Nadye – Intrapolar

Sigue Nadye con su loable empeño de seguir haciendo canciones y discos, después de haber tenido que afrontar varios cambios de alineación y algún que otro tiempo de barbecho.  Lo hace cinco años después de su anterior El Último Minuto. Un lustro en el que su principal capitán, Javier Salas, no se ha alejado lo más mínimo del mundo del rock, ganando una experiencia fundamental en producciones desde La Caverna Estudios, además de convertirse un tiempo en el baterista de NoProcede, de quien hablaremos mañana. En definitiva, una palpable pasión por la música que es la que sigue actuando como denominador común en la trayectoria de sus Nadye. Y es que la banda parece algo remozada y decidida a cambiar registros para acercarse a terrenos más propios del indie (del guitarrero con sangre, no del cortavenas) que del rock urbano o rock poeta. Eso los aleja de la previsibilidad y linealidad del género para concederle una mayor creatividad a la hora de trabajar con ritmos y formas, lo que se agradece. Como también hay que hacer mención al abandono del punk chicletero americano (sí, ya sabéis que no me gusta demasiado). Un álbum que se aleja de cualquier tipo de purismo para ser un hijo de su tiempo. Modernidad desde un prisma de autenticidad. Sin normas ni cortapisas.

El cuarteto está formado, además de por Javier Salas en la voz y el bajo, por Mario Checa y Luismi García en las guitarras y con Abel Vargas en la batería. Este nuevo trabajo ha sido grabado en la citada La Caverna Estudios, bajo la producción del propio grupo, mientras que las mezclas finales se llevaron a cabo en Estudio Uno. Todo ello viene avalado por su fichaje por Warner Music, que no es tan ‘pelotazo’ como pudiera serlo hace década y media, pero que sigue siendo un puntazo.

La decena de canciones se abre con un ‘Vuelo Kamikaze’ que parece sentar las bases de este nuevo proyecto (“nunca intentamos ser perfectos, nunca tuvimos el control”). La canción desarrolla un armazón rockero donde ligeros fraseos menos distorsionados y los coros melódicos del estribillo ponen el toque accesible para los nuevos oídos. En ‘La 103’ encontramos la primera de las colaboraciones de la terna de viejos conocidos de la escena rockera. El primero es Pedro de La Fuga, que empasta a la perfección con el sonido del grupo, como ya haría en sus Mr. Fylyn y en su formación actual. Se repite la estructura de coros y destaca en mayor medida un tono épico que será frecuente también en varios pasajes.

En ‘El Accidente’ se aceleran los tempos en el fraseo, con una intensa labor de batería, que seguirá su virulencia en un gran estribillo, con hechuras de gran tema. Uno de los más destacados de Intrapolar, por su consistencia y variedad de formas. El efectista delay protagoniza la entrada de ‘Lejos’, una canción melódica sin ambages, explotando toda la accesibilidad comercial de la que es capaz la banda en unos coros abiertos y machacones.  La primera parte del disco se remata con ‘La Noche Es Nuestra’, que destaca tanto por su riff lumínico, como el inesperado arreón del solo de guitarra  previo a las últimas repeticiones de estribillo.

La segunda parte arranca con fuerza con ‘Contra Las Cuerdas’, donde la guitarra se endurece a puntos casi metaleros por momentos y donde, claro, todo queda fagocitado por la inconfundible colaboración de Julio Maloa de La Raíz (y Boikot), más allá de añadiendo armonías, incluso rapeando en la parte final de la canción. ‘Esta Canción Es Un SOS’ conecta con los Nadye de épocas pretéritas, con la nostalgia amatoria que protagonizaba los discos anteriores y un sonido más compacto y rugoso.

‘Boca a Boca’ es un notable medio tiempo al que, quizá, le hubiese dado un toque más semiacústico en los fraseos desnudos para variar la dinámica y añadir matices. En cualquier caso, las emociones se consiguen y la intención se aprecia. La tercera colaboración aparece en ‘Nuestra Revolución’, con MARS, la voz de Habeas Corpus y, por derivación, de Riot Propaganda. Aunque se encarga de dar garra a estrofas del fraseo, lo cierto es que brilla también en el estribillo, aumentando el toque heroico. El cierre llegará con la canción más rápida de la lista, poso de los recuerdos de punk, con ‘Los Días del Iceberg’, aunque se lo llevan al sonido de estos Nadye 2.0.

Buenas canciones que corren el riesgo de caer en la indefinición (ya saben, aquello de demasiado X para Y y demasiado Y para X) pero que nos devuelve a una banda llena de seguridad y de fe en lo que hace. Que no es poco para confiarles atención para los siguientes pasos.

 

Lista de canciones – tracklist:

  1. Vuelo Kamikaze
  2. La 103 (con Pedro de La Fuga)
  3. El Accidente
  4. Lejos
  5. La Noche Es Nuestra
  6. Contra Las Cuerdas (con Julio Maloa de La Raíz y Boikot)
  7. Esta Canción Es Un SOS
  8. Boca a Boca
  9. Nuestra Revolución (con MARS de Habeas Corpus y Riot Propaganda)
  10. Los Días Del Iceberg

 

Publicado el abril 2, 2019 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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