Siempre fue un grupo al que le tuve un especial cariño (tal y como evidencié en la crítica remember del Listos Para Jugar). La triada inicial de su discografía es sobresaliente, aunque el paso del tiempo los fue sepultando progresivamente hasta un decepcionante La Rebelión De Las Monjas, que tenía algunas cosas salvables pero que, reconozcámoslo, estaba muy lejos del nivel que conocemos de la banda madrileña. Cuatro años más tarde y con un ligero interludio con la banda paralela Los Culpables de Todo, Sonotones vuelve a lo grande (le otorgué medalla de plata en mis discos del año) con Salta La Banka, sobre todo en lo que a música se refiere. Sonido fresco, de una producción que alcanza un gran nivel y una excelsa colección de rock, se tiña de ligeros toques de funk, de reggae, de síncopas o de algún metal. Todo presidido con una de las mejores voces del rock, Javi Die Dean.

Es cierto que no me suelen gustar demasiado las producciones de Iker Piedrafita, pero el trabajo hecho en El Sótano con el disco ha sido elegante y cuidado. Quizá cuando la materia prima tiene ya de por sí nivel todo es más fácil, pero es justo reconocerle su parte del mérito en conseguir que el álbum suene fresco y moderno, sin por ello edulcorar el resultado o homogeneizarlo al cómodo estándar.

Como digo, musicalmente el disco es casi perfecto. El principal pero viene seguro de las letras. No por malas, sino por el abuso de la crítica social. Posiblemente es un disco acorde a su tiempo, sin duda, las denuncias son necesarias y está hecho sin ser excesivamente panfletario, pero si algo hizo grande a Sonotones en aquella triada de discos mencionada (Atale, Listos Para Jugar y Sonotones III) fue su capacidad para crear textos de introspección oscura y decadente, porque lo hacían y lo vuelven a hacer algunas canciones de este disco, sin caer en pastiches insustanciales (tipo gótico, para que se entienda) y sin abusar del lirismo poeta. Textos crudos, directos que llegaban por la forma de arder las guitarras y, está claro, por la voz modulante de Javi.

Esa gran capacidad de conquistar hacia dentro queda patente en ‘Ni Contigo Ni Sin Ti’, con esa entrada tortuosa de guitarra y el crescendo de la intensidad del resto de la banda; la soberbia y aguerrida ‘Para Siempre’, que es puro gas en combustión; o la oscura ‘La Hora Sexta’. También este bloque podemos añadir los cantos a la vitalidad que son la recuperada ‘Solo Tienes Una Vida’ y ‘La Vida Sigue Igual’, autobiográfica a buen seguro. Canciones tan enérgicas como reflexivas. Poderosas en emoción y en sonido.

En el otro bloque encontramos la denuncia social comentada que no en todas brilla con el mismo tino. ‘Europa Está Matándome’ es la que abre el disco y tiene su magia, como también lo tiene el brillo acústico que desprende ‘Hay Que Salir’, con un estribillo casi de cantautor folk. ‘Salta La Banka’ y ‘El Rey’ pasan por ser las más explícitas, pero bien hilvanadas en lo musical, mientras que ‘Justo Lo Contrario’ juega al despiste en un todo estruendoso. Por último, quizá ‘Qué Escéptico’ sea la más floja del conjunto que, en cualquier caso, entiendo que ha nacido más por una necesidad de desahogo que un marcado camino por el que seguir en próximas entregas.

O al menos así lo espero porque quizá determine el importante matiz fundamental entre ser imprescindibles a ser uno más.

En Spotify.

Tracklist:

1. Europa Está Matándome
2. Ni Contigo Ni Sin Ti
3. Qué Escéptico
4. Hay Que Salir
5. Salta La Banka
6. Sólo Tienes Una Vida (versión 2014)
7. El Rey
8. La Vida Sigue Igual
9. La Hora Sexta
10. Justo Lo Contrario
11. Para Siempre