El Toubab – Vivir La Vida Con La Bohemia
Jaume Blanc, El Toubab, es todo un trotamundos de la música. En los últimos años ha recorrido toda Europa y varios países africanos, asiáticos y americanos, tocando en la calle y bares… Y también en cárceles, a lo Johnny Cash. También escribe y graba ideas, a lo Manu Chao, en sus viajes por el mundo, como aquel tema instrumental ‘Chain Gang Train’, compuesto en plena gira de presentación de su álbum Viaje Sin Retorno, en los viajes en trenes por Canadá con el vietnamita Vi An Diep y el norteamericano Matt Hatson. Porque otra de las cosas que caracterizan a El Toubab es la constante interrelación con compañeros de la música. Y digo compañeros, porque es así como entiende la vida alguien cuya maleta es una guitarra y poca ropa. Ya en Sonido de Monedas contó con la colaboración de dos tótems del rock nacional como Rosendo (paciencia, ya se viene su nuevo directo) y El Drogas (paciencia, pronto estará mi crítica a su disco quíntuple). Ahora, en este Vivir La Vida Con La Bohemia revisa un año después todos y cada uno de los temas de su álbum Vivir La Vida, acompañándose en cada uno de ellos por un amigo. Sergio Velandia de En Vela, Juantxo Skalari, María Camargo de Real de Catorce, Jaime Asúa, Aurora Beltrán, Xavi Ciurans de Gertrudis, Fernando Madina de Reincidentes, José Arbulú de Cementerio Club, Mai Medina de Ciclonautas, Kutxi Romero de Marea…
Y sí, consigue El Toubab que su música tenga sabor a mundo. Y no porque para ello tenga que marcarse una cumbia, un corrido o unas percusiones africanas. Se nota en ‘la bondad’ de quien es capaz de escribir sin apego a lo material (pero de verdad, no por puro panfletarismo político) y de quien ve la vida con otros ojos. Con el romanticismo de quien ve en las canciones un denominador común que une personas y sentimientos. Un rocanrol de toda la vida, limpio, honesto, a veces con tendencias poperas, otras más urbanas, otras algo mestizas, pero siempre con una transparencia de los más elogiable y, casi quizá lo más importante, sin ningún ánimo de pompa y grandilocuencia. Un hacedor de ritmos, estrofas y estribillos (textos a medias con su hermano Didac), que no se esconde en citar en sus textos numerosas referencias a otros artistas y canciones, como veremos.
Como casi todo, eso sabe mejor con amigos y el primero en aparecer es Sergio Velandia de la banda colombiana En Vela. La panamericana, noches de Barranco y guiño a ‘La Flor de la Canela’ asaltan en la declarada ‘Amor Por El R’n’R’, que tiene algo de misiva, a lo ’20 de Abril’: “qué estarás haciendo tú mientras canto esta canción, espero que seas feliz”. En ‘Canciones Prohibidas’ la referencia es para el ‘Maldito Duende’ de Héroes del Silencio. De la colaboración destaca lo bien que le sienta a Juantxo Skalari salir de sus habituales formas ska, para firmar una sobresaliente interpretación en un bello medio tiempo.
Sabor a tequila para la optimista ‘Aprendí a Ser Feliz’, con la voz de María José Camargo, de los mexicanos Real de Catorce, toda una institución del Blues Rock en el país azteca, desde mitad de los ochenta. Otra de las sorpresas del álbum la encontramos en el ‘Hotel Lavapiés’ donde Jaime Asúa aporta un punto sureño a una canción urbanita, sin olvidar cómo una canción libera con tres acordes: para ti, para mí, para el rocanrol. La primera parte del álbum se culmina con la gran joya: la voz poderosa y recuperada de Aurora Beltrán en ‘La Cárcel’, puro desencanto.
Más animosa arranca la segunda parte, con los abrasivos metales de ‘Para Toda La Vida’, el rock más fluorescente de la lista, con reconocimiento a Xavi Ciurans, de Gertrudis que, como Skalari, sale de su zona de confort de rumba catalana. Perú, Ecuador y Colombia se unen en ‘La Frontera’ tema, este sí, muy a la medida del reincidente Fernando Madina. Un estribillo y trompeta cantinera alivian la pena de un tema donde cantar vuelve a ser lo más importante.
El viaje sigue en todos los sentidos con ‘Inmortales’, donde nos recibe en esta ocasión José Arbulú, vocalista de los peruanos Cementerio Club, que aquí firma el corte más rudo y directo de la decena. ‘Buenos Aires – Barcelona’ hace volar por recuerdos a Fito Páez, Fito Cabrales, Calamaro o Fabulosos Cadillacs, con la inconfundible voz aguardentosa de Mai Medina, de nuestros queridos Ciclonautas, un emotivo medio tiempo que Maradona completa en su argentinidad plena. El cierre lo pone la balada de soledad ‘Galeano y Krahe’, con Kutxi Romero como compañero. Dos genios como Eduardo y Javier, uruguayo y madrileño, talentos inabarcables unidos por el año de defunción.
Vivir La Vida Con La Bohemia, un viaje de paz.
Lista de canciones – tracklist:
- Amor por el R’n’R (con Sergio Velandia de En Vela)
- Canciones Prohibidas (con Juantxo Skalari)
- Aprendí a Ser Feliz (con María Carmargo de Real de Catorce)
- Hotel Lavapiés (con Jaime Asúa)
- La Cárcel (con Aurora Beltrán)
- Para Toda La Vida (con Xavi Ciurans de Gertrudis)
- La Frontera (con Fernando Madina de Reincidentes)
- Inmortales (con José Arbulú de Cementerio Club)
- Buenos Aires – Barcelona (con Mai Medina de Ciclonautas)
- Galeano y Krahe (con Kutxi Romero de Marea)
Publicado el octubre 17, 2019 en Críticas Discos y etiquetado en Aurora Beltrán, Críticas de Discos, El Toubab, En Vela, Fernando Madina, Juantxo Skalari, Kutxi Romero, Marea, Reincidentes, Vivir La Vida Con La Bohemia. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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