Los Tiki Phantoms – Y El Enigma Del Tiempo
En tiempos de carrera universitaria tuve en una de las emisoras de la Complutense una programa de radio al que le dediqué algo así como año y medio, que llamé ‘Rock Sin Palabras’. No es que estuviera dedicado monográficamente a la música instrumental, sino que me dedicaba a pasar la tarde pinchando canciones y haciendo algunas mezclas sin tener que pegarme un rollo microfónico tipo radio fórmula contando que si son las “x” sobre las “y” o faltan “w” minutos para las “z”. Básicamente, era lo mismo que hacía en mi habitación o lo que llevo haciendo toda la vida allá donde esté, pero emitiéndolo en directo. (Por cierto, que en muchos de los programas sí que me gustaba echar mano de alguna pieza, ahora mismo me viene el “Alegría” de Fito & Fitipaldis y alguna que otra de las de Rosendo). El caso es que dicha expresión siempre me viene a la cabeza cada vez que afronto la crítica de algún disco instrumental, como me ha pasado al escribir de Los Coronas, de Toundra, Jardín de la Croix, Los Mambo Jambo, El Altar del Holocausto… o el caso que nos ocupa, Los Tiki Phantoms que, después de guatequear con su colección de versiones populares, retoman las composiciones propias con quince cortes de los que ya venían avanzando alguno en directo, como hicieron en la última edición de Candil Rock, donde sucedieron en escena a El Drogas. Autodefinido como «su disco más equilibrado y melódico», Los Tiki Phantoms despliegan media hora de hedonismo y finura con el brío de querer mover el esqueleto, nunca mejor dicho.
Dieciséis años después de su nacimiento (o ¿resurrección?, que son esqueletos) y tras despachar Los Tiki Phantoms Regresan De La Tumba en 2006, Los Tiki Phantoms y El Ejército de Calaveras en 2009, Los Tiki Phantoms Mueven El Esqueletoen 2011, Los Tiki Phantoms y El Misterio del Talismánen 2015 y Aventuras En Celuloidede 2017, la banda (El Bravo (Ludwig Clear Vistalite ’74), El Dorado (Stratocaster), El Jíbaro (Danelectro Longhorn) y El Caníbal (Stratocaster, Mosrite)) se quedó a gusto en el Disco Guateque (2019), que casi parecía, por el tono festivo, una continuación de su recopilatorio Colección de Huesos. Ahora, con Y El Enigma Del Tiempo llega algo parecido a eso que los adultos que olvidan haber sido niños suelen llamar madurez.
Las influencias siguen siendo las que son, que por ello no tema nadie. Sigue habiendo surf clásico, rock de garaje o el punto de psycho western, que tanto nos conecta también a la locura tarantinesca por la vía “Misirlou”, y quizá sea la apertura de “Mar De Fuego” el mejor ejemplo de ello. La esencia guatequera y crooner, de swing y aires sesenteros se disfruta en la luminosa “Abril”. Con tambores castizos en el arranque que bien podrían firmar Los Bravos nos recibe “Sol y Sombra”.
En el siguiente tercio “Olimpiada 92” presenta hechuras de rumbita catalana, como si de alguna manera se quisiera reverenciar aquella locura transitoria nacional a favor de Los Manolos. “Puerto Escondido” aumenta el grosor de las líneas de bajo para una atmósfera más rica de lo que suele ser habitual, de encanto cantinero y mediterráneo. Para quien necesitara a estas alturas más velocidad la tendrán en la acelerada y rocanrolera “Loco Por Tus Huesos”, que casi presenta un instrumental propio del Loquillo de camisetas blancas sin mangas. Golpea fuerte pero con dosis distorsionada y potente de surf “El Vampiro Robot”, otro de los temas rodados y testados con buen resultado en directo.
Por si su música no tuviera un fuerte aroma a cinefilia, llega “Mogambo” para recordarnos los toques safari tropicales de la película dirigida por John Ford y protagonizada por Clark Gable, Ava Gardner, antes de que El Fary la llevara de juerga y en su taxi, y Grace Kelly. Más madera con “Norah”, otro rock ágil y divertido con algún break para justificar el crescendo de batería y guitarras. “La Siesta” hace honor a su nombre en una bamboleante cadencia que cumple con solvencia aquel propósito al que ya cantaba Siniestro Total en “Camino De La Cama”.
Al leer el título de “La Patilla” lo primero que recuerdo es la canción de Flitter, pero aquí no llegarán a esos puntos de virulencia y, sin embargo, despliegan una conocida sucesión de armonías guitarreras que tendrán su sacudida diferencial. Lo bueno es que como juegan en metrajes cortos, el aburrimiento está vetado. Uno de mis cortes favoritos llegará a continuación con la fantástica “El Último Bolero”, donde se enriquecen las percusiones como mandan los cánones y la plasticidad melódica y declamada de la guitarra principal.
Llegando a la tripleta final, “Mondo Senior” refuerza graves y ligero toque épico en el discurso de la melodía. “Roca y Rollo”, más allá del juego de palabras del título, saca a pasear la base rítmica fronteriza y casi equina para otro ejercicio notable de estilo. El cierre viene de la mano de un “Trago Largo”, que pasa por ser el corte más afilado y estruendoso de la lista, para terminar de apurar los culos de las botellas.
Así, Los Tiki Phantoms rinden pleitesía una vez más a su dios Tiki con otra quincena de composiciones que funcionan, que en su duración sucinta nunca se apelmazan y que vienen arropados con una ejecución alejada de virtuosismos inanes, pero sí de una funcionalidad de lo más disfrutable.
Sabiendo que mañana es día de crítica remember, a ver si alguien intuye que grupo sesentero puedo protagonizarla…
Lista de temas – tracklist:
- Mar De Fuego
- Abril
- Sol y Sombra
- Olimpiada 92
- Puerto Escondido
- Loco Por Tus Huesos
- El Vampiro Robot
- Mogambo
- Norah
- La Siesta
- La Patilla
- El Último Bolero
- Mondo Senior
- Roca y Rollo
- Trago Largo
Publicado el diciembre 15, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Los Tiki Phantoms, Y El Enigma Del Tiempo. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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