M-Clan – Delta
Lo habían esbozado y tocado en varias ocasiones, con tan buen resultado y ganas de más que al final se han decidido a marcarse ‘un completo’. M-Clan, liderados como siempre por Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, cogieron su petate este verano para marcharse a Nashville, la cuna de ese modo particular de sentir el country. Hecho el viaje el viaje sonoro se amplía en la lista en un espectro que vira hacia otros puntos del ‘americana’. De Tennessee a California, el recorrido por los catorce temas se torna en un ‘road-álbum’ de una identidad poderosa, pero sin perder nunca el sello reconocible de la banda. Y es que, para bien o para mal, la firma de Tarque y Ruipérez es tan fuerte que es difícil que en cualquier momento dejen de ser ellos. Es una impronta muy potente, a priori algo muy positivo, pero que al final resta fuerza a la intención primigenia de este disco. Aún así, preparen sus botas, muerdan su tallo y digan hola a las ruedas de estepicursor. El movimiento y los recuerdos le dan los grados de nostalgia.
Conscientes de que son una banda de gran público, M-Clan ha incluido en la lista de catorce temas algún guiño de rock para hacerlo algo más accesibles. Es el caso de la apertura con ‘Grupos Americanos’ o ‘La Esperanza’, con hechuras de single para toda la vida, tanto que casi parece la canción que no cuadra con el resto del álbum. La primera es el que abre el conjunto, a modo de presentación del citado monográfico. Un universo mágico de cientos de grupos que descubren la vocación a prontas edades (“cintas de casette”), además de asociar otros tantos recuerdos. En este ambiente de mirada retrospectiva, ‘California’ es uno de los cortes más brillantes, basando la historia en dos jóvenes que se prometieron el viaje de su vida (1992) y que nunca harían. La referencia a The Summer of Love, el festival del 67, acrecienta aún más tanta nostalgia.
Más delicada y cálida nos llega ‘Delta’, una balada country tamizada de bluegrass tratada con tal dulzura, hasta en los aportes de armónica, que es perfecta, con el Mississippi como tabla de inspiración. La energía más rítmica se recupera con ‘Caminos Secundarios’ y ‘Saltamos Sin Mirar’. La primera es una canción en la que brillan especialmente los coros del estribillo y el desarrollo instrumental a partir de la mitad del corte, mientras que en la segunda, llama la atención que la ausencia de percusión no quita poderío ni intensidad al corte, incendiario a partir de las palmadas de la coda final. Delicados slides ponen el sello a la primera parte del álbum con ‘Tráeme Tu Amor’, bello ejercicio melódico donde se mueven con soltura.
El cuentakilómetros continúa dando vueltas en ‘Viaje Hacia El Sur’, donde la historia se marcha a la Península, el Mediterráneo y “un pueblo blanco andaluz”. Otro guiño a la nostalgia hacia veranos pretéritos en suma. ‘Todo Lo Joven Muere Hoy’ es un crescendo canónico tanto en intensidad vocal como en el arrope armónico, donde ligeros arreglos de cuerdas y un solo slide ponen la purpurina. Si en ‘La Esperanza’ se atisba un guiño a los Beatles, aquí también andan cerca. El rocanrol más veloz y nervioso del álbum llega en ‘Concierto Salvaje’, cerca minutos de canción donde la batería sí golpea (es decir, no sólo acompaña) y que a partir de los tres minutos y medios se deja llevar en un final instrumental regado de solos, aderezos y hasta teclas juguetonas.
Llegando al tramo final, la mezcla de las voces de Tarque en ‘Polvo de Estrellas’ le confieren un toque psicodélico que no termina de romper como, en lo personal, me hubiese gustado. Habría aumentado esa sensación lisérgica y alucinógena que se apunta (¿y prentende?). No puede faltar el ‘Whisky On The Rocks’ en un ‘road-álbum’ americano, “uno más para olvidar”. El banjo le da un punto tabernario y portuario que te recordará claramente, por buscar un referente ‘de moda’, a La Maravillosa Orquesta del Alcohol. ‘Corazón En Tránsito’ refuerza la sensación del constante movimiento del álbum y destaca sobre todo por la intensidad de la percusión y de las cuerdas, con ligeros toques orientales, en su segundo tramo.
El cierre, como si estuviésemos en la hierba contemplando las estrellas nos llega con ‘Noche De Desolación’. Un canto lleno de decepción: “no hay memoria si no hay compromiso”. Una muerte dulce para un disco que ofrece lo que promete, pero que no hipoteca la identidad de la banda.
Tracklist – Lista de Canciones:
- Grupos Americanos
- California
- La Esperanza
- Delta
- Caminos Secundarios
- Saltamos Sin Mirar
- Tráeme Tu Amor
- Viaje Hacia El Sur
- Todo Lo Joven Muere Hoy
- Concierto Salvaje
- Polvo De Estrellas
- Whisky On The Rocks
- Corazón En Tránsito
- Noche De Desolación
Publicado el octubre 5, 2016 en Críticas Discos y etiquetado en Carlos Tarque, Críticas Discos, Delta, M-Clan, Ricardo Ruipérez. Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.
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