Revólver – Adictos A La Euforia

En enero de 1989, Carlos Goñi decide fundar Revólver, grupo con el que daría continuidad a una carrera musical que inició cinco años antes bajo el nombre de Garage y con mayor perdurabilidad con Comité Cisne. Ahora, 34 años después y tras diecinueve trabajos discográficos previos, entre los que se incluyen sus famosos Básico de los que hay hasta cuatro volúmenes, llega bajo el nombre de Adictos A La Euforia su vigésima álbum. Nada mal para quien ha sido (es) uno de los grandes letristas y compositores del rock de nuestro país. Y, claro, en una carrera de largo recorrido como la suya hay espacio para todo tipo de ondulaciones, búsquedas y maneras de hacer. Después de haber simplificado su discurso en Babilonia y suplirlo con más cantidad de temas en Capitol, estos cinco años han rearmado al bueno de Goñi para volver con su capa más esencial y germinal, recordando en estos nueve temas (uno de ellos es una versión al castellano de la archiconocida “Johnny and Mary” de Robert Palmer) todas sus influencias que le impulsaron a paliar con la guitarra la lesión adolescente que le retiró del balonmano. Volviendo al sonido del rock americano al uso, también con un par de escarceos del folk más Neil Young y con canciones que vuelven a abrir la presa hacia el río con letras como las de “El Anillo De Boda” o “Calor y Tiempo”, que tienen hechuras antológicas para el otoño de su carrera. Para rematar, el tono general del álbum es profundamente vitalista, por dos motivos fundamentales: su rechazo a escribir ni una sola línea en tiempos de pandemia y por un saneamiento y depuración corporal que completa la renovación.

Para esta nueva entrega, Carlos Goñi, que se encarga como es habitual de la voz principal, guitarras y armónica, viene acompañado por Manuel Bagües al bajo y los coros, Miguel Giner a la batería y percusión y David San en los teclados y piano rhodes. Los coros los firma Neus Ferri, que se brinda a ello mientras mantiene una más que digna carrera como solista. En el lado técnico destaca la labor de Joe Marlett.

Tres fueron las canciones adelantadas a lo largo de los meses previos del álbum y una de ellas es la que lo abre, “Adictos A La Euforia”. Un tema de esos que tienen un tempo que despliegan con tanta naturalidad que casi les resulta insultantemente sencillo. A ese embaucador truco de pura experiencia se suma un riff principal épico, que es el que al final aporta los brochazos de color, y un texto de esos con múltiples referencias bíblicas del gusto Goñi y de otros coetáneos como José Ignacio Lapido.

Una excelente piedra de toque para la llegada de “El Anillo De Boda”. Un corte en el que Goñi se gusta a sí mismo en su registro rejuvenecido, llevándose el corte a los casi siete minutos con una extensa coda de coros elegantes, y con una letra que inserta con maestría su conocida ironía con marco actual («asistimos al secuestro de la risa y entre un marzo y otro marzo, los youtubers mientras tanto bendecían a sus fieles en streaming por un like») y con ese poso vitalista que comentaba más arriba, con una lección evidente pero que nunca sobra: «el error no es acabar, el error es no empezar por si se acaba».

También se mueve en los mismos números “Esta Guerra Tuya y Mía”, aunque aquí con una tesitura más grave y sobria, en un corte reflexivo en el que, lejos del conflicto, busca la conciliación entre suaves acordes de ligeros slide y distorsión comedida, dejando para el desarrollo de la coda nuevos coros armonizados y palmeos de aire funk setentero (es decir, no disco). Por su parte, “Beguine” hace guiño (al menos en la referencia) a otro género musical, popularizado por Cole Porter en su momento. Un corte de compás ágil y de bastante brillo en los coros. “Al Infierno Sin Papeles” fue el segundo adelanto del álbum y en este caso destaca por una casi demodé principal melodía de teclas (las vanguardias siempre han sido ajenas al mundo Revólver) en un medio tiempo con mucho swing.

En la segunda parte, “Desde Que No Estás Aquí” se diferencia desde el inicio por una mayor latencia y presencia del golpeo de batería. Destaca el tratamiento de la voz en la mezcla, con ligera reverberación de templo eclesiástico y algo de eso también se encierra en unos coros casi gospelianos y con frases propias para Neus Ferri. “El Otoño Está Al Caer” vuelve a sacar a pasear una narración casi recitada, mientras que una poderosa distorsión de guitarra y una gran ambientación de teclas hacen el resto.

Para dejar Adictos A La Euforia en su nivel sonoro más colorista, “Calor y Tiempo” es un rock robusto y de naturaleza creciente, con un estribillo efectivo y poderoso en su rebato de guitarras, solo incluidos, teclas y base rítmica. El cierre lo echa la citada versión de “Johnny and Mary” que se antoja de lo más solvente desde la primera escucha, incluso en la ligera afección vocal que evoca la esencia de la original.

Un álbum, en suma, que eleva y mejora el tono y que nos confirma a un Carlos Goñi que entra en una nueva década vital con todavía mucho que contar.

Más de Revólver en RockSesión:

Revólver – El Dorado (1995)

Revólver. Almería. 25 de julio de 2020

Lista de canciones – tracklist:

  1. Adictos A La Euforia
  2. El Anillo De Boda
  3. Esta Guerra Tuya y Mía
  4. Beguine
  5. Al Infierno Sin Papeles
  6. Desde Que No Estás Aquí
  7. El Otoño Está Al Caer
  8. Calor y Tiempo
  9. Johnny and Mary

Publicado el febrero 20, 2023 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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