Abismo – Esperando Al Ángel Negro
Con una poderosa imagen de turbiedad perniciosa e inquietante reforzada y afinada con respecto a su debut, que ya de por sí llevaba el más que clarificador título de Canciones Satánicas, llega cuatro años después el segundo larga duración de la formación turolense Abismo, liderada por Alberto Arnau, veterano músico de la escena local puesto que también forma parte de la banda Visitantes, que a su vez tiene integrantes de los también recomendables Effe. Como ven, Teruel también existe para el rock, porque tampoco hay que olvidarse ni de Azero ni de Isabel Marco. Pero no se lleven a engaño pensando que nos encontramos ante un grupo abotagado de black metal y letras sanguinolentas, sino que Abismo, que se movía en un rock oscuro de goticismo al uso, con algún destello de punk y con letras introspectivas tormentosas de libre interpretación, abre todavía más sus registros para ofrecer en esta segunda entrega mayor variedad sonora y con algo más de velocidad y también en la actitud de los textos, que pasan a ser narrativos y con referencias claras. Son trece cortes cocinados a fuego lento durante cuatro años. Un disco que, pese a lo indicado, acaba conquistando porque se han sacudido las telarañas y los tempos lentos para variar a unas formas que oscilan entre la accesibilidad melódica, arreglos casi góspel, y también del punk, al hard o algún que otro recitado truculento, con la firma y distintivo de calidad que confiere el haber sido grabado, mezclado y masterizado en El Sótano de Pamplona de Iker Piedrafita, que lo produce junto al propio Arnau. “A los ángeles del rock and roll que protegen nuestras almas de lo vulgar y lo corriente, a las musas de la inconformidad que nos conducen a lo salvaje”.
El álbum lo graban el citado Alberto Arnau a la voz y guitarras, con Vega ‘Venom’ Molina a las segundas voces y guitarras. Iker Piedrafita es quien se encarga de bajo, batería, arreglos de cuerda, teclado y coros, si bien el grupo es un quinteto que se completa con Iván Moya a la guitarra y teclados, David Pascual a la batería e Imanol Pérez al bajo, desde hace poco más de un año. En directo la banda se apoya con el teclista Dani Castillo y en el disco además han contado con coros adicionales de Pilar Collados. Todo el diseño y concepción audiovisual, que ayuda mucho a contextualizar la propuesta musical, tanto de portada, como del libreto y de los videoclips presentados hasta la fecha es de Javi Reaktiu.
Para no dar miedo, es precisamente la canción más accesible la que abre la lista. ‘Brujas En La Tormenta’ es un aquelarre muy cinematográfico en su descripción y el desarrollo del fraseo y el puente destacan por apuntar un casi recitado en forma de homilía, para pasar a un estribillo pegadizo y con grandes coros, que nos puede recordar las hechuras de otra banda comentada aquí hace un par de años, El Pecado. Más madera, con un tempo y guitarra que recuerda a los devaneos rockeros de Depeche Mode (‘I Feel You’, ‘Personal Jesus’…), ‘Yo Soy La Perra’ ofrece otro de los cortes más destacados del álbum y que demuestran el aperturismo mencionado experimentado por la banda. Un riff sencillo y machacón y chispazos en el solo completan un corte que va al grano y funciona.
Lejos de lo previsible, ‘Tiempo Del Corazón’ es un medio tiempo creciente que marca la tensión en un crescendo vocal y textual bastante teatral. La incorporación de cierta sonoridad acústica y un fantástico coro espectral enriquecen el resultado final. ‘Hacia Las Llamas’ sigue bajando la distorsión para dejar latir con mayor protagonismo a la batería y bajo. Es una introducción entre lo recitado y lo declamado con cierta musicalidad para llegar a ‘Arde’, otro tema con aires de invocación ritual. Otro tema que funciona a la perfección desde su aparente sencillez. Como la calma que viene tras la tormenta, ‘Desorbitado’ se mueve entre acústicas, cuerdas y coros para un astro que quiere alejarse del rebaño para buscar otros cielos.
La potencia regresará a lo grande con la distorsión revestida de teclados de ‘Mientras Brillen’, que le confieren un aura de ese rock oscuro y tendente al kraut rock de bandas como El Columpio Asesino o Triángulo de Amor Bizarro. Nueva sorpresa para ‘Cuchillos Afilados’, que juega sin miedo a la melodía atemperada del slide de guitarra y un marchamen de batería del country más liviano y popero. Pero para seguir completando el viaje por las diferentes estancias, ‘Desde La Tumba’ hace honor a su nombre y, con compás ternario de vals, descerrajará un estribillo intenso e impactante: “fuimos colgados del cuello hasta morir, nadie nos preguntó si estábamos listos para partir, copas y canciones que no nos dejaron terminar rondan por nuestra tumba y no nos dejan descansar en paz”.
En el tramo final, el piano nos recibe desde los primeros segundos de ‘El Último Faro’. Una balada preciosista y bien armonizada en dos voces con mensaje medioambiental encubierto. Nueva plegaria en ‘Oh Señor’ que sorprende, tras una primera parte acústica, con un espectacular giro de misa góspel. El paso de los minutos va recrudeciendo la potencia de batería y guitarras para rematar otro tema muy redondo. Otra vuelta de tuerca más y aires de surf instrumental y sureño para ‘Polvo y Terciopelo’. El cierre vendrá de la mano de ‘Todo Está Bien’, un corte de cruenta ironía puesto que es el mensajero del mal el que le dice a su señor que en este mundo sigue todo igual de bien… o, lo que es lo mismo, igual de jodido.
Abismo, en suma, presenta un segundo álbum mucho más meditado hasta en su carácter casi conceptual, pero sin ceñirse a una sola forma plástica. El resultado, un disco oscuro sin que por ello tenga que sumergirse en densidades arquetípicas. Algo así como un sonido vampírico apto para ser disfrutado a plena luz del día, como un drácula ye-yé.
Lista de canciones – tracklist:
- Brujas En La Tormenta
- Yo Soy La Perra
- Tiempo Del Corazón
- Hacia Las Llamas
- Arde
- Desorbitado
- Mientras Brillen
- Cuchillos Afilados
- Desde La Tumba
- El Último Faro
- Oh Señor
- Polvo y Terciopelo
- Todo Está Bien
Publicado el octubre 3, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Abismo, Críticas Discos, Esperando Al Ángel Negro. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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