Carlos Escobedo – Solitud
Desde el día que le escuchamos cantar bajo el nombre de Sôber Stoned, primer nombre de la banda que pasaría a la posteridad de la escena rockero-metalera-alternativa del país bajo el acortado Sôber, Carlos Escobedo ha destacado por tener una de las voces más reconocibles del circuito. De hecho, como he escrito alguna vez, no hay canción ‘que toque’ que no acabe adquiriendo su impronta, como demuestra en las numerosas colaboraciones que ha venido haciendo en los últimos treinta años. Tras celebrar precisamente la gira del 30º aniversario de Sôber por todo lo alto (que desembocará en la publicación de un nuevo deuvedé y trabajo en directo del concierto ofrecido en Las Ventas con colaboraciones poco habituales para el mundo del metal alternativo: Antonio García de Arde Bogotá, Andrés Suárez, Dúo Kie, El Chojin, Ambrok, además de las más ‘normalizadas’ de Kutxi Romero, Leo Jiménez, Rafa Blas o Ruth Lorenzo), Carlos ha ido retomando su vertiente íntima en solitario, que culmina ahora con el lanzamiento agrupado aquí de esos singles sueltos y otros temas y versiones de reciente creación. Además, lo sigue defendiendo por gira de salas. Un sello de identidad inconfundible que luce en territorios reposados, más líricos, de autor o melódicos.
Este trabajo ve la luz en formato cedé y vinilo, y sale a la calle de manos de El Dromedario Records. Ya se encuentra a la venta en su web, en los puntos de venta físicos habituales y en las plataformas.
Solitud, personalísimo título del disco, es una palabra de uso no muy común que define la agradable sensación de sentirse uno a gusto consigo mismo; de estar solo por voluntad propia y disfrutarlo, no entendiéndose esa soledad elegida como algo negativo, sino positivo. En el caso de Carlos, de sentirse a gusto en su personal y rico mundo interior rodeado de canciones. «He aquí un disco que invita a mirar hacia dentro sin tapujos», en sus palabras. O, como dice en el interior de portada del disco: «Aquí me siento vivo, / dentro de mi soledad / me puedo encontrar cuando esté perdido». Versos, por cierto, que recuerdan un tanto a las loas de soledad de Manolillo Chinato, con quien tanto queremos.
El álbum ha sido grabado, mezclado y masterizado en los Estudios Cube de Madrid por Alberto Seara, que lo produce mano a mano con el propio Carlos Escobedo (con el añadido de Emilio Esteban en la canción en la que colabora Ruth Lorenzo). Los arreglos son de Javier Blanco, la viola y violín de Charly López, las baterías y percusiones en todas las canciones (menos “Inmerso”, que es de Matt de Vallejo) es de José ‘El Niño’ Bruno. Los pianos los firman Fredi Peláez en “La Luna Me Sabe A Poco” y Carlos Clerencia en “Lucha De Gigantes”. El solo de guitarra de “Inmerso” es de Raúl Perona.
Un buen riff machacón y sólido (puede evocar por momentos ese puntito de Savia) arranca la lista en “Sábanas Vacías” que abrirá las sonoridades en un puente más melódico y reposado, marcando un equilibro entre el universo metalero conocido y la propuesta de Solitud, aunque la coda volverá a ofrecer algunos de los momentos más aguerridos, como si fuese una piedra de inflexión, un tránsito para los seguidores.
En “Inmerso” ocurre algo similar, aunque aquí la bajada de pulsaciones en la velocidad se compensa con una épica muy poderosa y, quizá, una de las mejores letras escritas por Carlos en los últimos veinte años. Aunque para letra, claro está, la de “Thamar y Amnon”. Un poema que forma parte del ‘Romancero Gitano’ de Federico García Lorca. Los versos, inspirados en un episodio bíblico, abordan la pasión incestuosa de Amnon por su hermana Thamar. Extrapolada la historia a nuestros días, «puede reflejar la parte más impulsiva del ser humano o incluso la complejidad de las relaciones hoy en día», explica el propio Carlos. Una letra que el mismísimo Camarón de la Isla cuadró por bulerías en una de sus últimas obras maestras como fue el disco con la Royal Philarmonic Orchestra.
En “Agua Para Tu Sed” encontraremos el dueto con Ruth Lorenzo en un tema bien resuelto en todos los planos. Desde la presentación inicial de guitarras acústicas, cuerdas y sutileza, hasta el progresivo crecimiento al modo clásico hasta la elevación final de la coda. En la canción que da título al conjunto, “Solitud”, Carlos recupera una vez más el soniquete stoner que frecuenta con solvencia y que plasmó sobre todo en el lado de Savia, de hecho es de las que podrían entrar sin problema en uno de esos álbumes… o incluso en Sôber con algún aderezo más.
Del otro lado, “Apocado” conquista e hipnotiza con esos acordes que asemejan la cadencia de un péndulo o de aguja de reloj y que impregnan un tema repleto de sensibilidad y emoción, quizá de lo mejor de la docena.
Salvo una excepción, la segunda parte del álbum está protagonizada por versiones donde, objetivamente, es donde ‘más se la jugaba’. No tanto por una “Lucha De Gigantes”, que creo que sonaría bien en cualquier voz, sino por la valentía de llevarse a piano, voz y cuerdas “La Luna Me Sabe A Poco” de Marea o “Dolores Se Llamaba Lola” de Los Suaves. Están cantadas con tanto respeto y delicadeza que es capaz de llevarlas a una dimensión desconocida para ambas.
La única de autoría propia de este segundo bloque es “Aire, Fuego, Tierra y Mar”, un tema que recupera como un verso suelto compartido hace dos años y medio y que funciona sobre todo en lo redondo de su estribillo y en su mensaje medioambiental. Recupera también para este formato el “Insensible” de Savia (su mejor canción) que no me parece tan brillante salvo por el tramo instrumental antes del último estribillo.
El cierre lo echa otra epatante versión a piano y voz, en este caso el “Y Sin Embargo” de Joaquín Sabina que, sencillamente, estaría muy por encima de la mayoría de las que entraron en aquel doble disco de homenaje que salió a finales de 2019 y que analizamos en su momento.
Próximos conciertos de presentación de Solitud en Valdealgorfa (Teruel), Bilbao, Barcelona, Talavera de la Reina (Toledo), Estella, Cartagena, Madrid, Valencia o Zaragoza. Entradas a la venta (excepto para Barcelona y Estella) en Enterticket,
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Lista de canciones – tracklist:
- Sábanas Vacías
- Inmerso
- Thamar y Amnom
- Agua Para Tu Sed
- Solitud
- Apocado
- La Luna Me Sabe A Poco
- Aire, Fuego, Tierra y Mar
- Lucha De Gigantes
- Insensible
- Dolores Se Llamaba Lola
- Y Sin Embargo
Publicado el octubre 27, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en Carlos Escobedo, Críticas Discos, Sôber, Solitud. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.




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