Cobardes – Ceniza y Viento
Publicado por elchayi
Igual que en el mundo de fútbol cada vez que sale una joven promesa de diez, doce, catorce o dieciséis años la prensa deportiva se afana en saltar rápidamente a poner el titular de “el nuevo Messi”, el mundo del rock and roll tiende a buscar sustituyo y heredero a ‘los reyes’ de manera incansable. Así, y reconozco que, aunque poco, también tengo un porcentaje de culpa, bandas como Extremoduro, Marea o Platero y Tú llevan teniendo sucesores en los últimos quince años a tutiplén. El último en engrosar esa inagotable lista de, por cierto y por desgracia, bonitos juguetes rotos en el olvido con el paso del tiempo, es Cobardes, que luchará con riffs, fraseos y estribillos pegadizos para no acabar en el mismo cajón desastre. ¿Herramientas para ello? La notoria y palpable ausencia de delirios de grandeza. No hay un derroche de originalidad en la lírica ni en las formas, pero lo que hay está muy bien conseguido, el golpeo es contundente desde la segunda escucha y conecta con otros grandes escoltas que llevan mucho tiempo consolidados en el género. Como en todo, el tiempo marcará la trayectoria de la evolución y la altura de su gráfica pero, por el momento, Cobardes cumplen con valentía el reto de los titulares oportunistas, El Dromedario Records mediante.
Cobardes se formó en 2016 y fue en 2018 cuando comienzan a dar que hablar tras imponerse en dos certámenes, Avetoro Fest 2018 y Encuentros de Jóvenes Artistas, este último organizado por el Gobierno de Navarra. Cobardes es un cuarteto que está formado por Javier Janices ‘Cordobés’ a la voz y guitarra, Íñigo Idoate a la batería, Ibán Sánchez al bajo e Íñigo Álvarez en la guitarra. Ceniza y Viento fue grabado, mezclado, masterizado y producido por Kolibrí Díaz en los Estudios Sonido R-5 de Orikain (Navarra) durante los meses de octubre y noviembre del pasado 2019. La música de todas las canciones que conforman esta ópera prima están compuestas por la banda, mientras que las letras son obras del vocalista, Javier Janices. El diseño corre a cargo de Iosu Berriobeña y las imágenes son de Álex Sanz.
Para la ocasión la banda ha contado con tres colaboraciones de auténtico lujo: Iñaki ‘Uoho’ Antón, el propio Kolibrí Díaz de Marea y Rulo. Precisamente, es el guitarrista bilbaíno el que abre el disco con el inconfundible sonido de su guitarra, con una entrada disfrutona, entre AC/DC y los Quo, y ese desarrollo lírico-emotivo tan rítmico y vibrante. Sobre ese armazón, un rock de tempo elegante. Eso sí, salvo excepciones, casi todas las canciones son un dardo ardiendo de amores con finales errados. ‘Rodeada de Idiotas’, por tanto, no lo es. En ‘Mis Tacones’, con Kolobrí, encontramos un medio tiempo de aire melancólico pero ilusionante, un canto de superación de violencias machistas. “Hoy sacaré valor, no hay nada que perder, hoy me siento tan libre, tan libre…”. El tema destaca por la sutileza de acústica, los arreglos de cuerdas de José Ignacio Moreno y un bonito crescendo.
‘Romeo y Julieta’ tiene hechuras claras de single, tanto que fue elegido como el primer videoclip del proyecto. Además de lo bien hilvanado de letra y estribillo, destaca el buen espacio dado para el desarrollo musical, lo que viene a diferenciarse de la habitual costumbre de las bandas de rock poeta por abigarrar el tema de texto y no dejar aire para la música. En la misma línea, ‘Un Millón de Amaneceres’ apunta una variedad en la sonoridad de guitarras entre fraseos y una estructura dual de hombre/mujer que también tiene su punto. Enérgica también completa la triada ‘Princesa En Paro (busca cuento)’ que, de alguna manera, nos evoca aquel “musa en paro busca poeta” de Antílopez. Es el tema más corto de la lista y, posiblemente, el que más evoca a los dos primeros discos de, ahora sí, Marea.
En el punto central del disco ‘Cielo Gris’ es una de las más musculosas y ricas en las texturas formales, con hechuras de gran canción, con una historia de desencanto rutinario, pero con el halo de luz. ‘Perdimos Contacto’ viene a hacer evidente uno de ‘los vicios’ de la forma de escribir de ‘Cordobés’, que usa la interpelación “dime” en varias canciones. Pecata minuta, Rulo lleva más de diez discos tirando de enumeraciones de símiles. Justo Rulo aparece en ‘Un Verano Sin Sol’ donde, eso sí, desde que abre la boca y entona eleva el nivel de la canción a una altura superior. La magia del calor que tiene su voz entre distorsiones y tempos de golpeo fuerte y veloz. Quizá por lo que se le echa de menos en esos registros, sin quitar valor por ello a la senda emprendida.
En el tramo final, ‘Vete’ descerraja otro canto repleto de amores cruzados y encontrados, de reproches y avisos de decisiones erróneas. ‘Negro Mar’ es la balada, con sus seis letras, del álbum. Melódica y con armonías dobladas, pasa por ser la interpretación más ‘imperfecta’ del conjunto, desequilibrio medido. El cierre, no podía ser sino con otro rocanrol ágil, con carácter corolario, ‘Rozando La Locura’, que viene a sintetizar el aura temática del álbum… el tú te lo pierdes.
Así, Cobardes cierra un disco con buenos detalles, de escucha familiar y con el suficiente empaque como para confiarles la pestaña de seguimiento para ver su evolución futura.
Lista de canciones – tracklist:
- Rodeada de Idiotas (con Iñaki Antón ‘Uoho’)
- Mis Tacones (con Kolibrí Díaz)
- Romeo y Julieta
- Un Millón de Amaneceres
- Princesa En Paro
- Cielo Gris
- Perdimos Contacto
- Un Verano Sin Sol (con Rulo)
- Vete
- Negro Mar
- Rozando La Locura
Publicado el marzo 16, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en Ceniza y Viento, Cobardes, Críticas Discos. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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