Daniel Higiénico – Demasiado Viejo Para El Reggaetón… Demasiado Joven Para Morir

Que después de más de doscientas críticas remember tuviera que ocurrir aquel confinamiento coronavírico para que le llegase su momento, tuvo su dosis de ironía. Pero es que, tras ver entonces la actitud ‘ciudadana’ en los supermercados, agotando las existencias de papel de manera compulsiva, tenía claro que la primera crítica remember para este AC, previo al ansiado DC (antes/después del Covid 19), tenía que ser para Daniel Higiénico y, aquí, con la Quartet de Baño Band y su histórico Flipando En Colores. Daniel Soler es el alter ego que da vida a un personaje que ha hecho del sentido del humor y de capacidad para contar historias una forma de vida. No nos podemos quejar en nuestro país de la enorme colección de buenos autores que hacen del humor un arte (ya saben los fijos que tenemos devoción por unos cuantos). En el caso de Daniel Higiénico, sus canciones trascienden géneros y se mueve con total libertad (en este disco, uno solo de sus más de diez, los hay de todos los géneros) entre el blues, el rock, a veces hasta el metal, la rumba, la ranchera, el funk, la canción castellana medieval, etcétera y etcétera. Y aunque se nos pasó el arroz para criticar entonces a su reciente Esperando a Robin Hood, ahora sí, venimos con su nueva obra, que adapta el archiconocido título de Jethro Tull, Demasiado Viejo Para El Reggaetón… Demasiado Joven Para Morir. Álbum que podéis catar al completo en streaming suscribiéndoos a su web (donde se os informará solamente cuando toque en vuestra provincia) y comprar, claro.

Más parafraseos con el título de la primera canción, en este caso con Gustavo Adolfo Bécquer y con el rock pomposo y bien empacado de “Cultura Eres Tú”. Con la guasa, sorna e ironía marca de la casa, enumera una serie de realidades que ‘defiende’ como incluibles en tan denostada palabra. “Demasiado Viejo Para El Reggaetón”, sí, juega con el mismo compás pero aquí con acordeón y un aire folclórico y canalla. Que completa con «demasiado cuerdo para el rock and roll, demasiado loco por ti». La cosa se adereza de forma progresiva con castañuelas… y efectos de autotune.

Si ya nos sorprendía la distorsión del primer corte, más lo hace el tercero con “Tararí”, una actitud vital de encogimiento de hombros ante cosas tan dispares como la okupación hedonista, los músicos pasotas, las parejas autoexplotadas o los límites de circulación medioambientales, con algo de maneras punk y funk en las formas. “Mierda De Contradicción” saca a relucir la rumba-rock castiza al más puro estilo Rodríguez, percusión calorífica y estribillo juguetón incluido.

Dentro de su más que reconocida capacidad para emplearse en estilos diversos, “Se Acabó” tira a blues country en una especie de carpe diem mientras el amor despide su ausencia y “Sólo Quieres Follar” bien podría pasar una canción de los Siniestro Total más estruendosos (no es difícil imaginarse a Julián Hernández acompañar la tonada). Se completa esta tarde con el tangasssso a lo grupo gaditano La Canalla en “A Mí Nadie Me Llama Carcamal” en un alegato lastimero frente a la interconexión de redes.

La segunda parte del álbum arranca con “En La Viña Del Señor”, una rumba blandita al más puro estilo Sabina comienzo de siglo, incluso en su forma de enumerar y establecer metáforas casi todas por la vía culinaria. ¿Más estilos? Más estilos. “Ser Ecologista Un Rato” es un reggae con toques Calipso que contiene una brillante colección de ironías sobre la imposibilidad de cumplir con los mandatos medioambientales. Fanfarria y oscuridad de club y cine negro en la abrasiva “Du Du Duduá”, una historia de sensualidad a través de uno de esos ejercicios con las palabras que tanto he aplaudido siempre.

Más madera con el skatalítico “Con Todo El Respeto”, que bien podría firmar cualquier grupo de esos que estaban relegados en el escenario lateral del viejo y extinto Aúpa Lumbreiras con el Papa (como el Surfin’ de Mamá Ladilla) como protagonista. Inevitable no acordarse de Mojinos Escozíos al leer eso de “La Canción Del Verano” que, a su manera, le da una vuelta de tuerca al leit motiv del título del disco, aunque el delirio le lleva a ‘probar’ con fórmulas más propias de Georgie Dann…

Y el caso es que sí: hay reggaetón. Y viene bajo el título de “La Menopausia”… Pero claro, cualquier canción con Daniel Higiénico incluye sorpresas, aquí con referencias a Rosalía, Miliki, Pippi, un guiño a Chimo Bayo y la Ruta del Bakalao, otra a Rage Against The Machine, entre otras. La edición incluye un bonito bonus track titulado “El Submarino” (también de compás de reggaetón), pero un brutal ejercicio marca de la casa en el que, partiendo de Julio Verne acaba marcándose una canción en la que va contando con las pertinentes rimas… ¡hasta el número 69!, derrochando más talento en estos cinco minutos que alguno de esos artistas en toda una discografía.

Daniel Higiénico, claro, sigue siendo un valor seguro en esto de hacer reír con la música.

Escucha o hazte con él en Danielhigienico.com.

Lista de canciones – tracklist:

  1. Cultura Eres Tú
  2. Demasiado Viejo Para El Reggaetón
  3. Tararí
  4. Mierda De Contradicción
  5. Se Acabó
  6. Sólo Quieres Follar
  7. A Mí Nadie Me Llama Carnaval
  8. En La Viña Del Señor
  9. Ser Ecologista Un Rato
  10. Du Du Duduá
  11. Con Todo El Respeto
  12. La Canción Del Verano
  13. La Menopausia
  14. El Submarino (bonus track)

Publicado el abril 27, 2023 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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