Polanski y El Ardor – Chantaje Emocional (1983)

No me llevo demasiado bien con las verdades absolutas. Aplíquese a cualquier ámbito de la vida. En el musical, y a lo que este disco en particular respecta, una de las que me afano en contradecir es la que desprecia por sistema La Movida (tampoco es la primera vez que hago referencia a ello, ni a buen seguro será la última, porque me queda mucho de los escribir de aquella ‘hornada’). Claro que, del lado contrario, no significa esto que me lance a encumbrarla. Sencillamente, como en cualquier movimiento cultural o social, hay cosas livianas, otras aceptables, otras notables y otras que merecen ser recordadas y apreciadas. A cada cual lo que trascienda. Como pasa con el rock urbano, con el RRV, con el rock progresivo, el rock poeta o, incluso, el indie. No, no hay verdades absolutas a la hora de valorar un movimiento y las bandas que en él ‘se meten’. Porque también es cierto que hay veces que, por simplificar los esquemas mentales, todo va al saco, sin distinción, y eso tampoco. Que no es el caso que nos ocupa, porque Polanski y El Ardor (con i latina, que la y de la portada es casi como la doble SS de las Vulpes, un invento) sí son hijos de pleno derecho de La Movida. Y de algunas cosas más.

En primer lugar aclararé que los he tenido en lista mucho tiempo. El hecho de que la semana me haya salido bastante punk y que Evaristo cuenta una mínima anécdota de ellos en su anecdotario de La Polla Records, Qué Dura Es La Vida Del Artista, del que he escrito hace unos días, ha hecho que no haya mejor momento que este viernes.

Polanski y El Ardor nace en 1981 y el grupo era una descarnada revisión de la oscuridad propia del post punk. Territorios tenebrosos, guitarra muy metálica y distorsionada, voz cavernosa, batería de golpeo crudo y un bajo poderoso. Con el paso de los años, tampoco demasiados, hay que tener en cuenta que el grupo lo deja en el verano de 1984, la banda va puliendo sus matices, incorpora un saxo tenor (una de las cosas que les diferencian del resto de grupetes varios y, precisamente, protagonista de la anécdota que cuenta el citado Evaristo en sus desmemorias) y, aunque mantiene su corte siniestra, lo hace sin caer en la pose maldita de Parálisis Permanente, ni en la posturera de Alaska, ni en la más bohemia de los primeros Gabinete Caligari.

Este disco sale en 1983 y pasa por ser único larga duración después de la coincidencia de un single con varios temas, un maxisingle y otras cosas de la época. Víctor Manuel Muñoz a la voz y guitarra, Sebastián Durán al bajo, Carlos Álvarez en el saxo y Pejo en la batería fue el cuarteto ‘titular’. La producción corrió a cargo de Paco Trinidad.

El álbum se abre con un soniquete de bajo de lo más característico y la historia histriónica que aprovecha la simbología bélica de ‘Cruzando El Rubicón’. La melodía de guitarra y los aportes de saxo son bailables e inconfundibles. Sin escapar a la moda extendida en los ochenta (se puede ver desde Siniestro Total a Obús), el miedo al mundo orwelliano tecnológico por un lado y a una guerra mundial que reviente todo se desliza en numerosas canciones. ‘Las Venas De Mi Amigo Están Ardiendo’ es un claro ejemplo de la primera de esa visión apocalíptica: “han hecho un agujero en su cabeza, es la revolución genética”.

Así, llegamos a su canción más conocida, ‘Ataque Preventivo de la URSS’, leit motiv de la época. La ‘atracción’ rusa ha inspirado otras joyas irónicas como el Surfin CCCP firmado ‘a pachas’ por Siniestro Total y Os Resentidos. Una maravilla. La ironía máxima llega en ‘Negra’ (bautizada en el single anterior como ‘Y No Usa Laca’), una canción que no pasaría la tiranía de la corrección política de nuestros días, ni por atentar contra la mujer, contras las personas negras, contra la imposición de la belleza y seguro que con algo más. Dos temas insignia de la banda, mientras que ‘El Espía’, más ignorada, me parece una de las más soberbias con ese riff principal desenfadado, sobre el que un saxo y una batería muy rítmica le dan mucho rollo al asunto, inspirado en la novela de John Le Carre. La ‘Cara A’ se cerraba con ‘Yo Le Hacía El Amor de la Forma Más Aburrida’, un aquelarre rítmico de lo más oscuro, tipo Bauhaus. La sordidez es creciente y no deja de sorprender en cada escucha. Tomado con perspectiva, no me extraña que mucho universo sonoro de Corcobado y Los Chatarreros de Sangre y Cielo venga de este desbarre.

Más guerra fría en ‘Cielo Rojo Sobre Poznan’, que quizá se pierde con excesivos cambios de tempo. Por su parte, ‘Chantaje Emocional’ viene a ser ‘lo más serio’ que despacha el grupo en su corta trayectoria, dejando un gusto de oportunidad perdida. Hay quienes incluso han citado esta canción en numerosas ocasiones como influencia de la primera época de Héroes del Silencio. Podría ser. En ‘Ahora Que Mis Sueños Van Cayendo Uno Por Uno’ nos enerva la soporífera y voluntaria desidia vocal y del ritmo. Después el indie menos recomendable (el del malo) haría discografías y algún festival así.

Catalepsia’ volvemos a los ritmos pintureros aunque el conjunto es bastante discreto, teniendo ese dudoso pero necesario honor de ser considerado ‘un tema de relleno’. El cierre lo pone ‘Azul’, una canción que si la pinchas a algún despistado, se puede creer que es un incunable de Lori Meyers, por la similitud vocal. Así que, en suma, grupo muy influyente para la poca producción que tuvieron.

Hay que recordar que Polanski y El Ardor lo dejó después de componer los temas para un segundo disco, que iba a ser liderado por ‘Bailando En El Alambre’, que fue excluido de esta edición a posta, y que se editó en single post-mortem. Las dudas de los componentes, estimadas como una falta de poder de decisión, sumado a que, por lo visto, no caían bien a otras bandas triunfantes ‘de bien’ de la época o delirios como conciertos de más de dos horas, les hizo dejarlo.

Su tono triste tuvo continuidad hasta en los proyectos musicales que tomaron después, que tampoco hicieron nada de especial de relevancia.

Siempre nos quedará volver a este disco.

 

Lista de canciones – tracklist:

  1. Cruzando El Rubicón
  2. Las Venas De Mi Amigo Están Ardiendo
  3. Ataque Preventivo de la URSS
  4. Negra
  5. El Espía
  6. Yo Le Hacía El Amor de la Forma Más Aburrida
  7. Cielo Rojo Sobre Poznan
  8. Chantaje Emocional
  9. Ahora Que Mis Sueños Van Cayendo Uno Por Uno
  10. Catalepsia
  11. Azul

 

Publicado el marzo 15, 2019 en Críticas Remember y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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