La Excavadora – La Excavadora
Viejos conocidos para nuevos mimbres. Entre Gasteiz, Agurain y Lakuntza nace La Excavadora, una banda que, a la antigua usanza, debuta con un disco epónimo en el que escarban por su cóctel de influencias hasta doce piedras bien pulidas y que no tienen fisura alguna. Es lo que tiene la experiencia, porque este quinteto está repleto de caras conocidas de la escena del punk rock. En primer lugar, solo con ver los mástiles y trastes ya nos tienen ganados: Raúl Lasa ‘Txiki’ y Ángel Otxoa de Eribe ‘Geli’ en las guitarras y Mikel Azpiroz ‘Buton’ en el bajo. O lo que viene a ser lo mismo, los dos guitarristas y el bajista de Gatillazo, la banda de Evaristo. Garantía de calidad indiscutible y especial debilidad, porque soy de los que ha escrito y defendido en incontables ocasiones la impresionante versatilidad y el sonido que se marca dicha banda gracias al trabajo de esos ‘menos mediáticos’ Mikel y Ángel. Este disco da testimonio de sus capacidades, por si hiciera falta. Pero seguimos hasta completar la alineación del quinteto. En la batería, Mikel Berrozpe ‘Pollo’, al que ya hemos escuchado en Vicepresidentes y, en mayor medida, en Childrain, y, en la voz Iñaki Urbizu ‘Pela’, que también conocemos de SCB y, sobre todo, de Marky Ramone´s Blitzkrieg. Con este material, comprenderán que estamos ante un debut ‘ficticio’, puesto que ninguno es un recién llegado. Saben lo que quieren y lo ejecutan con un sonido que lleva el sello de garantía que atesora otro nombre habitual de la escena, Haritz Harreguy. Caballo ganador a paladas de punk rock que lo mismo juega en la accesibilidad que en territorios más metálicos. Así cualquiera.
Con el motor de la máquina arranca esta docena de canciones que, ante todo, mantienen una regularidad tal que es imposible dilucidar ni identificar ni un solo tema de relleno. ‘Futuro’ tira de arquetipo punk y el toque melódico de la voz contrasta con una base rítmica cortante y afilada. El tema, además, presenta una estructura atípica, donde se esconde el estribillo a beneficio del desarrollo de la idea y, también, con espacio para el brillante poderío instrumental. ‘Ceniza’ nos agarra de inicio con riff y batería muy pautada, dando paso a un fraseo más limpio y menos agresivo. Ese plus de energía viene de la mano de un melódico estribillo, de tempo y hechuras elegantes, y una sinfonía de estilosas guitarras.
Más rítmica y vacilona, desde la entrada, nos entra ‘Mala Música’, que da un mayor protagonismo a los coros y aligera las formas hasta el punto de que nos lleva a planear en pleno ejercicio surf. Corrosiva y urgente, ‘Kimika’ es de las que más sorprende en lo musical, agotadora y desbordante. Además de despachar un fraseo y un estribillo de excepción, reforzado en su sucesión final con coros, el solo de guitarras y el armazón rítmico es tan brutal que no hay espacio para desfallecer. Enlazando con maestría los cortes, un pequeño trasteo del vehículo nos da la bienvenida a ‘La Excavadora’, otro corte (y eso que es el quinto) en el que nos vuelven a sorprender, esta vez por ese toque sutil de bajo y guitarra de baja distorsión en el fraseo y, sobre todo, con la interpretación vocal de ‘Pela’, que hace vibrar en la historia desencantada de frío y filos.
La primera parte del álbum llegará a su fin atronando desde la base rítmica con ‘Mentiras De Viernes’, que mantiene esa pulsión ácida también en el estribillo en un mundo de falsedad desde “La radio miente, como miente el rock and roll. La prensa miente con más rigor (…). Mienten tus héroes en Instagram y en Facebook miente, amigo, tu vanidad”. Como ocurre en el tema anterior, el último estribillo nos suena tan familiar y pegadizo desde la primera escucha que es imposible no tener una sensación positiva al terminar el tema y ganas de que empiece el siguiente.
Y el arranque de ‘Perder El Vicio’ precisamente, puede que sea uno de los más Gatillazo de todos aunque, claro está, el tempo y la tesitura más rockera de Iñaki lo sostiene en otros terrenos. La agilidad del estribillo le confiere hasta un punto hard y el tramo semi recitado es lo que nos faltaba ya a la receta para hacer del disco un desbarre completo. Manejando bien las dinámicas, ‘La Fábrica De Gas’ y ‘Animales’ pasan por ser los dos temas más cortos de la lista. En el primero de ellos, ascendencia manda, se le puede deslizar un aire ramoniano acusado aunque, eso sí, hipervitaminado con ese sonido disfrutón y sólido que tiene todo el álbum. La segunda sale a morder desde la entrada, puesto que presenta el estribillo a puro fuego de guitarras y voces a coro.
Para el último tercio del disco, nos encontramos con ‘Contra El Suelo’, un emocionante medio tiempo que viene a ser el alarde de grandeza que necesitaban para evidenciar que aquí hay mucho más seso y clase que virulencia. Algo que, por cierto, también se aprecia en las letras, muy por encima de la media de lo que suele ser habitual en estos terrenos. Y, por si fuera poco, ‘La Reina De La Fiesta Se Hace Esperar’ arranca con una sonoridad entre acústica y oriental, que se mantendrá en una de las eléctricas y que nos lleva por territorios entre el glam y el hard rock al calor de la corona que portan las sustancias varias.
La despedida vendrá de la mano de ‘Tiempos Diferentes’ que, a modo de colofón, reúne muchos de los denominadores comunes del resto de canciones. El punto sobrio, la sinfonía de guitarras, batería y bajo poderosos y una interpretación vocal incendiaria pero sin perder el buen gusto a la hora de interpretar.
Cerramos así cuarenta minutos de paladas de calidad, de potencia controlada, de letras notables y de una propuesta empacada y chispeante. Nos queda desear que La Excavadora haya llegado para quedarse… al menos hasta que los festivales vuelvan a ser lo que eran.
Lista de canciones – tracklist:
- Futuro
- Ceniza
- Mala Música
- Kimika
- La Excavadora
- Mentiras De Viernes
- Perder El Vicio
- La Fábrica De Gas
- Animales
- Contra El Suelo
- La Reina De La Fiesta Se Hace Esperar
- Tiempos Diferentes
Publicado el febrero 15, 2021 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Gatillazo, La Excavadora. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Pingback: Tropa Do Carallo – ¡Qué Hostias Andáis! | RockSesion
Pingback: Kaos Etíliko – Revuelta | RockSesion