Carlos Chaouen – Refugio

 

Puede parecer incomprensible que un autor tan considerado por el público como Carlos Chaouen venga a afirmar que ninguno de sus siete discos anteriores sonaran como él quería (recomendable entrevista en Efe Eme). El artista gaditano viene con las tintas y las guitarras cargadas en Refugio, su octavo trabajo discográfico de estudio, el primero que sale de la mano El Dromedario Records, que también publicó hace un par de años el recomendable directo recopilatorio 7.300 Días. Sea por sus compañeros ‘de vivienda’ o porque a los 45 años y tras 6 sin publicar nuevas canciones, cada vez tiene las cosas más claras, este Refugio pasa por ser el más genuinamente (como la marca de tabaco) rockero disco de Chaouen. Lo hace además acompañando la lógica descarga energética con una colección de letras en la que hay un profundo trasfondo vitalista y, casi rozando lo conceptual, una importante dosis de confianza en el amor interpersonal como salvación, como motor, como paz y… como Refugio, claro. Muchas referencias al sol, a la sal, al vuelo, al aire libre y mucho de libertad interior para poder ser feliz, para poder disfrutar de la vida. Casi una rareza en días de pesadumbre, que sientan como un complejo vitamínico para creer en el futuro y la humanidad altruista. Un muy buen disco de rocanrol donde, además, se pasea el corte previsible y algunos aventurados registros, del country a la linealidad de la meditación.

Chaouen ha sido el jefe absoluto del álbum, no solo porque lo produce, por primera vez, sino porque se ha encargado de voces, guitarras eléctricas y acústicas, teclados, órganos y programaciones en dos tercios del disco y también de percusiones, laúd y bouzuki en el corte final. Entre el equipo de músicos, Andrés T. Rodríguez en las baterías y Alejandro Benítez al bajo en todos los temas, y las colaboraciones y participación de Fran Mangas en teclados, órganos y saxo, Tony Romero en piano y órgano, Philip Pearson en slide, Carlos Tato en calimbas y otras percusiones orientales, Jerónimo Maya en la guitarra flamenca y Carlos Cortés en la percusión. El conjunto ha sido grabado, mezclado y masterizado por Curro Úbeda en Trafalgar Estudios, en la Playa El Palmar de Cádiz.

La bienvenida no puede dejar más claro el espíritu del álbum en ‘Los Que Haremos Rock and Roll’. Una batería contundente, un guitarra que no se arruga y que va ganando grosor a lo largo de los fraseos y una voz compacta y sin reservas con un estribillo rotundo y pegadizo, con un sencillo pero bello verso variado para el puente de cada uno de ellos. “Ya nos deshicimos del dolor, somos los que fuimos RnR” (…) “Ya nos deshicimos del dolor, somos los que haremos RnR”. Con la misma fuerza, ‘Tú y Yo’, el tema elegido como primer videoclip, single y adelanto de Refugio, golpea con la misma intensidad lírica pero con una melodía mucho más emotiva y epatante. La letra, un lujo descomunal a la que parece reverenciar unas generosas guitarras eléctricas llenas de aire, como el que respira entre programaciones y arreglos nerviosos en el fraseo. Un tema grande.

Las bases suenan más nítidas en la intro de ‘Alzando El Vuelo’ que, tras la presentación, lenta y progresiva con ambientes casi funk, vuelve a retomar el impulso eléctrico en el estribillo, que acelera hasta rozar el descabalgue. Al final, los distintos tempos del corte le confieren un punto diferencial con respecto a sus dos predecesoras. Tras el vuelo de águila, llega de nuevo otra declaración positiva en ‘El Cielo Aquí’. Con una sonoridad profundamente familiar, el texto de nuevo hincha la esperanza con su melódico y armónico estribillo, “a ver cuándo vienes a verme y nos hacemos bosque, abrazados en la luz como estrellas en la noche”.

En el punto central del álbum, el medio tiempo ‘Hambre y Sed’ tira de anáfora en el fraseo, con sabor a mar y olor a sal y con el arrope lúbrico del saxo de Fran Mangas que, con el resto de la canción, sigue subiendo hacia un constante crescendo con un segundo estribillo que adorna y varía las formas previsibles de la coda. Nuevo ejercicio de variedad, esta vez estilístico, con el rollo country de ‘Un Millón de Soles’, con canónico slide guitar de Philip Pearson. Que también es extraño que la arenosa voz de Chaouen no hubiera catado hasta ahora el género.

Más sal y mar para ‘¿Qué Soy?’, otro corte de los que el texto otro ejercicio de maestro poeta, con estructuras variadas con matices (los versos del puente, el cambio de persona en el estribillo final), recursos que se aprecian con las escuchas, con el paladeo y disfrute lento de la escucha de un disco al completo y con el libreto en mano. Tan siglo XX… Los dos últimos temas son los más dispares del tono general. ‘El Loco’ tiene unas hechuras flamencas marca de la casa (la canción ha venido siendo interpretada en directo desde hace varios años), mientras que ‘Divina – Mente’ también es un juego bien logrado de hechuras orientales y cíclicas, como una consigna reparadora que se sucede de manera constante en la meditación.

No habrá que esperar, dice, otros seis años para un nuevo disco, ya que ya están las canciones listas para una nueva entrega de este doble desligado, que llegará para 2021. Mientras tanto, disfruten de uno de los grandes.

 

Lista de canciones – tracklist:

  1. Los Que Haremos Rock and Roll
  2. Tú y Yo
  3. Alzando El Vuelo
  4. El Cielo Aquí
  5. Hambre y Sed
  6. Un Millón de Soles
  7. ¿Qué Soy?
  8. El Loco
  9. Divina – Mente

 

Publicado el marzo 18, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

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