The Juerga’s Rock 2015. Crónica sábado, 1 de agosto

Hora Zulu Portada RockSesionEl sábado sí que no hubo piedad. El sol decidió afilar los colmillos y no dio concesión en todo el día, desde bien temprano. El calor que se pasó en el escenario ‘Agustico’ gratuito con Karely Band, Carlos Chaouen y Capitán Cobarde y en la última descarga del escenario principal con Los Chikos Del Maíz, El Puchero Del Hortelano, Gatillazo, La Excepción, Hora Zulú, The Toy Dolls, Narco y Dremen. Tercera cita de una de las citas más esperadas del verano y que ha superado las buenas expectativas generadas, más de 6.000 personas por día de media, que no está nada mal, sobre todo conociendo a parte de la organización que a buen seguro no se va a conformar con esto, dada la trayectoria. Así vivimos la última entrega. (FOTOS: Gatillazo, Hora Zulú, The Toy Dolls y Narco, Marina Ginés. Carlos Chaouen, Capitán Cobarde, El Puchero, Los Chikos del Maíz, La Excepción y público, Fernando Bretones).

El escenario acústico recibía el sábado el cartel más sustancioso. Nada menos que Karely Band, el nombre del proyecto reposado de Carlos Jipi, el inquieto componente de Disidencia, una leyenda del cancionero de altura, Carlos Chaouen, y el más popular Capitán Cobarde. Por resaca y otros motivos, la expedición de RockSesión consiguió llegar casi de manera milagrosa a los compases finales de Chaouen. Lo suficiente para ver el rollo que destiló su actuación, con decenas de personas sentadas en corro a su alrededor, en la sombra, gente cruzando por el escenario cerveza en mano, peticiones casi dichas al oído… Cercanía en su máxima expresión que le concedía un rollo h(a)ippy-woodstock bastante romántico.

En ese ambiente se movió también el Capitán Cobarde, al que le va a costar que mucha gente deje de llamarle Albertucho, por todo lo que pude recoger del público durante su actuación. Con su disco en parrilla de salida, un directo con temas de toda su discografía y algún inédito, que verá la luz el próximo 18 de septiembre (mi cumpleaños, premonición), el sevillano demostró unas tablas enormes pese a estar solo en escena como hombre orquesta. Aún recuerdo viéndolo telonear a Canallas y escuchar a su road manager pedirle menos timidez. La procesión irá por dentro, pero el carisma ganado es demoledor. Él se basta para todo. Y no importa que las miradas atrás sean contadas (apenas ‘La Persiana’, ‘Mi Estrella’, ‘El Pisito’ y poco más) sino que las nuevas canciones sustentan un repertorio creíble y a veces hipnótico. También con las nuevas creaciones como el ‘El Jovencito Frankenstein’ y ‘Lo Que Importa y Lo Que No’, ambas registradas en el mencionado directo. Más allá de que haya quien prefiera al inicial, el Capitán crece como artista y su juventud me hace intuir que tenemos artista de largo recorrido y que lo mejor aún está por venir.

La sesión de tarde la abrió con un calor infernal Los Chikos del Maíz. El trio de Dj Bokah, Toni y Nega ha sabido capear con maestría el éxito popular que supuso su fusión con Habeas Corpus en Riot Propaganda y apenas han perdido ese tirón a tener de los visto en varias citas posteriores. (Algo que quizá sí que le ha pasado a la banda madrileña). En cualquier caso los levantinos sonaron atinados, como siempre lenguaraces en la presentación de cada uno de los temas y con una base rítmica contundente que hacía temblar (literalmente) el suelo más próximo del escenario y también la parte posterior. Una hora que dio para escuchar alguno de los temas más celebrados de la formación, como ‘Putas y Maricones’, el final a salto limpio de ‘COPS’, el pogo generado con Mecano, ‘Paraísos Artificiales’ con “mi mente es un horno”… Repertorio al grano, tanto que entre calores y riesgos de lipotimia se echó en falta ‘Gente VIP’.

Cambio radical de estilo y estampida de retirada mezclada con estampida de venida para ver a El Puchero Del Hortelano. La formación granadina continúa con esa mezcla de satisfacción y tristeza que da una gira de despedida tan exitosa como la que se encuentran embarcados desde hace varios meses. No hay gran festival multiestilístico que no cuente con ellos y el The Juerga’s, donde ya tocaron el pasado año, no podía ser menos. La banda de Antonio Arco es muy grande, en sus vientos, con Patricia a la guitarra, en cada detalle… Canciones como ‘Las Pelusas’, ‘La Guía’ o ‘Lo Que Pasa Es Que Me Cuelgo’ son pequeñas joyas que saben igual de bien en una cena con un buen vino que en un festival a 40 grados en pleno sol. Fiesta de metales en ‘Paisajes’, bello recuerdo a Krahe en la presentación de ‘De Ovejas y Corderos’, para pasar al amor de ‘El Parque’ y esa confesión de perdición que son ‘Ave Fénix’ y la excelente ‘Hay Días’. El tramo final quedaba reservado para otras joyas románticas como ‘Sábado’, ‘Tú Eres Eso’, ‘Ese Rato Tan Divino’ o la versión de ‘La Quiero A Morir’ y por supuesto las animadas ‘Míralo’ o ‘Asuntos Serios’. Excepcionales. Se les va a echar mucho de menos.

Gatillazo RockSesion

Y a las ocho y media y aún con el sol dando duro era el turno para Gatillazo. No recordaba una hora tan temprana para Evaristo y compañía desde tiempos inmemoriales. Así se lo comenté a posteriori a Evas, quien se acordó de uno a las tres de la tarde en Tarragona, “si no me da algo hoy no me da nunca”, le dijo al manager, “que me dijo, acuérdate de los obreros en el andamio”. Y lo sacó, para eso es el patriarca. Y en el The Juerga’s ejerce de ello. Se nota que hay un rollo especial entre el festival y la banda y también entre la banda y el festival, pese a las 12 horas de viaje que se tienen que marcar. Público entregado a sus pies desde el primer bloque de temas: ‘Señor Juez’, ‘Jota de la Derrota’, ‘Xanti’, ‘Lehendakari’, ‘Mucha Muerte’ (que es la que termina de incendiar siempre) y ‘La Última Patada’. Cabalgando hacia la perdición sin remisión alguna (yo sabía que me tocaba descanso al siguiente turno, así que lo di todo), con ‘Otra Pa La Policía’, ‘Número 1 en USA’, ‘Bla Bla, Bar’, ‘Torturas’, ‘No Love’ (que sigue siendo una de mis favoritas) y ‘Es El Odio’. Acierto la recuperación reciente de ‘Repito Lo Que Veo’, con su minuto escaso y sin estribillo, ‘Perro Policial’, ‘La Fuga del Rocker’, la azuzadora ‘Vendido’, ‘Testamento’ o ‘Sangre y Mierda’. Un Evaristo a gusto, que diría El Drogas, que ofreció un derroche comparable a la sobriedad de Txiki en la guitarra, la energía juvenil y contagiosa de Ángel en las otras seis cuerdas, con Mikel al bajo, siempre en su sitio, y un Tripi que da la impresión de seguir poder tocando otra hora más si hiciera falta. Un salto más hacia el final con ‘Capitalismo’, ‘E Por Si Muove’, ‘Pijos Powres’ (que siempre me hace reír), recuerdo a la polla con ‘Los 7 Enanitos’, ‘Un Minuto En Libertad’ y sus guitarras decadentes y ‘Fascículo’. La traca final se inició con ‘Txus’ arrancherado para terminar a toda velocidad con ‘Siglo XXI’, ‘Presuntos Supuestos’, Delincuencia’, ‘Bisturi’ (otra que no recordaba o que siempre olvido), ‘Seguratas Blindaos’, ‘Fosa Común’ y otra de la Polla, ‘Odio a los Partidos’.

Dedicado a otros menesteres programados con anterioridad, tuve que sacrificar el concierto de La Excepción. Me parece encomiable la capacidad de sacrificio y entrega de El Langui, rodeado de una buena banda, pero el género en sí mismo no me convence demasiado en directo o, más bien, se me hace demasiado prolongado. Aunque sí reconozco que me lo paso en grande con ‘El Besolla F.S.’.

Hora Zulu RockSesion.jpg

Y así llegamos a tiempo sobrado para ver a Hora Zulú, que se subían a un escenario 594 días después de su concierto en Madrid, a los que llevaba 622 días sin ver desde mi doblete en su despedida granadina. Sea porque La Excepción se alargó o por imprevistos de última hora, el caso es que se me hizo bastante larga la espera hasta que entraron a degüello con ‘Camarada’ tras una intro de rigor. Las casualidades quisieron que también escuchar el mismo tema en la prueba de sonido a las 12 del mediodía, así que no pude exprimir más su cita única. El arranque se completó con ‘Dice El Poniente’, ‘Mis Barraqueras’ y ‘Gabinas de Cochero’. Adrenalina y emociones que taparon que al principio no se escuchara como debiera, todo solventado para el siguiente bloque que dejaba a las claras que el repertorio había cambiado considerablemente su orden con respecto a los conciertos citados. Así, sonaron ‘Tango’, la bifásica ‘Y No Protesto’ y las puñaladas a las entrañas que son ‘Con Mi Condena’ y ‘Tanto Que Perdí’, hasta que ‘Toma y Obliga’ volvió a poner la calma relativa. Un concierto regreso en el que la banda echó mano de Ernesto Cabello a la segunda guitarra para que aún fuera más épico, se le vio suelto y ofreció una gran dosis de técnica y dureza, además de movimiento, algo en lo que rivalizó con un hiperactivo Álex Bedmar, que sigue siendo en su discreción el complemento perfecto de la banda. Al otro extremo, un Paco Luque más centrado y discreto que en otras ocasiones. Por su parte, Javi Cordovilla evidenció su clase serena mientras que Aitor lo vivió como quien vive todo con una gran intensidad y emotividad. Intuyo que no fue fácil pero sacó el genio, templó nervios a base de chistes sobre Los Planetas y Jota (fuente inagotable). El recinto repleto se sumergió en bloque ‘más jodido’ del repertorio, ‘Coplas de Negra Inquietud’, que también sirvió para coger aire, ‘Reinvención’, ‘De Vivir Sin Ti Dos Vidas’ y la clásica ‘Tientos’. Sorprendió la recuperación de ‘Y Por Todos Mis Compañeros’ (como lo hizo la salida de ‘Por Los Ceniceros’), contaron con la colaboración de Quilate en ‘Misas y Cenas’, clavando la original una vez más, más de diez años después y bailamos con la serpenteante ‘Que Me Mata’, que hizo oler que el fin estaba cerca, lo que nadie queríamos que llegara. Así, sonaron ‘De-Que-Rer-Ser’ y ‘Golpes de Pecho’ y ese triada inamovible formada por ‘Agua De Mayo’, ‘Andaluz de Nacimiento’ y ‘A Ver Si Me Entiendes’, que sacó lagrimillas. Qué os voy a decir que no sepáis. Pocas bandas hay tan insustituibles como ellos, por más que el presente tenga otros nombres (Pangloss, Fausto Taranto, Vúfalo, Demiurgo…) y que también suenen de escándalo. (Sober está de gira con Savia y Skizoo, lo dejo caer…).

The Toy Dolls RockSesion

Con las emociones desbordadas, tenía claro que a The Toy Dolls era difícil que los viera en su totalidad. Los conciertos de los británicos siempre se me hacen demasiado lineales, solo despertando en los picos puntuales de los símbolos, ‘Idle Gossip’, ‘The Lambrusco Kid’, ‘Alec’s Gone’ y, cómo no, ‘Nellie The Elephant’. Valor por su parte salir a escena con sus tradicionales chaquetas en el inicio con la que estaba cayendo y pura actitud, del todo innegable, al igual que la calidad de su sonido. En cualquier caso, más allá de mis gustos personales, la actuación fue multitudinaria y satisfizo a la mayoría, así que, misión cumplida.

Narco RockSesion

Aún quedaban dos balas más en la recámara. La más esperada, la de Narco, que metió otro llenazo y demostró por qué es una de las bandas más solicitadas de los festivales del país. Además, realizaron otro importante ejercicio de valentía llenando el repertorio de las canciones de su grave y oscuro Dios Te Odia. Hasta ocho de los doce sonaron, los ocho primeros, y yo acabé incluso echando de menos ‘Carnicería en la Romería’. Pero más allá de lo antiguo o lo nuevo del repertorio, Narco demostró que ha sabido conectar definitivamente el rollo hedonista, marcado en los últimos tiempos por una querencia surfero-electrónica con sabor a cine de terror de serie B, con la potencia consabida de siempre, acentuada si cabe por el endurecimiento de guitarras y presencia de bajo. ‘Satanízate’, la imprescindible ‘Siempre Enmarronao’, ‘Son Ellos’, ‘Vizco’ o ‘Demolición’ (la única del disco de versiones que ha sobrevivido) abrieron fuego para una largo repertorio, regado de agua y whisky: ‘La Última Cena’, ‘La Hermandad de los Muertos’, ‘Ojos de Huevo’, ‘Por El Estrecho’, ‘Asesinato, Alcohol y Ácido’, ‘La Cucaracha’, ‘Tu Dios de Madera’… No hay concesión al descanso. Así en la parte final todavía restaban ‘Lo Peor Del Barrio’, ‘Ahí Fuera’, ‘Dame Veneno’ con Lobezno de la Puebla y las más viejunasKolicotrón’ y ‘A Tomar Por Culo El Mundo’ (sacrificada en los últimos tiempos). ‘Caballo Loco’, la locura colectiva de ‘Chispazo’ y ‘Puta Policía’ pusieron el broche a una actuación desbordante y pletórica.

Fuerzas en reserva para recibir la propuesta electro-rapera del numeroso combo Dremen, a los que despedí desde la lejanía buscando el descanso.

The Juerga’s es mucho The Juerga’s. Y todo parece indicar que no va a haber quien los pare.

 

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Publicado el agosto 5, 2015 en Crónicas Conciertos y etiquetado en , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 11 comentarios.

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