Ilegales – La Vida Es Fuego

IlegalesCreo haber usado esta expresión con anterioridad, pero es que es una verdad como un templo: hay formas de hacer, cantar, masticar las canciones que son inconfundibles, que identifican al autor con apenas unos segundos. El mundo del rockerío patrio está de enhorabuena porque Ilegales, la banda comandada por un siempre incontinente Jorge Martínez, está de vuelta con nuevo trabajo, el primero con nuevas canciones en estudio después de un largo barbecho (excesivo, diría yo) de doce años. Más de una década en la que hemos disfrutado a Jorge con la misma acidez, pero en formatos más soft. Sus nuevas composiciones le pedían jarana y distorsión para algarabía de sus seguidores que, pasado el tiempo, igual deben desempolvar la chupa del descaro, pero que se reconfortarán enseguida escuchando los 11 temas de La Vida Es Fuego.

Para tremenda ocasión, Jorge Martínez tiró de los componentes que mayor tiempo han permanecido en la banda a lo largo de su extensa historia durante el siglo pasado. Jaime Belaústegui (batería desde la grabación del álbum A La Luz o a La Sombra, Todo Está Permitido, es decir, desde el año 1990) y Alejandro Espina (bajista desde la grabación de Regreso Al Sexo Químicamente Puro, esto es, 1992). Esa naturalidad se plasma en la musicalidad de unos temas que, sea en su formato más irónico y macarra o en su lado más introspectivo y de interpretación abierta, son rotundos y perfectamente rematados.

La borrachera canalla de ‘Voy Al Bar’ te pone en situación desde el inicio. Un rock compacto y que recordará a jornadas prolongadas de resacas inolvidables. El homónimo ‘La Vida Es Fuego’ eleva el metraje con una linealidad musical que rezuma bastante mala hostia. Si quieres encontrarme, lo vas a hacer, viene a decir con ligeros toques fronterizos, más allá de los coros indios que jalean el conato de pelea. ‘Regresa a Irlanda’ es, en su sencillez, uno de los cortes más furibundos de la lista. Una educada forma de repudiar la candidez de las bellas voces folkies celtas y, por derivación, la ingenuidad ante un mundo viciado.

‘Hacia Las Profundidades’ es una de esas canciones inconfundibles de Jorge. Voz susurrada, tempo pausado que le importa ser repetitivo, con una narración submarinista que bien puede interpretarse como una alegoría que va del sexo lúbrico a la muerte. Sobresaliente. El quinto corte, ‘Vivir Sin Novia Ni Reloj‘, vuelve a mostrar el lado gamberro de Ilegales, un country abierto en el que el protagonista se libera doblemente, “después del trueno ha de llover”, proclama casi con las señales horarias. El ecuador del álbum llega con ‘El Souvenir’, brillante análisis de la adicción cocainómana interpretado desde un punto casi ‘crooner’, con ligeras lentejuelas y afección cabaretera, y un porte que recuerda a la etapa en solitario de Jorge con los Magníficos.

La segunda parte del disco se abre con ‘Aquel Boogie Pesado’, una suerte de interpretación breve donde brilla el sonido de una Fender Stratocaster dando caña a la sobresaturación rítmica tan peculiar del estilo. Tamboreo desfilante para ‘Hipster’, otro genial análisis de la actualidad social de Jorge, que repite operación en ‘El Teléfono y El Mal’. Más energía en ‘La Mala Hierba’, con un fraseo que parece cantado por el mismísimo demonio con unas guitarras turbias y, como guinda, la excelente ‘Las Rosas Trepadoras Asesinas’, que cuenta un maravilloso pasaje alucinógeno con una música que va desde las reminiscencias al ‘Stairway To Heaven’ en la guitarra que preludia, hasta el desarrollo casi progresivo que te recordará sin lugar a dudas a los mejores tiempos de Pink Floyd.

Y todo esto con una entereza y empaque que tira para atrás y que solo le está otorgado a los grandes caracteres del Rock. Qué bueno que volviste, Ilegales.

 

En Spotify.

Tracklist:

  1. Voy Al Bar
  2. La Vida Es Fuego
  3. Regresa A Irlanda
  4. Hacia Las Profundidades
  5. Vivir Sin Novia Ni Reloj
  6. El Souvenir
  7. Aquel Boogie Pesado
  8. Hipster
  9. El Teléfono y El Mal
  10. La Mala Hierba
  11. Las Rosas Trepadoras Asesinas

 

 

 

Publicado el marzo 26, 2015 en Críticas Discos y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.

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