Somas Cure – Éter
Después de colarse en primera división con su anterior Mitos, (Oro en mis discos del año 2015) Éter es la cuarta entrega de los madrileños Somas Cure. Producido por la banda, grabado y mezclado por Carlos Santos en Sadman Estudios en los meses de julio y agosto del año pasado y masterizado por Jens Bogren en Fascination Street Studios de Suecia el pasado mes de noviembre, el nuevo trabajo de la banda viene cargado de la simbología habitual que les caracteriza, con precisas referencias bíblicas o mitológicas, con una introspección y letras que siempre juegan lejos de lo explícito y una versatilidad musical que combina a la perfección la potencia y agresividad con la accesibilidad melódica. La continuidad de un grupo en clara trayectoria meteórica (Txema Fonz a la voz, Álvaro Longarela y Borja Iglesias en las guitarras, Víctor Pérez al bajo y Darío Gómez en la batería) nos trae un álbum más aguerrido y peleón que el anterior, sin casi ninguna concesión a la tregua.
El disco se presenta como conceptual, haciendo referencia a los cuatro elementos y al Éter que viene a ser la quintaesencia que los une. ‘Génesis’ es una pieza instrumental que quizá no era necesario desligar de la primera canción pero que, en cualquier caso, nos sumerge en esa atmósfera y aurea mágica que rodea cada trabajo de Somas Cure. La espiral sonora desemboca de manera abrupta en la entrada vocal de Txema en ‘En Carne Viva’ que hace un generoso catálogo de registros vocales en apenas 40 segundos. Torrencial y abrumador, apuntando de manera certera hacia la rabia que da el dolor de la traición. Musicalmente es un tema abierto, que respira con naturalidad y con un gran protagonismo de la batería que, en términos generales, mejora su presencia con respecto a la mezcla de Mitos. La facilidad que tiene Somas Cure de generar emociones en lo más profundo de la consciencia se refleja en la repetición como mantra del “márchate” en su tramo final. Excelente presentación.
Como certero e indómito nos viene por las aguas agitadas el ‘Leviatán’, uno de los cuatro demonios de la biblia satánica (otro era ‘Belial’, uno de los cañones de Mitos). En cuanto al metraje, el corte representa de manera diáfana una de las características de la banda, que se afana en no perderse en desarrollos extensos a costa de sacrificar la inmediatez de presentaciones compactas. Debe ser todo un ejercicio de contención no explotar un tema tan rotundo como este, que por otra parte es el más continuistas. Además, también es un claro ejemplo de cómo siempre nos hacen temblar los cimientos de la psique, haciendo que nos pongamos del lado oscuro, de entender que el mal se encuentra en todas partes y que las tornas se pueden girar en función del punto de vista. Que la lucha no descansa un solo día.
‘Aire’ es mucho más emocional, un canto de despecho, de recuerdos que reaparecen en primera línea cuando ya se creen olvidados. Esa volatilidad del texto (“lo ves amiga, somos aire”) se refleja también en su ejecución musical, sobre todo en la melodía guitarras durante el estribillo, y que nos trae en su totalidad la rabia, muy acentuada en un solo vertiginoso. ‘Kelt’ es uno de mis cortes favoritos y tengo claro que estaría en un hipotético #Mis10de (que haremos algún fin de semana este año, anuncio). Su riff, casi bailable, se pega a ti desde la primera sucesión. La historia termina de engancharte con ese alarde vocal, de lo gutural a lo melódico, una sensación de huida ante un mal conocido desde bien joven, con unos versos brillantes: “¿Recuerdas al niño que se encaró a la bestia? Oh y tan solo la acarició. Oh, ese niño, ese niño soy yo”. La primera mitad del disco culmina con ‘Adicta’. Una canción bastante melódica en su concepción vocal, muy limpia, para la inconstancia emocional tan propia del consumo rápido de la sociedad.
La segunda parte se inicia con la instrumental ‘Éter’, que da paso a ‘Dunas de Marte’, el más heterogéneo de la docena porque se inicia como un medio tiempo atemperado y poco a poco va creciendo hasta explotar en una virulencia inesperada. Un territorio hasta el momento poco explorado por la formación, pero que puede marcar una herramienta más en la paleta de colores a la hora de componer. ‘Abrir La Tierra En Dos’ nos trae el protagonismo de uno de los cuatro elementos asociado, ¿adivinan?, a la caída al infierno, que a mí me evoca a la falla de San Andrés, pero esto es percepción personal. La referencia final a Pangea (el continente único) nos trae la piedra roseta y conecta con la instrumental que le sucede, ‘Pangea En Llamas’.
En el tramo final, ‘Ceniza’, elegida como segundo videoclip y single de Éter, representa una nueva carga de potencia concentrada pues, pese a la ‘comercialidad’ de un estribillo accesible, la canción nos ofrece una descarga que va de la contundencia a un nuevo solo veloz e infalible. Al contrario que en los anteriores trabajos, Somas Cure no elige por una canción reposada para cerrar, sino que toma nota de ‘la escuela Hamlet’ para ofrecer un trallazo en toda regla en ‘Mil Voces’, con un texto que tiene mucho que ver con la autosuperación impuesta por la banda y esa eterna batalla contra los agoreros, casi siempre parapetados tras una camuflada envidia.
La edición digital incluye dos versiones. ‘Snuff’, de Slipknot, que se incluyó en su día en el recopilatorio The Bipolar Sessions #2 de Rockzone y ‘Niebla de Guerra’ de Soziedad Alkóholika, curiosamente mi tema favorito del Cadenas de Odio.
En definitiva, Somas Cure en Éter consigue algo que en primera instancia resultaba complicado, que es no bajar el nivel de exigencia y de calidad. En ocasiones lo supera, en otras lo iguala, a veces no lo alcanza, pero lo que está claro es que tenemos grupo de largo recorrido y solo queda que de una vez por todas entren en los grandes festivales para que la chispa prenda como debe.
Aunque ya se sabe, “la vida no es justa, el mar es cruel”.
En descarga directa desde su página web.
En Spotify (con dos temas extra)
Lista de canciones – tracklist:
- Génesis
- En Carne Viva
- Leviatán
- Aire
- Kelt
- Adicta
- Éter
- Dunas De Marte
- Abrir La Tierra En Dos
- Pangea en Llamas
- Ceniza
- Mil Voces
- Snuff (bonus track)
- Niebla De Guerra (bonus track)
Publicado el febrero 2, 2017 en Críticas Discos y etiquetado en Éter, Críticas Discos, Mitos, Somas Cure. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
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