Obús. Madchester Club. 26 de noviembre
Obús está a punto de conmemorar su 35 aniversario. El próximo mes de enero, concretamente el día 21 en La Riviera madrileña. Un directo que será grabado en DVD, como también lo fue el del 30 aniversario. Aunque esta vez será más salvaje, con 35 temas, alguno de ellos nunca interpretados en vivo, sin duda hay algo de, sino falta de originalidad, sí ser plenamente consciente de que, a día de hoy, la entrega en el escenario (¿o siempre fue así?), es lo mejor que puede ofrecer el grupo y, además, con un nivel que poco difiere de sus momentos más gloriosos. (Las comparaciones con la banda ‘rival’ son odiosas y hasta desternillantes). Rodando una máquina que ya de por sí funciona sola, la sala Madchester Club recibía este sábado a Fernando Montesinos al bajo, Carlos Mirat a la batería, Francisco Laguna a las seis cuerdas y por supuesto a un Fortu Sánchez que es desde hace un tiempo almeriense de adopción, con casa propia tras estar un tiempo de alquiler. Eso hizo que, además de que la sala de por sí es de tamaño medio, hubiera muchos invitados (hasta sus vecinos) que hicieron del concierto algo más familiar si cabe. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos)
Aunque muchos de los grupos que pasan por la Madchester Club los he visto ya en numerosas ocasiones, he de reconocer que lo que más me atrae es ver a las bandas desenvolverse en una sala que no llega a 300 personas de aforo, de escenario incómodo, de cuerpo a cuerpo. Nada que ver con los grandes festivales de escenarios elevados y amplios. En esa brega lidian todos, algo quizá a lo que ya muchos ni siquiera están acostumbrados. En el caso de Obús no tenía duda de que saldrían reforzados y campeadores del reto porque siempre han sido un grupo de calle.
Fortu ejerce de estrella. Lo hace porque se lo cree y porque en parte tiene derecho a creérselo. En primer lugar porque el sábado dio una nueva muestra más de que su voz sigue siendo un portento. Anticuada o circunscrita a una época, puede ser, pero con una entereza que ya quisieran grupos de su generación. Pero es que, además, lo hace de la manera más feliz posible: no duda en posar en selfies mientras está cantando, en saludar a todos y cada uno con los que cruza la mirada, en que el brillo salga de sus ojos cuando el público termina un estribillo o danzando sobre el escenario sobre el que acaba haciendo el pino.
El repertorio de la noche fue el que, llevándolo al territorio quinielístico, daría poco dinero en las casas de apuestas. Es decir, casi todo lo esperado, con algún recorte. Con el concierto de tres horas y media y 35 canciones a la vuelta de la esquina quizá podía esperar alguna que otra sorpresa que no hubiera escuchado con anterioridad, un ensayo con público, por decirlo de alguna manera. Pero eso no llegó. En lugar de probar cosas la banda lo que hizo fue entregarse a la colección de éxitos, a no a exigir a un público que, por otra parte y como comentaba más arriba, estaba alguno de ellos por cortesía al nuevo amigo y vecino que porque fuera a dejarse la garganta en el envite.
Con una base rítmica demoledora, como una locomotora pasando por tu cabeza a piñón fijo, Montesinos y Carlos Mirat descerrajaron un empaque sobre las que atronarían ‘Juego Sucio’ y ‘Más Que Un Dios’ en el inicio. Más suelta, ‘Necesito Más’ empezó a desentumecer oídos y cuerpos de edad media alta, puristas y puretas de épocas pretéritas entregándose a la pasión que siempre queda. Así, la speed metalítica ‘Pesadilla Nuclear’ sonó bastante descabalgada, mientras que ‘Te Visitará La Muerte’ mejoró el tono.
El dedo corazón hacia arriba sirvió para enlazar la amenaza con el imperativo. ‘Que Te Jodan’ levantó los ánimos del respetable, que no paraba de soltar flashes a diestro y siniestro como si no hubiera un mañana. Las más antiguas ‘El Que Más’, rebosante de ese extrarradio delincuente dibujado por el cine kinki de los ochenta, y ‘La Raya’, sonaron con el poso que le dan sus décadas de historias. También la hardrockera (una debilidad personal) ‘Autopista’, con ese fraseo tan adictivo ese estribillo tan sencillo, pero excitante.
Llegado ese punto era el turno para la única balada de la noche, ‘Complaciente o Cruel’ en la que Fortu invitó a escena a sus vecinas, a alguna voluntaria y a su gran amiga de su lado más VIP y showman televisivo, la almeriense Mar Segura. Tras ella, era el momento de tocar a rebato y encarar la recta final con ‘Corre Mamón’ y ‘Dinero, Dinero’, antes de las dos joyas de la corona. Tras ese solo más que trillado desde los tiempos del famoso directo grabado en el Palacio de los Deportes del 87, se vino al aquelarre el ‘Prepárate’ colectivo. El himno dio paso a la presentación de músicos donde, como siempre, destaca el solo de batería de Mirat con la escalera y el discurso fraternal y sincero de Fortu hacia Paco.
Para terminar, aún restaba la rockera ‘Vamos Muy Bien’, que terminó de encender las gargantas por última vez, antes de volver a la barra y decir, medio afónicos, “necesito más… cerveza”.
Repertorio – setlist:
- Juego Sucio
- Más Que Un Dios
- Necesito Más
- Pesadilla Nuclear
- Te Visitará La Muerte
- Que Te Jodan
- El Que Más
- La Raya
- Autopista
- Complaciente o Cruel
- Corre Mamón
- Dinero, Dinero
- Prepárate
- Presentación
- Vamos Muy Bien
Publicado el noviembre 29, 2016 en Crónicas Conciertos y etiquetado en Carlos Mirat, Crónicas Conciertos, Fernando Montesinos, Fortu, Fortu Sánchez, Madchester Club, Obús, Paco Laguna. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Mismos temas que tocaron en Huércal de Almería hace tres años, aunque aquella vez tocaron dos temas más, llevaban algo de montaje escénico y fue gratis, pero también ya se hizo faranduleo con Mar Segura, quien parece que se ha abonado a las actuaciones del grupo de Fortu y Paco, y no me parece mal que vaya a los conciertos, pero si cada vez que va a verlos tiene que salir al escenario… mejor que lo hagan en Tele Circo.
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