Panzer – Al Pie Del Cañón (1982)

ÒÁ‚“Mal mezclado, sonidos reguleros, innegablemente monotemático… El debut de Panzer tiene muchos defectos pero, pese a ello, es una de las grandes joyas del heavy-rock patrio. Y eso que, además de todo eso, la banda nació con el estigma de ser un grupo formado en los despachos y no en una camada de amigos que se lo curran en un local de ensayo. Es decir, todo lo que se critica de las boy o girl band de pop, pero con una de heavy metal. Una práctica muy habitual a mitad y finales de los ochenta, la época dorada de la derivación más dura de los héroes de la calle que se ponían frente a un micrófono para cantar himnos de diferenciación en la ciudad, de marginalidad, de rock duro, de autenticidad. Eran los años para eso, los primeros de la democracia, las primeras libertades, cierta dosis de inconformismo canalizado en las formas musicales más duras que se había conocido en España. Una estela en la que estaban, claro, referentes como Barón Rojo, Obús, Ángeles del Infierno… y Panzer. Los innombrables.

Por aquel entonces, la banda auspiciada por el directivo Javier Gálvez reunió a Carlos Pina como encargado de las voces, Juan Leal a la guitarra, Fernando Díaz en el bajo, Rafael Ramos en la batería y José Segura en los teclados. El debut se grabó, con menos de un año de vida de la banda, en los estudios Escorpio de Madrid durante el mes de abril de 1982, el técnico de sonido y mezclas fue Tino Azores. Cortado en los estudios Utopia de Londres por Steve Angel y producido por Luis Soler para Chapa Discos. Siempre les rodeó una aureola de grupo gafe que la banda siempre se tomó como algo positivo. Un calificativo que se consolidó cuando se fue la luz en la sala donde estaban grabando su primer disco en directo. Un doble que al final tuvo que ser sencillo y que se llamó Sábado Negro.

Aunque, como decía, el disco tiene numerosos y evidentes defectos, el poder de las canciones es innegable. Casi no importa que todas vengan a decir lo mismo. La voz de Carlos Pina, sólida en los medios, con buen registro de bajos y con mucha naturalidad en los agudos, es la que sustenta con entereza el contenido, que ofrece varios himnos y momentos brillantes. Y eso que Luis Cobos se encargó de meterle en las mezclas unas extrañas palmas a ‘Tú Te Rebelarás’ y le dieron todo el protagonismo al bajo para diferenciarlo del rock al uso de barones y obuses. Además, coincidió en una época en la que Pina andaba bastante empeñado con los teclados orgánicos en una banda de heavy rock por su enamoramiento de Deep Purple. De esta forma, la guitarra corre, en todo momento, un papel secundario. Aunque la peor parte se la lleva la batería, de juguete en casi todo el metraje.

Se abre la lista con ‘El Rock Es Tu Guerra’, un hard rock con buena entrada de teclas y un ritmo trotón muy cercano al glam, con esos coros tan previsibles, pero tan encantadores. ‘Tú Te Rebelarás’ es la canción maltratada. Arranca con un gran ritmo de batería y riff (lo que se deja escuchar entre el bajo) muy Judas Priest. La canción esboza un solo correcto en la parte central que lleva a las demenciales palmas, que más bien parecen bases de canción discotequera. Un crimen. Más épica se presenta ‘Gedeón’, todo un símbolo de la banda. El estribillo, tan sencillo, incita al salto vertical dese la primera escucha. El solo y el ritmo constante de batería hacen que sea de las mejor envejecidas.

El nivel sigue creciendo con dos joyas, ‘Los Grilletes De La Represión’ y el tema que da título al álbum. La primera de ellas transmite en el fraseo y en cadencia vocal cierto aire bluesero que le sienta como un guante a Pina. Por su parte, ‘Al Pie Del Cañón’ vuelve a aumentar la velocidad hasta que llega un imponente agudo. El riff de los teclados entre los fraseos es excepcional, así como los crecientes picos agudos de la guitarra.

La cara B se inicia con ‘Panzer’, grito de autobombo que toda banda que se precie se plantea tener en algún momento. Sencilla pero efectista, su atracción como himno es poderosa. Eso sí, la guitarra en el fraseo es inexistente y teclados y bajo se comen casi hasta la voz. Su sucesora, ‘Solitario’ es una de las canciones donde mejor se demuestra la calidad vocal de Pina, capaz de elevar del cero a nada sin que por ello suene ‘a grito’, como ocurría con otros vocalistas coetáneos. ‘Buenas Noches Mister Rock’ llama la atención desde el inicio con su entrada marciana, que da paso a otra colección sonrojante a poco que uno se ponga algo más serio de topicazos musicales.

Para el doblete de cierre encontramos los dos mejores temas del disco. ‘Rata De Alquitrán’ es, a buen seguro, el mejor texto de todos. La mezcla parece que quiso ser benevolente en esta ocasión y la música transmite cierto nervio, como unos Deep Purple acelerados. Engrasado y divertido. Así llegamos al tema que cierra el repertorio, ‘Perro Viejo‘. Uno de los himnos del rock duro del país, al nivel de ‘Los Rockeros Van Al Infierno’ o ‘Va A Estallar El Obús’. La línea de bajo cuando Pina termina cada uno de los versos del fraseo es excepcional, el puente es puro fuego y el estribillo es sencillo, pero transmite energía en cantidades industriales por más que pasen los años. Un trallazo que siempre levanta el ánimo.

Y, madera cerca, he escrito la remember de Panzer y no me ha pasado nada malo mientras lo hacía.

 

Tracklist:

  1. El Rock Es Tu Guerra
  2. Tú Te Rebelarás
  3. Gedeón
  4. Los Grilletes De La Represión
  5. Al Pie Del Cañón
  6. Panzer
  7. Solitario
  8. Buenas Noches Mister Rock
  9. Rata De Alquitrán
  10. Perro Viejo

 

 

Publicado el marzo 27, 2015 en Críticas Remember y etiquetado en , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

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