Corizonas – III

Publicado por elchayi

En esto de la música cuando la excepcionalidad se convierte en rutina se acaban diluyendo los fuegos artificiales y el efectismo de la novedad. Frente a esa ‘ley de vida’ lleva peleando Corizonas desde hace ya unos diez años. Realmente, desde el momento en el que aquel cameo eventual entre Arizona Baby y Los Coronas acabó teniendo nombre propio fusionado. (Como Extrechinato y Tú, pero mejor). Tras una gira de versiones y algunas adaptaciones recíprocas (deuvedé y cedé en directo incluido), la prueba de fuego llegaría con el primer álbum de estudio, aquel antológico The News Today, que llegó casi sin descanso. Cuando ese furor comenzó a decaer, las bandas volvieron a sus proyectos para volver a los cinco años con una inesperada vuelta de tuerca… ¡pasarse al español! en Nueva Dimensión Vital. Un disco que, coincido con la opinión de la banda y me incluyo, pilló un poco a contramano a todos los que lo pasamos en grande con ellos hasta entonces. Y es que ese cambio de idioma vino aparejado con una limpieza de polvo sureño y fronterizo. Todo se hizo más sintético, más melódico, más cool, más neón. Que no digo que esté mal, pero la convivencia de unos temas y otros era tremendamente extraña. Otros nuevos cinco años después ahora llega este III que viene a ser un eslabón perdido entre ambos elepés. Mantiene el rock básico y primigenio del primero (aunque sin trompeta) pero reafirma su apuesta por el español. Un álbum en el que además tienen que afrontar la salida de Fernando Pardo, que decidió bajarse del barco y centrarse en Sex Museum y Los Coronas. Así, Corizonas parece seguir abocado a tener que reafirmarse en cada paso. Cuestión baladí porque igual que ‘los Cero‘ seguían teniendo a dios de su lado ellos tienen el talento.

Sin Pardo, son Javier Vielba (voz y guitarra) y Javi Vacas (bajo) quienes toman los mandos de la nave de la producción. Es precisamente Vielba el que se encarga de la composición de la mayoría de los temas, con apoyo puntual de Vacas en tres ocasiones y de Roberto Lozano ‘Loza’, que sigue en las baquetas. El quinteto se completa con David Krahe a la guitarra, mandolina o armónica (está claro que parece no afectarle la suma de trabajo de su incorporación a Los Enemigos) y el arizónico Rubén Marrón en la guitarra. El disco contiene las colaboraciones de Gautama del Campo al saxo en ‘Brindo Por Ti’ y de Jairo Zavala, Depedro, en la voz y texto de ‘Ilumíname’.

Con un riff y una entrada que podrían firmar los mismísimos AC/DC o The Cult, ‘Nubes Negras’ es la bienvenida del álbum. Un tema con hechuras de single inmediato, estribillo pegadizo y buenos arreglos de guitarras para poder ‘solear’ por partida doble, la primera más previsible, la segunda más virtuosa. Si ya estaba bien de guitarras la entrada no le va a la zaga el riff intrincado de ‘Todo Mal’ que suma a la ironía del texto un silbido entre despreocupado y alienígena (terreno por el que Corizonas se ha movido con frecuencia en otras ocasiones). Otro estribillo generoso completa el contenido de un continente feroz y afilado.

Con ‘Lo Intenté’ llega el que puede ser el corte más cercano a los viejos tiempos fronterizos. Un medio tiempo que sería crudo y apesadumbrado si no fuera atemperado por unos coros (“shalaleo”) marca de la casa. Lo mismo pero hacia el Nueva Dimensión Vital ocurre con ‘Amacord’. De hecho, hasta parece la declaración en clave eso de “iluminados por la luz de neón, tenemos traje para cada ocasión”. Unas rítmicas más livianas rellenan un tempo ligero de batería y bajo y el solo final, en consonancia, se presenta también lumínico.

El paso del tiempo se torna en negación en ‘No Soy Yo’, un tema que destaca por la concreción de su estribillo y por ese rebato de guitarras del fraseo musical que suena a americana de los setenta por todos sus poros. La cara A se cierra con ‘Ilumíname’, el tema de Depedro que Corizonas pasa por su túrmix de sinfonía de guitarras y tempo acelerado, casi garajero. Hasta unos pianos lisérgicos se cuelan por el tema para aumentar su intensidad psicotrópica.

‘Volveré’ navega por territorios épicos desde el arranque, con esa agitación mantenida con maestría desde la batería y esa anáfora en los versos del fraseo con el título de la canción, el empaque eléctrico del desarrollo de la canción va creciendo para vigorizar todo el conjunto. ‘El Tiempo Pasará’ ofrece el lado country más genuino, mandolina mediante. Otro nuevo lamento hacia el paso del tiempo y numerosas referencias espaciales y culturales populares como Marvin Gaye, Canned Heat o Twin Peaks. Desconozco el dato, pero hay algo en la voz que parece indicar que este tema haya sido grabado en una sola toma.

Tras el momento de fragilidad, llega la fanfarria explosiva de ‘Brindo Por Ti’, donde el saxo de Gautama del Campo le confiere un toque E Street Band muy acusado, con guiño al ‘Do You Love Me’ incluido. Como paso previo a la despedida final, ‘Si Tú Te Vas’ presenta un nuevo registro, más sobrio y grave en el fraseo y el puente, tanto que casi podría forzarse a una suerte de oscuridad post punk que la banda roza pero no termina de explotar de forma descarada y eso que al estribillo melódico vocal le arropa un riff corto y obsesivo.

Ahora sí, el cierre viene de la mano de ‘Perdido En La Galaxia’. Un corte más atmosférico e incorpóreo gracias a los ligeros delays de guitarra, el tratamiento vocal del estribillo, casi progresivo por momentos, en una mezcla que podría firmar o Pink Crimson o King Floyd.

Reescuchando el disco al completo en varias ocasiones uno viene a percibir que Corizonas (ahora sí) encuentra su naturaleza definitiva una vez sacudido el influjo inicial y el salto mortal sin red posterior. Y el resultado es un sobresaliente disco de rock incorruptible, con algunas concesiones melódicas y otros vicios reconocibles, pero sencillamente intachable.

Lista de canciones – tracklist: