grupo celta merece con una historia de amor y mitología y un aumento considerable de la velocidad y, una vez más y bien recibido sea, un tramo instrumental con bien de bombo, guitarras y arreglos casi power metaleros. Para cerrar el primer tramo del disco encontramos ‘Magia De Luna’, quizá uno de los cortes más rotundos y perfectos de la lista con la sencilla pero envolvente melodía de voz y con ese break de piano que debería prodigarse más.

El rugido de guitarras y base rítmica nos abre camino en el segundo tramo con ‘Lágrimas de Cera’, que destacará por unos coros y guitarra contundente tras los estribillos y un tramo ligeramente sincopado en el puente. ‘Dama Natura’ presenta una melodía llena de lugares comunes con el folk celta, cierto toque marcial en el tempo del fraseo y un estribillo igualmente bien pautado con hechuras bucólicas.

En ‘Al Otro Del Camino’ encontramos la colaboración estelar de Isra Ramos, quizá ya en una tesitura más reposada tras los problemas padecidos en los últimos tiempos. Musicalmente es una canción menos lineal, con constante cambios de tímbrica, algo que viene acentuado en todo el disco al compartir en mayor medida dichas tareas. Llegando al final, ‘Siempre Seré Tu Estrella’ es una de esas típicas baladas de muerte y despedida que firma Txus. Y lo cierto es que Diego Palacio y la orquestación de Díez, junto a la voz de Xana, le dan a la canción un crescendo maravilloso que es capaz de hacer llorar si te pilla con la guardia baja. “Te veré crecer desde aquí pues mi olor está en cada flor y la brisa traerá los besos que dejé a deberte, mi amor”.

Levantando la moral de la tropa ‘Eala’ nos despide en la primera parte con las mismas sensaciones que la entrada, premonitoria y emparentada, pero la canción virará a terrenos más progresivos y abiertos antes de arreón final, de nuevo con potencia de base rítmica y sinfonía bombástica. ‘El Espejo de la Naturaleza’, instrumental y acústica nos dice adiós para un disco que, sin ser una obra perfecta, si marca una gran curva ascendente y esperanzadora.

Lista de canciones – tracklist:

  1. La Obertura del Bosque
  2. Nueva Era
  3. Hiedra
  4. El Hijo del Ayer
  5. Sendas de Leyenda
  6. Magia de Luna
  7. Lágrimas de Cera
  8. Dama Natura
  9. Al Otro Lado del Camino
  10. Siempre Seré Tú Estrella
  11. Eala
  12. El Espejo de la Naturaleza

Publicado el noviembre 11, 2021 en Críticas Discos y etiquetado en . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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