The Buyakers – Donde Caben Dos…
…cabe la Asociación Musical y Cultural de la Banda de Música de Puertollano. El ‘sueño’ de muchas bandas de rocanrol realizado por una banda (relativamente) novel. Los manchegos The Buyakers, a quienes en esta casa seguimos la pista desde sus inicios, con Empieza La Función y El Bar de los Muertos, se dieron un autohomenaje el pasado 22 de diciembre (sí, el día de la Lotería de Navidad), llevando su repertorio (todavía no muy extenso) a territorio sinfónico y, para que todo sea más tróspido y trémulo, en el Auditorio Pedro Almodóvar. Así, sobre el escenario, los ocho componentes de The Buyakers, cuatro coristas y más de 60 músicos de la banda, dirigida por José Manuel García Pozuelo. Como resultado, un disco/DVD en directo que sorprende por la naturalidad y humildad con la que se pone en escena y se ejecuta un repertorio que deja más claro si cabe que es un grupo a los que tener una mirada de simpatía. Confiriéndole el lado sinfónico unos arreglos que refuerzan ese carácter visual que tienen sus canciones, casi todas propias de banda sonora, con un fino humor, con un rock limpio, matices de blues y algo de canalla.
La voz de The Buyakers, también guitarra, corre a cargo de Sergio González ‘Suko’, nombre que a más de uno le sonará por su faceta como monologuista y guionista aunque, como apuntaba, aquí el humor está mucho más contenido y en ningún caso el grupo traslada la barrera hacia territorios donde viven bandas como Mamá Ladilla, Los Petersellers, Lendakaris o Mojinos, por echar unos cuantos nombres. Su compañero a las seis cuerdas es Víctor Mohedano, Fernando Ortega se encarga del bajo, Gregorio Merchante de la batería, Pablo Cobos de los teclados, Carlos Mazoteras del laúd y Jonathan Blanco y Fernando Fernández de la trompeta y trombón, respectivamente. Para la velada, se sumaron a los coros gospelianos las voces de Alba Duque, Patricia Ortega, María Gómez y Laura Vázquez.
Las evidentes conexiones de The Buyakers con el cine se manifiestan desde la entrada, con la ‘Intro’ puramente Ennio Morricone. El toque polvoriento del western se traslada a ‘Cuatro Vientos’, piedra de toque efectiva en su compás festivo y esos coros tan ‘piel roja’. Una jarana que tiene continuidad, tras la instrumental ‘Velatorio En El Bar’, con ‘El Bar de los Muertos’, cuyo toque cabaretero recuerda al aquelarre de Burton en ‘Morir, Hay Que Fallecer’ de La Novia Cadáver. El rock más limpio, de lógico pero adictivo desarrollo y muchos matices, se abre en ‘Interesante’ que gana hechuras de canción grande tanto por la melodía vocal como por la épica que le da la banda sinfónica. Tras el pequeño éxtasis, llega el pequeño ‘interludio’ de ‘Silencio’, un pasodoble instrumental, tan propio de las bandas que pueblan los pueblos, valga la redundancia, de nuestro país. Os lo dice además alguien que tiene que cubrir con frecuencia conciertos de la Banda Sinfónica de mi ciudad (no confundir con la Orquesta, que también).
‘En Dirección Contraria’ es la primera de las tres miradas hacia atrás que se marca The Buyakers en el álbum y que, arrancando como una balada o medio tiempo, nos regala un excepcional crescendo que levanta la ovación del respetable. ‘El Listo’ recuerda el personaje dibujado por ‘El Auténtico’ de Ska-P, puro cuñadismo enterao que tiene su continuación hedonista (¿será por el deseo de muerte?) en la claramente deudora de la tradición funeraria de Nueva Orleans, ‘Neworleakers’.
Pero como vengo apuntando, The Buyakers son mucho más que gracietas. ‘Para Qué Canto Un Blues’ es un ejercicio de estilo nada apelmazado (gran problema de tantos y tantos grupos), con una excelente aportación del coro femenino en su coda. Entre la nostalgia y la esperanza nos presentan su ‘Payaso Triste’, que tiene un break de teclas muy propio de la escuela New Jersey. El tópico canto a la carretera y la música vuelve a sacar las sonrisas y los bailes en ‘Locos de Atar’, de riff y arreglos de metales stonianos.
‘Ahora Que La Luz Ya Se Apagó’ suena más desgarrada si cabe que en su versión de estudio. Pura elegancia crooner antes de despedirse con la canción que los situó en el mapa, ‘No Somos Tarantino’ (más cine) con su guiño a ‘Misirlou’, para terminar con ‘Yo & Misko Legas’, la gran fiesta final que, si ya de por sí era de lo más divertida, tiene su punto cómico al ir abandonando los buyakers el escenario mientras la sinfónica continúa con el ritmo skatalítico.
Hay quien pone colores al humor, extrapolándolo a la música, The Buyakers es un excelente ejemplo de rock blanco, casi transparente, sin malicia ni dobles intenciones. Tan gustazo como el de hacer un aperitivo largo en el que te invitan los del bar en la última ronda y, claro, no te vas a ir con ‘la invitá’. Nos vemos en la siguiente.
Lista de canciones – tracklist:
- Intro
- Cuatro Vientos
- Velatorio En El Bar
- El Bar De Los Muertos
- Interesante
- Silencio (Pasodoble)
- En Dirección Contraria
- El Listo
- NewOrleakers
- Para Qué Canto Un Blues
- Payaso Triste
- Locos De Atar
- Ahora Que La Luz Ya Se Apagó
- No Somos Tarantino
- Yo & Misko Legas
- El DVD incluye making of y fotografías varias.
Publicado el mayo 28, 2019 en Críticas Discos y etiquetado en Donde Caben Dos..., The Buyakers. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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