Situada en el Valle del Almanzora y a casi 100 kilómetros de la capital de provincia, la localidad almeriense de Fines albergó el pasado fin de semana la primera edición de The Juergas Rock Festival. En el cartel tres grandes referencias y atractivos para los seguidores del rock estatal: Narco, Gatillazo y Porretas. Metal, Punk y Rocanrol. Junto a ellos media docena de grupos provinciales (alguno de ellos incluso sin temas propios) que hicieron llevadera la espera entre grupo y grupo y que sirvieron de arrope perfecto a una jornada muy completa. No hubo mejor manera de celebrar el Día Mundial del Rock. RockSesión estuvo allí para ver qué tal se defendían en plazas pequeñas los tres grupos nacionales incluidos en el cartel y este fue el resultado. Fotos: Fernando Bretones.

El primer acierto, la colocación del escenario con el espectacular paisaje de fondo de la aridez de la sierra y una gigantesca grúa instalada para hacer bungee jumping (saltar, vamos). La sensación de ver a Narco, el primero de los grandes en actuar y que empezó su concierto aún de día, pasadas las ocho de la tarde, y ver ese fondo y a valientes saltando desde casi 90 metros era un espectáculo digno de elogio.

Los sevillanos se encuentran apurando (al máximo) los últimos coletazos de una gira muy cuantiosa. Están en plena forma y se les nota en las tablas y en que no hay comunidad autónoma en los que un festival no les esté llamando este verano… pero es que además llevan más de un año así. Se lo merecen y se lo han ganado. Después de unos años oscuros de barbecho, desde su regreso su fama y su directo no han dejado de crecer. Y no importa tampoco que anden medio peleados con el mundo discográfico ‘oficial’. Ellos desde la autogestión, como lo demuestra su última entrega Versiones Para No Dormir (Critica), llegan hasta el último rincón.

Por distintas circunstancias, nunca tuve la oportunidad de verlos cuando en la banda seguía Chato Chungo junto a Vikingo MD en las voces, pero cada vez me importa menos, porque estoy convencido de que es imposible que superaran la ejecución que consiguen con Distorsión Morales. Divierten y contagian con su energía escénica que se completa con una banda muy bien engrasada con la base rítmica de Amnésico y Manipulador y el ruido que es capaz la única guitarra de Diablero Díaz. Y como guinda las bases y aportes de Abogado del Diablo como DJ. Ya sea en sus formas más convencionales o en los desbarres de La Rave Del Infierno.

El repertorio del concierto fue más o menos el que vienen desarrollando en los últimos tiempos, con mucha presencia del Versiones Para No Dormir, de Alita De Mosca y de Talego Pon-Pon (pasará en breve por la crítica remember de los viernes). Apenas ‘Vizco’, ‘Kolicotrón’ y ‘A Tomar Por Culo El Mundo’ vienen de otros discos. Pero sí que hay que destacar unas cuantas inclusiones en esta tanda de verano. Han incluido temas que quedaban excluidos como las versiones de The Dead Kennedys y Kaka De Luxe, ‘Demasiado Ciego Para Follar’ y ‘Pero Me Aburro’, con las que tocaron pues el álbum completo. También recuperaron del Split con Reincidentes, La Sevilla Del Diablo la imponente versión de ‘El Cuento Del Alfajor’ (aunque parezca osado y mira que me gusta la voz de Finito, creo que han mejorado la original).

El desbarre final llegó como siempre con la turbadora intro y melodía de ‘La Hermandad De Los Muertos’ y la traca de ‘Puta Policía’ con Vikingo MD siendo llevado en volandas entre el público mientras cantaba. Un Vikingo, por cierto, que cambió su tradicional botella de JB por una de White Label y que después del concierto se tiró de la grúa y estuvo conversando más de media hora con chavales de 13-15 años. Todo un ejemplo. Después de la gira de verano Narco se encerrará a componer su próximo disco del que no pude arrancar mucho más a Distorsión Morales. Habrá que esperar a 2014.

El siguiente ‘premio gordo’ en salir fue Gatillazo, el grupo de Evaristo Páramos o, como a mí me gusta llamarlo, el patriarca del punk estatal. (Eso de rey, para otros). Hay gente que se sorprende cuando digo que Gatillazo musicalmente son superiores a La Polla (con y sin Récord). Es cierto que el mito, el momento en el que explotaron, lo que significaron para más de una generación es irrefutable, pero el empaque de sonido de guitarras, de bajo y la variedad y riqueza de riffs y ritmos que tienen las canciones con la cabecera de Gatillazo tienen mucho más nervio. Así se lo dije a Butonbiko, su bajista. Una nueva muesca de ello es su exitoso Siglo XXI (crítica), en el que vuelven a darle en el cielo de la boca a todo lo que se mueve y nos ofende.

Además de la incontinente interpretación gestual de Evaristo, destaca la facilidad para crear melodías de guitarra y voz vibrantes como ‘Un Minuto En Libertad’, ‘No Love’, ‘Bla-Bla-Blar’ o ‘La Última Patada’. Entre los momentos más celebrados, ‘Ultras’, la recuperada ‘Lucky Man For You’, ‘Otra Canción Para La Policía’ o ‘Crónicas De Un Cerdo’. En total una treintena de canciones en poco más de una hora que se desarrolló a una velocidad endiablada mientras el recinto se ponía patas arriba. Y es que la magia de Evaristo y la devoción popular hacia él en directo llevo a más de una ocasión a algún lanzado a intentar subirse al escenario para cantar con él. Hay quien lo consiguió, hay quien tuvo que vérselas con seguridad.

La terna de la cabecera de cartel se completaba con Porretas, la ya entrañable banda de Hortaleza. Entrañable porque siempre lo fue, pero ahora aún más desde que la comunión de público se reforzó tras la pérdida de un grande como Rober. Cada concierto y cada vez que los veo, se nota, sobre todo de parte del público, que celebra cada tema con fruición. Ya sean los nuevos de La Vamos A Liar (crítica), como ‘Tripis’ o ‘El Gran Engaño’ o clásicos como ‘Marihuana’, ‘Porretas’ o ‘Jodido Futuro’ (la canción siempre vigente) y con esa maravillosa emotividad de ‘Aún Arde Madrid’.

Aunque es cierto que en el álbum en estudio cuesta un poco acostumbrarse, en directo las voces de Bode y Pajarillo hacen una labor impecable y, junto al público, que se sabe casi todas, forman un trío festivo que es pura diversión. A su solvencia instrumental se suma la capacidad rítmica de Luis a la batería y también digna de mención la labor del quinto porreta, Manolo Benítez, que aporta su enorme buen hacer tanto a los temas nuevos como a los antiguos. Su capacidad para arropar canciones con su guitarra es de sobra conocida en Enemigos y con Porretas poco a poco lo está haciendo también. Ha aportado nervio y una paleta de registros mucho mayor. Así que a la diversión frecuente se ha sumado más calidad.

Desde primera fila hasta el final solo se veían caras repletas de sonrisas y gente bailando. ¿Qué más se puede pedir a un concierto de rocanrol? Pues eso Porretas lo da y esperemos que por muchos años más.

En los aspectos extramusicales, un diez para la organización que nada tuvo que envidiar a otros eventos con más solera. Desde la colocación de pantallas (me pregunto realmente si era necesario) a los lados del escenario, como el regalo de una placa en mármol con el nombre del festival y la banda a cada una de las participantes, organización de actividades paralelas como batucada, malabares con fuegos, zona de refrigeración, presentadora entre actuación y actuación (llevaba tiempo sin ver algo así en un evento de estas características), así como en el trato entre bambalinas y todo lo demás. Impresionante.

De diez también para las tres bandas que aceptaron de buen agrado el regalo que quisimos hacerle desde RockSesión, nuestra camiseta. Para Distorsión Morales y Vikingo MD de Narco. Para Evaristo de Gatillazo y para Pajarillo (que hasta subió con ella escena, gratitud eterna) y Luis de Porretas. (Que se adelantó velozmente a Bode). Un gran honor.

Apostamos por la continuidad del festival. Allí estaremos.

Aquí tenéis el cartel completo con las bandas provinciales, para que os suenen si van a tocar cerca de vuestra ciudad.

(PD: La Madre finalmente no tocó, tal y como me informó la organización a las 18.00 horas).

(PD2: Siento las decepciones por no haber comentarios del resto de bandas. Pero nuestro trabajo era hacer la cobertura de los grupos nacionales y no vimos lo suficiente como para hablar con justicia. Más vale la honestidad que inventárselo. Si hubiésemos ido acreditados como medio local sería otra cosa. Como es lógico).