Mosh – Vértigo
Impecable trayectoria la que va dibujando Mosh con cada uno de sus discos. La banda lanzó su primer disco en 2015 con Impune y, pese a las buenas maneras presentadas y excelente respuesta de crítica y público, se lo tomó con calma para lanzar El Filo, su siguiente álbum, en 2017. El listón estaba muy alto y, conscientes de ello, han trabajado sin prisas para dar el salto definitivo con el tercer artefacto sonoro, Vértigo. Un disco que es cierto que sale un año más tarde a causa de la pandemia, pero refleja de manera clara esa forma de trabajar, con una producción de dulce, infinidad de arreglos que van más allá de la tralla conocida y reconocible de la banda y una importante dosis de aderezos estilísticos que completan la potencia metálica conocida, pasando con facilidad del thrashcore a casi el pop, el hardcore, el punk, los estribillos más elaborados y pegadizos y una conjunción de voces que van de lo más desgañitado a lo melódico y edulcorado de los coros. Así, Mosh avanza en el terreno más duro de la escena independiente con diez canciones (otra marca de la casa) que dejan sin aliento en su poco más de media hora de duración. Un punto de inflexión en toda regla al que auguramos una gráfica bastante elevada a poco que la situación permita sin inclusión en festivales del género y una igual o superior inspiración para la próxima entrega.
Vértigo ha sido producido por Pablo Rousselon y Mosh, con grabación en Metal Factory Studios durante los meses de enero, febrero, marzo y abril de 2020 por Álex Cappa y el propio Rousselon. La mezcla y masterización es de Cappa, con Jorge Rodríguez Segura como ingeniero asistente. El currado diseño e imaginería corre a cargo de Guillem Bosch.
En todos los géneros musicales ocurre lo mismo, en ocasiones ‘abrirse’ a otras cosas puede conllevar el riesgo de que esos seguidores que se consideran los más leales porque están desde el principio cuando no te conocía nadie se vean ‘agraviados’ porque esa amplitud de miras conlleve nuevos acólitos. Una cosa y otra que siempre es mal entendida como una ofensa o el arquetípico ‘vendidos’, el ‘antes sí que molaban’ y todas esas zarandajas que se suceden una y otra vez.
Por suerte, el metal (escrito a la española pero pronunciada como palabra llana, como detesta con guasa nuestro buen amigo Juan Abarca de Mamá Ladilla) lleva mucho tiempo rompiendo ese porte oscuro y apesadumbrado para dar melodía a la contundencia, especialmente con estos coros tan explosivos que a mí me recuerdan claramente a gente que nos cae muy en gracia como Aphonnic, unos maestros del asunto. Es en ese trabajo de coros donde se nota sobremanera ese nuevo añadido formal de Mosh que, no teman, no ha perdido su capacidad de rasgar gargantas y afilar cuellos con las cuerdas de acero.
El hecho de haber tenido el disco grabado hace tiempo ha permitido al grupo ir presentando singles y adelantos con bastante frecuencia, con hasta cinco videoclips previos a su lanzamiento. Nada mal.
Con Iñaki a la voz, Gorka y Bruntxo a las guitarras, Diego al bajo y Jorge a la batería, Mosh abre la decena de cortes (como digo, número fetiche también para sus hermanos mayores) con ‘Heridas’, un tema que hace de perfecto banderín de enganche entre el disco anterior y el presente, combinando una furia casi thrasher con un estribillo mucho más abierto, con tempo pautado y hechuras melódicas. “¿No ves que no puedes vencer? Somos heridas en tu piel, pierdes el tiempo con tus límites, es una trampa”. De hecho, lo más diferencial acabará siendo una inesperada estrofa lírica antes de la sucesión final del estribillo donde se deslizan unos coros épicos. Imposible más en menos tiempo. ‘Dale Más’ nos recibe con la batería cabalgando a pleno rendimiento en velocidad hardcoreta y un riff de guitarra cortante y muy machacón. “¿Qué más da una bala perdida? Nadie quiere este baile”. Y es que el libreto del disco pasa de la letra completa y nos ofrece sencillamente el estribillo o los versos que son carne de ser gritados con fuerza en los conciertos.
El arranque de ‘Estamos Muertos’ continúa manteniendo uno de los sellos de identidad del grupo desde sus inicios: no hay ningún segundo de cara a la galería. Ni intros ni previas atmosféricas ni nada por el estilo. A la yugular desde que suena la campana. Así, “cae la noche, muere el sol” con uno de los fraseos más desgarrados de la lista y una impresionante batería y riff entre el stoner y el metal. Aires punk para la batería de ‘No Busques Problemas’, el tema en el que colabora Rober de Bellako. “Es el miedo, sólo te contarán la mitad del cuento”, proclaman en un ejercicio que irá evolucionando a territorios más metaleros, guardando como refuerzo los coros épicos para el estribillo. Quitando las partes melódicas, es un tema de acordes y sonoridad gruesa.
La ‘cara A’ del disco se cerrará con ‘Tiembla El Destino’, una de las canciones más arriesgadas de la decena, sobre todo por un puente y un estribillo muy reposado y delicado –“Si no sabes bien hacia dónde vas, cualquier camino lleva a tu destino fijo. Siembra el camino, tiembla el destino”– más si cabe en la coda, con las voces a capela. Por si alguien sufre con esta porción de azúcar, pronto encontrará la insulina curativa con el voraz golpeo de ‘Lo Que Quieres’, que levanta un poco el pie en el estribillo, que permite respirar a la canción. A la postre es el tema más corto del álbum. ‘Vete’ presenta un fraseo breve para explotar un estribillo pegadizo y casi bailable.
El tercio final se abre con el riff intrincado y con un descomunal groove de bajo en ‘Entre Mis Manos’ que se va sacudiendo mordazas hacia otro estribillo que juega con la alternancia de la voz de Iñaki y los coros. Por su parte, ‘Viejos Perros’ tiene una de esas entradas que con un poco de arreglos electrónicos bien podrían firmar los mismísimos Ktulu. El tema tendrá espacio para un break con locución de Adolph, que para eso alerta de los reflejos siniestros que han asaltado nuestro tiempo. El cierre llegará con ‘la romántica’ ‘Química’. Un canto de amor de espera… “No puedo vivir sin ti, estoy atrapado, siempre quiero más”. No hay manera.
Lista de canciones – tracklist:
- Heridas
- Dale Más
- Estamos Muertos
- No Busques Problemas
- Tiembla El Destino
- Lo Que Quieres
- Vete
- Entre Mis Manos
- Viejos Perros
- Química
Publicado el noviembre 9, 2021 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Mosh, Vértigo. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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