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O’Funk’Illo – O’Funk’illo (2000)
«Funky andaluz embrutessío» ha sido la autodefinición que durante toda su intermitente carrera ha llevado a gala el grupo que protagoniza la crítica remember de viernes: O’Funk’Illo. La banda nació después de andar un par de años haciendo versiones de otros bajo el nombre de Motherfunkers. Y debió ver EMI Odeón claro eso de que el tránsito de milenio era terreno de mestizaje (realmente, eran tiempos para todo, porque todavía se vendían discos, pese al ‘top manta’, una pecata minuta en comparación con el palo y la zanahoria de los streamings de hoy) y decidió ficharles para el que fue su disco de debut, de título homónimo, como mandan los cánones. La banda desarrolló su primera época hasta 2006, considero que la mejor. Más todavía cuando creo que ni este debut del año 2000 y En El Planeta Aseituna de 2003 fueron jamás superados y pocas veces alcanzados por todo lo que vino después (No Te Cabe Na’ en 2005, Sesión Golfa en 2011, 5mentario en 2014, O’Funk’Illoterapia en 2020, regrabando éxitos con decenas de invitados). En todas las épocas el grupo ha estado encabezado por sus dos pilares, el inconfundible Andreas Lutz en la voz y el fantástico bajista Pepe Bao. El trío de la época se completaba con Javi Valero, más conocido como Javi Marssiano a la guitarra. Joaquín Migallón fue el encargado de la batería en esa primera fase y también en la grabación del disco que nos ocupa hoy. Además, ya saben, en los coros tendrían a Alba Molina, Aurora Power y Vicky Luna, que después darían lugar al trío de R&B con raigambre Las Niñas, que con su “Ozú” provocaron más de un dolor de cabeza al adaptar su letra combativa a criticar la guerra de Irak. Algún día tenía que ser… Hoy toca recordar el debut de O’Funk’Illo.
Lee el resto de esta entradaRaimundo Amador. Festival Alamar. 26 de julio
Pese a que ha pululado cerca en numerosas ocasiones, resulta que después de haber visto centenares de conciertos en los últimos quince años, nunca había ‘cuadrado’ agenda con este genio, este rey, del flamenco-blues. (Curiosamente también me he dado cuenta de que no le hecho crítica remember -aunque el ‘Noche de Flamenco y Blues’ ha estado cerca en más de una ocasión- ni le he dedicado #Mis10de pese a llevar cerca de 300). Por fin este domingo y gracias a la programación del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería a través de Alamar, un festival veraniego dedicado a músicas del mundo, por fin se alineaban los astros. Con su halo de genio despistado y travieso que le ha acompañado desde los inicios, Raimundo Amador sentó cátedra y mandó callar (metafóricamente) a todos aquellos pequeños artistas españoles que intentan abanderar el blues. Una cátedra en toda regla. Así quedó patente con una Plaza Vieja que congregó a más de 2.000 personas para disfrutar del flamenco, blues y rock de Amador y el resto de su banda.




