Néstor Rausell y Los Impostores – Placeres Vacíos
Suma y sigue Néstor Rausell forjando una sólida y coherente trayectoria en solitario, pese a su juventud, después de que saliera de Stuntmen para liberarse de los corsés que impone siempre una banda y que se diluyen cuando te plantas con tu nombre propio y un grupo acompañante (sin importar que muchos de esos músicos sean también del grupo anterior). Como ocurriera en Carreteras, que me dio buenas sensaciones como di testimonio hace poco más de dos años, Rausell se acompaña para la ocasión del cuarteto formado por Cristian Quílez y Jorge Ruiz a las guitarras, Dídac Corbí al bajo y Niko Fernández a la batería y, corto y al pie, Placeres Vacíos viene a ser considerado como su primer larga duración aunque se quede en menos de treinta minutos y los ocho temas. (Eterno debate sin solución sobre el dónde están los límites de una y otra cosa). Si entonces elogiábamos su capacidad para aligerar la pesadumbre del terreno del rock de autor sin por ello tener que fruncir el ceño para “hacer crecer a unos de esos solistas del rock a los que parece que siempre se les pide más autenticidad que al resto, además de doctorados en folk, americana, bluegrass, country, blues, etc”, este Placeres Vacíos consigue el mismo efecto, si bien aumenta la graduación etílica, con mayor peso en la distorsión y mayor velocidad y hedonismo en las formas. De nuevo, recomendado.
Néstor Rausell y Los Impostores son un ejemplo más de la escuela valenciana del rock más clásico (que no todo van a ser clones de Obrint Pas y La Raíz, con vientos, trompetas y síncopas con fraseos rapeados). Los Perros Del Boogie y después Los Zigarros, Uzzuhaïa y después Corazones Eléctricos son buena muestra de ello. Toques melódicos en la voz que se vuelven adictivos, como los de los Tormo y Monteagudo, formas que se mueven entre la solidez del rock, la accesibilidad bien entendida del pop (vía M-Clan, no salimos del Levante ni del Mediterráneo) y un roll disfrutón que le da un punto clásico que lo mismo nos lleva por Berry, que por Richards.
‘Sendero’ abre la lista con un golpeo directo al mentón que se desvela como un tema de los grandes a la segunda escucha, con unos cimientos que son denominador común: un juego a tres guitarras donde las distorsiones coquetean en distintos grados, a veces luminosas, en otras, de querencia acústica, con estribillos generosos y pegadizos. No parece casual que el tema, por su conexión titular con ‘Senda’, tenga algo de toque bunburiano. ‘Bosque’ conquista con su fraseo más limpio, de desarrollo creciente, con un estribillo más intenso hasta devenir en casi rabia final, tras otro buen correcto y certero solo de guitarra.
Más oscura, con una buena línea de bajo, ‘Lobo’ nos conecta con ese romántico cancionero y forma de empacar las canciones de calidad a finales de los ochenta y principio de los noventa, género en peligro de extinción en nuestros días. Las teclas ponen el brillo necesario para un corte sobresaliente y, “venga, date prisa, que ya es casi luna llena”. Pero es que el nivel no decae ni en ‘Ida y Vuelta’ ni en ‘Castigado Sin Salir’, los dos cortes más inmediatos y carne de directo. El primero con un notable estribillo de sabiduría empírica, el segundo como un mantra de rock eterno. “Llamaré haciendo rock desde el infierno, espero no se vaya a cortal. Rock and roll por skype, Lemmy 2.0”.
Ligeros aires de americana en ‘Tiempo’, más sobria y con unas omnipresentes teclas que compensan la ligereza armónica de un cuerpo de guitarras menos distorsionado. ‘Fiesta de Disfraces’ es el ‘roll’ más acentuado de todo el metraje, juguetón y desenfadado, como un guante a la tesitura vocal de Rausell que también por momentos nos puede recordar a la sonoridad de José Antonio García de 091. El cierre lo da ‘Sin Control’, versión de un tema de los citados Stuntmen, lo que se percibe en las guitarras más gruesas del conjunto, pero llevado a la identidad de Los Impostores. Colofón a un disco que nos confirma en lo creíble y sólida de la propuesta de Néstor y los suyos.
Lista de canciones – tracklist:
- Sendero
- Bosque
- Lobo
- Ida y Vuelta
- Castigado Sin Salir
- Tiempo
- Fiesta De Disfraces
- Sin Control
Publicado el octubre 1, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en Carreteras, Críticas Discos, Néstor Rausell y Los Impostores, Placeres Vacíos. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
senderos es un temazo! es un sonido que motiva mi proyecto gustavo woltmann music