Contrabanda – Despertar
Perdón por usar un símil futbolístico, cuando hace apenas unas semanas hemos organizado un Mundial rockero alternativo al de porterías y pelota, pero lo que supone (o debe suponer, música y justicia no son términos que se suelan dar la mano con frecuencia) este disco para esta formación madrileña es como haber realizado dos ascensos de categoría de una tacada. Despertar es el segundo trabajo discográfico de esta formación madrileña tras un peleón debut titulado 13. Sí, tentando a la suerte. A la postre alguno de sus nueve cortes se convierten en toda una lección de estilo y de clase. De manual de urgencia cuando uno deja de creer en el rocanrol. De mezcla con el hard setentero, el rocanrol engrasado de toda la vida que crece y crece canción tras canción.
Porque 13 sí, apuntaba maneras, pero quizá las canciones pecaban de un maniqueísmo de sencillez posiblemente más provocado por menores medios y por dudas típicas del estreno que por aptitud o actitud. Ya les sirvió para sonar en algunos países de Latinoamérica y entrar en algunos recopilatorios editados en México, pero creo que no era suficiente. La banda se ha sacudido así misma (parece que el título les va al pelo en ese sentido) desarrollando ritmos que te harán golpear con el tacón en un bar de suelo de madera.
Este segundo trabajo ha sido registrado en los estudios Cube de Madrid, bajo la supervisión de Carlos Escobedo (Sôber) y Alberto Seara tras los controles. Pero tranquilos, esta vez ese sello Escobedo que suele impregnar cualquier colaboración o producción no se pronuncia demasiado en esta ocasión, quizá en algunos coros puntuales, pero no al nivel de otros casos. De hecho, entre sus referentes musicales se citan formaciones de poderío rockero como Velvet Revolver, Soundgarden, Audioslave o The Answer.
De esta forma, Contrabanda desarrollan canciones extensas, de cinco minutos de media (aunque alguna hay de entre tres y cuatro minutos), en las que se bregan a guitarrazo limpio, como ejemplifican sobre todo cuando dejan que las canciones crezcan y deriven en un ejercicio de ritmo principal, de nervio, mejor que cuando dejan que el peso sea lo melódico. Es cierto que la voz puede parecer en exceso demasiado limpia y que puede echarse en falta algo más de rugosidad, pero eso con dos escuchas está más que solventado.
Como buen rock pegajoso, lo libidinoso se hace carne en ‘Sexo’, una de las canciones más inmediatas, con gemidos incluidos. ‘Juego De Dados’ es poderosa y veloz desde su inicio (no en vano es la más corta). Es en esos registros donde Contrabanda brillan y son algo más que un grupo pintón. Los medios tiempos como ‘No Volverán’ o pasajes concretos de temas como ‘Despertar’ o ‘Paraíso’ pueden llegar a hacerse demasiado previsibles. Cuando sale el músculo guitarrero más aguerrido, y en los dos últimos temas al final también lo hacen, es cuando demuestran su poderío, cuando enganchan y cuando de verdad se aprecia el recorrido de futuro que se les presenta en el horizonte.
Ahí está, para grande y mayúsculo el quinto corte, ‘La Voz’ (la tenéis en el vídeo, os ruego que hagáis la prueba). Es todo un ejemplo de ritmo continuado en el que sube la intensidad hasta cerrar en una coda majestuosa. Solo esa canción es suficiente para que le des una escucha al álbum, que te dejará con ganar de dar varios tragos y de darle otra vez al play. Casi siete minutos que clavan como los grandes, a mitad del disco, presidiendo el tracklist y creo que está claro que ese debe ser el camino a seguir de cara a próximas entregas.
Tracklist:
- Sexo
- Emperatriz
- Maldita Obsesión
- Despertar
- La Voz
- Juego De Dados
- A Tu Lado
- Paraíso
- No Volverán
Publicado el julio 22, 2014 en Críticas Discos y etiquetado en Alberto Seara, Carlos Escobedo, Contrabanda, Críticas Discos, Críticas Rock, Despertar, Sober. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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