Lendakaris Muertos – Cicatriz En La Matrix
Hay que reconocer que se les echaba en falta… Aunque también más en directo que en estudio para seguir de verdad en verdad. El caso es que Lendakaris Muertos nos alegraban el otoño avanzando su regreso a los escenarios en 2016 y con la publicación de nuevo trabajo. Entre las principales novedades, la salida de Asier a la guitarra, que toma Joxemi, el revoltoso guitarrista de Ska-P y NoRelax. Roto el equilibrio de las dos parejas de hermanos, el cuarteto, completado con el hiperactivo Aitor, y la base rítmica de Potxeta y Jokin, ofrecen en este Cicatriz En La Matrix, el quinto en estudio, otros quince cortes para el escarnio popular que, sin inventar nada nuevo, refrescan la línea básica de la banda: juegos de palabras constantes, un buen número de aspectos sociales y políticos ironizados, referencias meta-musicales o textuales a grupos punks o derivados, y unas formas que despachan en poco menos de una semana de grabación. Lendakaris Muertos están en la casa de nuevo. Y pocos festivales se resistirán a llamarlos.
En unos tiempos (¿acaso no lo ha sido así siempre?) en los que todo el mundo pide una renovación del panorama musical del punk, rock, heavy patrio, el vacío de dos años de Lendakaris Muertos ha evidenciado que no hay nadie ‘joven’ con su capacidad de convocatoria. Nadie ha sabido aprovechar ese hueco de dos años dentro del género y, con permiso de Evaristo, que está por encima del bien y del mal, reclaman su trono.
Como apuntaba el álbum de duración ‘marca de la casa’, apenas 28 minutos, nos traen más drogas, política y guiños a puñados. El speech de la intro ‘Lendakaris Muertos Saludan a Sus Camellos’ ofrece una maquinal entrada con título a lo AC/DC. Por lo general, el sonido del álbum es mucho más ‘rockero’ que acelerado. No es que Lendakaris haya cambiado de estilo, pero sí que se nota cierta querencia melódica en la guitarra de Joxemi, se aprecia en todo el álbum (lo que rompe el machaconeo rítmico de la batería), especialmente notorio en temas como ‘Santísima Clandestrinidad’ o ‘Nunca Más Volverás A Aplaudir En Un Avión’.
‘Tenemos A La Pasma’ arranca a degüello con un amenazante corte sobre el temor a perder a la autoridad oficial. ‘Y Sin Embargo, Te Quiero’ presenta un título sabiniano y un comienzo que recuerda al ‘Síndrome De Download’, si bien el desarrollo es un tributo claro a ‘Nicaragua Sandinista’ de Kortatu. En ‘Modo Dios’, ‘Modo Diosa’ y ‘Sobredosis’ encontramos una de esas locas genialidades de la banda. Enlazar tres cortes que es la continuación lógica del mismo chiste. Abuso de drogas del chuleta, con versión femenina en un corte de ocho segundos, y un desbarre final en ‘Sobredosis’, donde Paloma San Basilio se hace inimaginable protagonista. Todo ello jugando con ese aquelarre festivo de sus coros.
La citada ‘Nunca Más Volverás A Aplaudir En Un Avión’ es prueba fehaciente de que la banda en esta ocasión dirige más las críticas a la sociedad que a quienes los desgobiernan. Habrá quien eso lo vea como un punto de debilidad o de menor fuerza, yo lo considero un acierto. El título deja claro quién se lleva el dardo en estos dos minutos. ‘Húngara Chúngara’ por su parte es un bello ejercicio de aliteración vocal con ritmo ligero en el fraseo y maquinal en el estribillo. Una de las más acertadas, efectos de guitarra incluidos (de nuevo aportación de Joxemi). De la brillantez a la más discreta ‘Arnaldo Schwarzenegger’, quizá por lo caduco del asunto. Quizá lo mejor sea su riff que recuerda a la versión acelerada de ‘L’Estaca’ de los extintos Canallas.
El disco continúa cabalgando con ‘Búscalo En El Puto Google’. Otro disparo de poco más de medio minuto con la descarga de porno como eje. En ‘Santísima Clandestrinidad‘ encontramos ese ejemplo de armonías guitarreras que tienen un punto diferente a lo que se venía haciendo hasta la fecha. También es el que más claro se ríe del mundo del problema vasco, con el exilio en Iparralde. ‘Troncos, Aceros, Maderos’ tiene el ritmo usual de la banda, pero algo más contemporizado, mientras que ‘Es Pota Cerdo’ homenajea a uno de los títulos más polémicos de S.A.. Por último, ‘Urrusolo Sistiaga’ (que yo no hubiera cortado para poder tirarme siempre el pegote de tener una canción de cinco minutos) narra una imposible historia de amor.
Igual los chistes no son tan provocadores y salvajes como en otras entregas, pero musicalmente hay una renovación plausible y tenerlos de vuelta sí nos hace sonreír.
Tracklist:
- Lendakaris Muertos Saludan A Sus Camellos
- Tenemos A La Pasma
- Y Sin Embargo, Te Quiero
- Modo Dios
- Modo Diosa
- Sobredosis
- Nunca Más Volverás A Aplaudir En Un Avión
- Húngara Chúngara
- Arnaldo Schwarzenegger
- Búscalo En El Puto Google
- Santísima Clandestrinidad
- Troncos, Aceros, Maderos
- Es Pota, Cerdo
- Urrusolo Sistiaga I
- Urrusolo Sistiaga II: Superhéroe De Barrio Conflictivo
Publicado el febrero 16, 2016 en Críticas Discos y etiquetado en Cicatriz En La Matrix, Críticas Discos, Lendakaris Muertos. Guarda el enlace permanente. 6 comentarios.
Coincido en casi todo, pero creo que patinas en pensar que el asunto de Arnaldo es caduco. En la canción habla de cómo un futuro gobernador que sale de la cárcel ahora, y es que quedan 13 días para que Otegi salga de prisión. Si eso no es actual, apaga y vámonos 😀
Toda la razón.
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