Doctor Explosión – Superioridad Moral
Once añitos de nada han pasado para que Doctor Explosión vuelva con un nuevo disco (Hablaban Con Frases Hechas) y 23 desde “La Chatunga” y 26 desde “Drácula Ye-yé”, que a mí particularmente me han acompañado sin falta en cada uno de ellos. Que vale que la pandemia descuente dos, pero aún así, mucho se antoja. No significa esto que el bueno de Jorge Explosión (Muñoz-Cobo) hubiera rehusado seguir con esto de los rocanroles por la vía de garaje y el punk guatequero, sino que en este tiempo se ha hecho las Américas varias veces acompañando a otros músicos y, en definitiva, sumando experiencias que parecen canalizarse en un álbum en el que toma las referencias de antaño, pero con la sabiduría que da lo vivido, haciendo enriquecer los arreglos y atmósferas de sus canciones. Eso sí, por el camino del tiempo se ha dejado su querencia a combinar el inglés y el español, quedándose en este caso solo con el segundo, cosa que aquí aplaudimos a rabiar, grabándose en estudios Circo Perroti de Gijón. Con el porte que refuerza esa Superioridad Moral irónica de la que habla el título, el disco ha sido masterizado en Abbey Road Studios por Frank Arkwright (Blur, Oasis, New Order) y saldrá mañana de la mano de Slovenly Recordings, pero nosotros, haciendo gala del nombre del álbum (también con ironía, de eso va esta historia), os la traemos hoy. Encima el disco cuenta con colaboración de Sean Ono Lennon y los consejos de Jorge Ilegal así que más imposible.
Y esta historia comienza con el reverso, intencionado o no, del mito stoniano transformado en “Insatisfacción”. Bases fuertes y muy pautadas desde la batería, marcado efecto vocal que le da un punto algo oscuro, y una letra que se mueve entre la indecisión e incapacitación para conseguir la mencionada satisfacción. Y sí, el estribillo si me apuran tiene algo de los tiempos ácidos y psicodélicos de Their Satanic Majesties Request. Con solo incluido, es un trallazo importante que elimina de un plumazo el recuerdo en la memoria que teníamos de la banda.
Tirada la puerta, es el momento de seguir recorriendo las habitaciones de esta superioridad moral. En el caso de “Vestir De Mujer”, se juega en atmosferas menos abotargadas, con guitarras más sutiles y armazón rítmico sesentero marca de la casa, con un texto (tan lacónico en su intención como corrosivo y directo en su emisión) sorprendentemente cantado más arriba de lo habitual. Otra muesca más, por tanto, la evolución plausible en la forma de cantar. En “El Día Que David Bowie Murió” se toman (¡por fin!, pensarán los de antes) las maneras garajeras más habituales. Un ritmo machacón e intrincado que tras la sucesión de primeros estribillos hará un guiño al “Changes” del duque blanco… El texto juega un poco en la ironía del acordarse de personajes ilustres a partir de su muerte, aunque no al nivel corrosivo de Parquesvr en “Tom Petty”.
Si hay una canción que hace honor al título es con la pop psicodélica “La Gente No Sabe Gastar”, que casi parece acantinarse en el puente musical entre el estribillo, donde priman los coros y tonos altos, y el fraseo, para la coda, una armónica para darle más colorido al asunto. La primera parte del álbum se cerrará con la batería animosa y riff hard rockero por la vía “You Really Got Me” de “Grises”. Por cierto, el videoclip casi parece un homenaje al recientemente fallecido director de cine Jean Luc Godard y su Al Final De La Escapada o Truffaut y sus 400 Golpes.
La segunda parte del álbum arranca elevada también con el rock desatado de “Apego Evitativo”, una píldora de dos minutos sin descanso alguno, con otra nueva narración desde la mirada del surrealismo individual. ¿Descanso? Ninguno. “La Polilla” arranca desde el inicio a morder con una magnífica melodía principal de guitarra y voz que suena urgente y oscura, casi con furia Dead Kennedys o Bauhaus. Esencia de punk por el filtro personal de Doctor Explosión. Para culminar la locura, la referencia al folclore asturiano mientras guitarra y batería siguen galopando.
“Acidez” destilan los textos de todo el disco, por lo que no es extraño que se lleve unos cuantos recados aquellas personas que provocan urticaria y regurgitar: «mi pH estomacal se resiente cada día más, / tú me provocas acidez, / alergia a tanta estupidez». El estruendo instrumental, que por momento se hará muy castizo a Los Brincos, acaba siendo tan molesto como el personaje que genera todas esas sensaciones.
Llegando al final “Mi Lista De Cosas Que Hacer” vuelve a tirar de rock primigenio de The Kinks y Los Bravos para un bonito canto de desidia emocional de la pareja rota. «En tu lista de cosas que hacer ya no queda un lugar para mi. (…) En mi lista de cosas que hacer ya no queda un lugar para ti». El cierre lo da la campestre y country “Paleto”, versión de “The Call Me Country” de Sanford Clark, donde primero se ironiza con el pueblerino que se toma “cacharros” y paga por sexo, que tira cabras desde un campanario, pero la canción irá virando poco a poco para enfocar el tiro también a “los modernos” que presumen de, claro, el título del álbum, “superioridad moral”, queriendo salir en programa culturales de La 2, llevando el mismo peinado que los Beatles o por moverse en la dicotomía entre Mods y Stones. Una gamberrada marca de la casa que nos recuerda que con Doctor Explosión lo más serio siempre sacará una sonrisa.
Un magnífico disco de rock que, ahora sin obligaciones espurias de no querer salirse de los cánones de un estilo determinado, divierte y ruge con profusión.
Lista de canciones – tracklist:
- Insatisfacción
- Vestir De Mujer
- El Día Que David Bowie Murió
- La Gente No Sabe Gastar
- Grises
- Apego Evitativo
- La Polilla
- Acidez
- Mi Lista De Cosas Que Hacer
- Paleto (The Call Me Country)
Publicado el noviembre 3, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Doctor Explosión, Superioridad Moral. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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