Hace tiempo que Rulo (de hecho, diría que desde el primer momento que le empujaron a salirse de la foto en La Fuga hasta tener que montarse su propia historia) y su música viven en una constante dicotomía de opiniones entre quienes, haga lo que haga, le van a decir aquello de ‘antes molaba más’ (ojo, que también los hay que si no les gustaba La Fuga, que también ya de por sí tenía sus haters, menos en solitario) y quienes, siguiéndole como al flautista de Hamelín, le van a apoyar de todas, todas, haga lo que haga. Ante esta situación, casi que la inmensa cantidad de opiniones que se vierten sobre sus nuevos álbumes en solitario hay que revisarlas con la ceja a lo Sobera en Quién Quiere Ser Millonario. Sin necesidad de regalar los oídos y los ojos a nadie con la lectura de las críticas que le he hecho a sus discos, en esta casa le hemos señalado lo malo cuando lo hemos considerado así (sobre todo cuando intentó entrar en unos registros que no eran propios ni de su edad ni de su trayectoria) y le hemos aplaudido cuando también nos parecía meritorio de ello, especialmente con su anterior Basado En Hechos Reales. Como ya dije en su día, considero que si Señales de Humo fue un paso de transición algo continuista entre el grupo y su camino en solitario, Especies En Extinción fue una búsqueda más amplia en la paleta de sonidos y opciones, no siempre atinado, y El Doble De Tu Mitad fue un intento de concreción de todas las sinergias, Basado En Hechos Reales se logró el ansiado equilibrio perfecto de los mejores ‘Rulos’. Ahora llega este 5 que viene a ser su decimoquinto disco (contando los directos y los de La Fuga) con apenas 44 años. Nada mal, como me comentaba en la entrevista que le hice la semana pasada, con la que estrechamos lazos tras el gesto que tuvo con el libro de Extrechinato y Tú. Vuelve a buscar dinámicas distintas para que todas las canciones del disco ofrezcan algo distinto y también apuesta por un nuevo productor. El resultado a mí me convence, porque se apunta a encaminarse a una madurez, pero sin prisas… que a las misas de réquiem…

Como apuntaba, hay algo de búsqueda en Rulo en este disco. Aunque dice que no hay ningún rastro ni referencia a la pandemia sí que reconoce que lo vivido en esos meses cambia la forma de ver el mundo y, con ello, otra vuelta de tuerca a la sensibilidad, la mirada a lo verdaderamente importante, perder también el miedo a mostrar más la fragilidad, hasta el punto de apostar por una portada de la que dice que igual sin todo lo pasado no se hubiese atrevido.

Tras confiar la producción a Carlos Raya en discos anteriores y, en el caso del último, a Thom Russo, se barajaron dos nombres para este álbum, hasta el punto de que estuvo a punto de ser un disco partido entre dos productores. Craig Ross, mano derecha de Lenny Kravitz, y Paco Salazar, un productor habituado a lo mainstream pero también a lo más alternativo y, por qué no, transgresivo, como puede tener en espíritu esa artista incatalogable (y recomendable) que es Travis Birds.

Finalmente se quedó sólo con Salazar y es precisamente esa versatilidad lo que le ha venido a Rulo como un guante para jugar con las canciones, ofreciendo en algunas sintes ochenteros que casi recuerdan al disco divertido de Azul y Negro, pasando por aires de misa góspel, los medios tiempos marca de la casa, balddas de amor y desamor, mucho trabajo diferencial en las baterías, querencia a la americana pero también esos aires de country con sabor a tequila y ascendencia mariachi.

“Tu Mejor Versión” abre la lista con pulsión de rock creciente y clara influencia americana. El tema de hecho, y sus referencias al billar y al “Dancing In The Dark” de Bruce Springsteen tienen que ver con una experiencia real. “Confeti”, valga el símil, es una expresión de alegría rocanrolera que se sale de lo habitual con los mencionados sintes. El estribillo funciona a la perfección  y no es extraño que sea una canción que vuelve loco a su hijo Oliver. Es adictiva, pegadiza y con esos toques contemporáneos que se deslizan en los ecos vocales.

“El Plan Perfecto” representa bien lo que apuntaba sobre el empaque de baterías, con las que se ha jugado mucho en sus distintas sonoridades dentro de la diversidad a su vez en las formas. Hay una referencia a Burning con aquello del “si este sale me retiro” y también a Tarantino. Un medio tiempo marca de la casa que casi que nos prepara para la bajada de pulsaciones de “Cuestión De Fe”. Un tema en el que como Lennon en “God” o Sabina en “Lo Niego Todo”, comparte una plegaria redentora bien ambientada por las palmas (las hubiera forzado más), coros y pianos claramente gospelianos. El primer bloque se cerrará con la balada “El Día En El Que El Amor Se Rompe” donde (sí, no falta) la habitual ruta de viajes, pero con una frase dura de digerir en su despecho máximo: «mejor ceguera que volver a verte».

Junto a “Confeti” y de nuevo con puntos modernistas (casi indies en el fraseo) “A Lo Bonzo” es la segunda canción netamente rockera del disco que va azuzando con esa guitarra subrepticia durante el fraseo y una profusión de distorsión en el estribillo. Por su parte, “Persiguiendo Sombras” y “Entre Mi Siempre y Tu Jamás” reinciden en las historias de amores de vuelta (que no de regreso), la primera quizá más previsible, la segunda mucho más dinámica con esa guitarra en staccato y mucho más redonda en las melodías y armonías del estribillo, bastante luminoso para el nuevo drama.

En la dupla final, “Dentro De Una Canción” es una canción presentada ya hace año y medio y con la que Rulo vino a hacer una suerte de balance de lo recorrido y sentido hasta la fecha, con un porte y musicalidad de persona andariega. Se hace camino al andar y con la velocidad del éxito y el rock. Como tantas veces, es fácil identificarse con el estribillo: «Tuve un ataque de cordura y de intuición / cuando entregué mi alma al rock and roll. / La vida es menos aburrida dentro de una canción». El cierre viene con ese country almibarado en tequila de “De Parranda” y de ligeros arreglos Beatlelianos en todas las teclas.

Creo que Rulo firma en 5 su mejor disco hasta la fecha, desprejuiciado y naturalizado en tiempo, necesidad expresiva y sin ningún tipo de presión sobre el qué dirán. Un buen paso que le encamina poco a poco a una cincuentena que esperamos con sana curiosidad. (Aunque sin prisa, pero no por nosotros, sino porque el paso de los años duele porque perdemos a quienes alumbraron nuestra infancia).

Más de Rulo y La Contrabanda en RockSesión:

Rulo: «Si no eres exigente contigo mismo puedes acabar haciendo el mismo disco y en peor»

Rulo: «El libro me encanta. Manolo Chinato es una especie en extinción»

Rulo – Tres Acordes y La Verdad (África Egido)

Rulo y La Contrabanda – Basado En Hechos Reales

Rulo y La Contrabanda – El Doble De Tu Mitad

Rulo y La Contrabanda – Una Noche En El Castillo

Rulo y La Contrabanda – Especies En Extinción

Viña Rock 2018. Domingo, 29 de abril

Lista de canciones – tracklist:

1. Tu Mejor Versión
2. Confeti
3. El Plan Perfecto
4. Cuestión De Fe
5. El Día En Que El Amor Se Rompe
6. A Lo Bonzo
7. Persiguiendo Sombras
8. Entre Mi Siempre y Tu Jamás
9. Dentro De Una Canción
10. De Parranda