Ilegales – La Lucha Por La Vida
Que Ilegales, con Jorge Martínez al frente, ha sido siempre un grupo indómito es de sobra conocido desde que su frontman andaba repartiendo mandobles (quizá la mayoría sin quererlo) o se paseaba con gabardina y stick de hockey por las calles. Después la cosa se remendó de manera socialmente aceptable, aunque eso no impidió que el bueno de Jorge demostrara en televisión que no se cortaba ni un pelo en sus opiniones incendiarias y con algo de natural aristocracia intelectual frente a la inmundicia generalizada. El caso es que para todo lo que se ha jugado la boca a lo largo de cuarenta años, Jorge sigue siendo capaz de reunir a una impresionante corte de rockeros, artistas más o menos coetáneos en el tiempo o cercanos en espíritu y hasta algún que otro opuesto a poco que descuelga el teléfono o menea el árbol. A falta de giras ‘en condiciones’, es lo que ha hecho para celebrar el cuadragésimo aniversario de su banda. Pero lejos de querer plantear un testamento apócrifo de grandes éxitos con figuras del momento, Ilegales ha querido retarse a sí mismo y a sus invitados a la mesa para grabar canciones inéditas (la mitad) o de muy reciente creación (la otra mitad), con solo una excepción, como veremos más abajo. Un disco que valdría la pena por sí mismo pero que se multiplica gracias a un compromiso palpable en cada una de las colaboraciones reunidas en La Lucha Por La Vida, que son, por orden de aparición: Loquillo, Josele Santiago, Coque Malla, Andrés Calamaro, Los Auténticos Decadentes, Iván Ferreiro, M-Clan, los dos guitarristas de Vetusta Morla, El Niño de Elche, Evaristo Páramos, Bunbury, Cycle con León Benavente, Carlangas de Novedades Carminha, Dani Martín, Luz Casal y Kutxi Romero. Con título inspirado en una trilogía de Pío Baroja… Ni tan mal, ¿no?
Con Jorge como voz y guitarra solista, Willy Vijande al bajo, Mike Vergara al teclado y guitarra rítmica y Jaime Beláustegui en la batería, Ilegales sale victorioso de un ejercicio de versatilidad extrema que lleva que su rock estilo, riffs y solos quirúrgicos y siempre muy libre de apelmazamientos se mueva con naturalidad por terrenos del rock andaluz, horror punk, algún que otro sinte de querencia indie, la balada espectral y hasta una suerte de tango bastardo.
La lista se abre con una de las asociaciones conceptuales más claras. ¿Acaso no se intuían elementos comunes en la chulería de Jorge y la del Loco? Cuenta Martínez que en el caso de las canciones compuestas para la ocasión ‘eligieron’ al cantante y lo cierto es que es muy notorio en ‘Tantas Veces Me He Jugado Corazón Que Lo He Perdido’, de hecho, hasta el verso final parece ser una guinda de retranca del asturiano: “nadie sabe ya muy bien quién es el loco”. Por el camino, una de esas canciones de cierta sonoridad lúgubre y oscura, de base casi billy, que Sanz podría haber firmado en la primera mitad de los ochenta.
Uno de los que se lo ha debido pasar en grande es Josele Santiago, que suma su cazalla corpórea a ‘Estrella Venenosa’, ácida, sincopada, con tempo y soniquete que oscila entre la cumbia y un baile amarrado de orquesta, con algún arreglo surf de guitarra. Muy bizarro, sin duda. Coque Malla recupera uno de los singles publicados en 2020, ‘Te Prefiero Lejos’, dándole el punto melódico al toque épico del corte que crece con las guitarras en la coda.
Hasta tres temas se recuperan del Rebelión publicado en 2018 y si hay otra colaboración clara, por aquello de ‘Copa Rota’, era Andrés Calamaro en ‘Mi Copa y Yo’, la despedida desafectada y cabal del alcohólico a la ingesta. La cosa fluyó tanto que en lugar de intercalar estrofas completas hay ocasiones en las que hasta comparten verso. Es de las canciones donde mejor se aprecia la maestría concisa de una banda perfectamente engrasada y, también, que Andrés sigue siendo Andrés. Un gigante. Con aires de surf garajero, Cucho Parisi de Los Auténticos Decadentes (los del glorioso tema ‘La Guitarra’) se hace con la reciente ‘Niña Voodoo’ que suena grácil y descocada.
De nuevo desde Rebelión, la ya de por sí excepcional ‘El Bosque Fragante y Sombrío’ coge una pulsión más nerviosa con un magistral Iván Ferreiro, convirtiendo la balada espectral original en una anomalía animosa y contemporánea. ‘Divino Imbécil’ parece situarnos desde el primer golpeo y acorde en mitad de un ring. Carlos Tarque luce en los territorios ampulosos de una canción que derrocha estilo, entre el funk y el rock más negro. La primera parte del disco culmina con ‘Regreso Del Vacío’ con ‘los Vetusta’ Guille Galván y Juanma Latorre y, demonios, no cuesta imaginar la voz de Pucho en los fraseos menos distorsionados. Es un corte más complejo (va a ser verdad que Jorge escribió pensando en los cameos, sin duda) con su parte recitada y más cambios de atmósferas.
El segundo tramo se abre con otra de las más heterogéneas. Con una guitarra española por seguiriyas arranca ‘Muñequita de Porcelana’, con El Niño de Elche sin artificios dando la bienvenida a un corte que tendrá hechuras, por momentos, de Omega y Triana (aunque el cantaor rechazara, con razón, esas referencias cuando ‘rockeó’ con Toundra en Exquirla). Lo más curioso de la canción es escuchar a Jorge dejándose llevar por el compás aflamencado a la hora de cantar. Casi en el ejercicio vocal más arriesgado de su carrera. Dos veteranos con más de 40 años de experiencia en escena se encuentran en ‘Si No Luchas Te Matas’, un ejercicio de llamada a la ‘Rebelión’ en el que Evaristo conecta en filosofía pero al que quizá parece quedarle lento el fraseo. Eso sí, como el estribillo es largo y el riff un cañón, pelillos a la mar.
Bunbury es el único que no se circunscribió a las directrices de Jorge eligiendo un tema de los añejos como ‘Ángel Exterminador’, del Chicos Pálidos Para La Máquina de 1988, publicado entre el primer EP y el primer disco de Héroes del Silencio. Quizá por la estrofa que él mismo canta: “Vuelves a casa como boy scout. Quieres ser un héroe. Aún no ha muerto nadie, ya lo sé, pero habrá héroes”. Llama la atención el tratamiento vocal (desconozco si grabada con esa afección o manipulada en la mezcla por Ilegales) que le da un punto similar a la original y ese delicioso saxo que serpentea por el metraje.
Luis Rodríguez de León Benavente y Cycle vigorizan ‘Nunca Lo Repitas En Voz Alta’, una de las mejores letras de Jorge para este disco. La segunda parte gana en programaciones y teclados, incluso distorsión vocal, pero sin lanzarse del todo a la electrónica (lo harán con otra). Como en el caso de Vetusta, se echa en falta a Abraham Boba. La pachanga y guasa de Carlangas de Novedades Carminha le sienta como un guante a ‘Vivir Sin Novia Ni Reloj’, tema de La Vida Es Fuego. Congratula escuchar de nuevo a Dani Martín en terrenos más áridos como firma en el single de 2020, ‘Juventud, Egolatría’. Para un tipo que mucho tiempo tuvo como referencias a Los Ronaldos o Porretas no le ha debido costar demasiado por más que ahora se mueva por otros derroteros. Lo inesperado de la canción es la base power punk electrónico que le da un punto sintético intencionado y condicionado por la letra.
Para la dupla final, Luz Casal (al diablo la paridad, como habréis estado leyendo) fuerza a elevar los tonos en ‘Mi Vida Entre Las Hormigas’, la canción que daba título al documental de la banda estrenado hace unos años. Otro ejemplo más de quien tuvo retuvo, porque la gallega no se arruga en la brega y perfecciona la canción. El cierre lo echa Kutxi Romero en ‘Punki Raro’. Habitual colaborador de casi todo el que se lo pida, hasta regala algún que otro verso. Las guitarras tienen un plus de mala leche y un estribillo que sabe a clásico desde la primera escucha. Haciendo honor al calificativo, el tema se hace extraño con un break de acústica y cuerdas. Un respiro para otro arreón cruento y afilado para la segunda parte.
Ilegales cumple sus 40 años con un disco tan reconocible como arriesgado, con una intachable legión de compañeros de todas las edades (lo que habla de su vigencia generacional). Y encima sale de gira. Si todo va bien, nos vemos el día después de despedir a Siniestro Total (que, por cierto, se me antojan los grandes ausentes para ser dos nombres que se han compartido piropos).
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Conversaciones Ilegales (Efe Eme, 2019)
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XXXII Candil Rock 2019. Sábado, 29 de junio
Lista de canciones – tracklist:
- Tantas Veces Me He Jugado Corazón Que Lo He Perdido (con Loquillo)
- Estrella Venenosa (con Josele Santiago)
- Te Prefiero Lejos (con Coque Malla)
- Mi Copa y Yo (con Andrés Calamaro)
- Niña Voodoo (con Cucho Parisi – Los Auténticos Decadentes)
- El Bosque Fragante y Sombrío (con Iván Ferreiro)
- Divino Imbécil (con M-Clan)
- Regreso del Vacío (con Guille Galván y Juanma Latorre – Vetusta Morla)
- Muñequita De Porcelana (con El Niño de Elche)
- Si No Luchas Te Matas (con Evaristo Páramos)
- Ángel Exterminador (con Bunbury)
- Nunca Lo Repitas En Voz Alta (con Cycle y León Benavente)
- Vivir Sin Novia Ni Reloj (con Carlangas – Novedades Carminha)
- Juventud, Egolatría (con Dani Martín)
- Mi Vida Entre Las Hormigas (con Luz Casal)
- Punki Raro (con Kutxi Romero)
Publicado el marzo 2, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Andrés Calamaro, Bunbury, Coque Malla, Críticas Discos, Dani Martín, El Niño de Elche, Evaristo Páramos, Ilegales, Iván Ferreiro, Josele Santiago, Kutxi Romero, La Lucha Por La Vida, León Benavente, Loquillo, Los Auténticos Decadentes, Luz Casal, M-Clan, Novedades Carminha, Vetusta Morla. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Si, yo también me di cuenta del guiño a Loquillo y Bunbury en sus canciones. Soy fan del rock español pero nunca había escuchado a Ilegales hasta este disco. Yo creo que la ausencia más destacada es la de Rosendo. Gran crítica como siempre.
Bueno, por desear está claro que con Rosendo hubiese sido la hostia. Pero tampoco Ilegales, por ejemplo, salía en el Agradecidos Rosendo… Lo de Siniestro sobre todo es porque Jorge los ha citado siempre como un grupo que le gusta. Salud, compañero!
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