Pantocrator – Sálvame
Como vengo escribiendo desde hace muchos años, catalogar a los grupos en sacos genéricos nunca ha tenido un sentido más allá ‘de resumen’ instantáneo pero nunca debe ser tomado como algo excluyente. En los últimos tiempos lo vengo diciendo con eso que se ha venido a llamar ‘indie’, que tira para atrás a las personas rockeras ‘de pro’ que creen que si les gusta un grupo de ese corte van a perder puntos en el rockómetro o algo así. Casos hay a decenas y uno más que viene a sumarse a ellos es la banda que hoy nos ocupa, Pantocrator. Los barceloneses acumulan en su corta vida tres epés de cuatro temas cada uno de ellos y este ‘larga duración’ que nos ocupa, que viene con ocho nuevos cortes. En total, hablamos de una colección de veinte canciones a lo largo de su carrera que vienen a dar un resultado de metraje que apenas alcanza los cuarenta minutos. ¡Ni Lendakaris Muertos, oiga! ¿Y cómo es posible? Porque Pantocrator (por cierto, excelente nombre para un grupo y que aparece cantado en el fantástico e hilarante tema ‘Triceratops’ de Mamá Ladilla), en un ambiente pintado de colorismo y revestido de purpurina, descerraja metralla a toda velocidad de una incuestionable herencia punk (rebautizado para no ahuyentar modernos como power pop) y de tintes garajeros, con unas letras repletas de fina ironía y escarnio, en el caso de las anteriores entregas, y de una gran mala hostia como demuestran en este nuevo artefacto. Un lanzamiento que en sus trece minutos se ha acompañado del lanzamiento de un ‘videoclip’ global que simula la inmundicia de los programas del corazón y el narcisismo y/o insatisfacción que impera en una sociedad desafectada. Menudo trallazo.
Pantocrator nace en el barrio del Carmel con Marta Delmont al bajo y a la voz (en solitario había hecho escarceos ‘serios’ con el country), Marina Correa a los teclados, Xiri Romaní a la batería y Rober Busquets a la guitarra.
Tras dar una buena somanta a una colección de indeseables nocturnos en Villacapullos (2019), hacer una recreación histórica demoledora en La Masacre de Putis (2020) y sacar su ‘disco rojo’ con El Chungo Colectivo, ahora en Sálvame el grupo continúa retratando con humor corrosivo aspectos de la vida cotidiana sin ningún tipo de remilgo y, por supuesto, riéndose de sí mismos, como demuestran en el citado vídeo – programa.
La lista se abre con ‘Sintonía Del Caos’, un tema que reúne desde el tempo garajero clásico a unos teclados horror punk. La melodía vocal ofrece unas escalas adictivas mientras que la base guitarrera no desmerece ni da concesiones. Incluso parece infrecuente encontrar una narración con tanto texto para un ‘singlelazo’ como este pero acaba siendo otro elemento más que se suma para que Pantocrator esté muy por encima de la media de otras bandas similares. Capacidad de síntesis brutal con el intenso minuto de ‘En Anteriores Capítulos’, donde la velocidad y la plasticidad de las formas parecen quitar sangre a un brutal estribillo: “Estoy de puta madre pero sálvame. Llorando cada noche pero todo bien”.
Batería y bajo redoblan para la llegada del insidioso ‘chapador’. El pesado de turno que al más puro estilo ‘el brasas’ de, de nuevo, Mamá Ladilla protagoniza esta suplicante y desesperada canción de negación y auxilio, de nuevo con un ritmo agitado y con bien de guitarras. En ‘Teléfono de Aludidos’ encontraremos la canción más punk del disco, hasta el punto de que lo mismo nos evocan a los salvajes y ya recomendados en su día Sandré, que a los Siniestro Total (moviendo hilos para estar en su concierto de despedida el 6 de mayo) de los tiempos de Germán Coppini. Brutal.
La segunda parte de Sálvame se abrirá con ‘Polígrafo’, un tema de bajo y ascendencia casi surfera en su fraseo donde recuperan aquel esperpento que estuvo de moda a finales de los noventa y que la banda recrea tirándose pullas entre ellos en el vídeo. Parafraseando a Joaquín Reyes con lo del “café y cigarro, muñeco de barro”, Pantocrator también tirará balas contra el consumismo en ‘Publicidad (Estado Del Malestar)’, con alusiones tan demoledoras como “serotonina online” o “financiado equilibrio mental con Amazon Prime”.
En la dupla final, ‘Gala De Confrontación’ reclama en un medio tiempo ágil el derecho al ‘errare humanum est’ y también el del enfado irracional, para terminar con ‘Continuará (Jeta)’ que no decae en los mandobles con la primera estrofa: “Cómo tuviste los santos cojones de venir a darme a mí lecciones”. Un canto, aunque no lo parezca, donde hay mucho de sabiduría (saber que el mundo es de la gente con jeta) y de bondad (“pero yo no tengo las ganas y el valor de ser así”).
Apúntate la recomendación y échale un oído y vistazo al vídeo – disco durante los anuncios de cualquier cosa que veas en Telecinco o Antena 3 (te dará tiempo), en el descanso de un partido de fútbol o mientras estás en el baño en el curro y después me cuentas qué tal la experiencia.
A la lista buena estos Pantocrator.
Lista de canciones – tracklist:
- Sintonía Del Caos
- En Anteriores Capítulos
- Exclusiva
- Teléfono De Aludidos
- Polígrafo
- Publicidad (Estado Del Malestar)
- Gala De Confrontación
- Continuará (Jeta)
Publicado el febrero 17, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Crítica Discos, Pantocrator, Sálvame. Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.
Pingback: Meteosat – Espunk! (2000) | RockSesion
Pingback: Parquesvr – Si No Fuera Por Estos Momentos, Sería Por Otros | RockSesion
Pingback: Los Discos del Año 2022 de RockSesión | RockSesion