Antílopez. Teatro Cervantes, 25 de enero
Condicionado por otros compromisos laborales, no deja de resultar curioso la dificultad o las coincidencias negativas que tienen algunas bandas o artistas para no ‘coincidir’ con ellos y poder verles en directo y, del lado contrario, otros casos en los que fácilmente te vas a la media docena en un corto espacio de tiempo. Seguro que todos tenemos nuestros nombres pendientes y nuestros nombres asiduos. En mi caso, del lado negativo, se me ocurre a bote pronto Love of Lesbian, Vinila Von Bismark… Del positivo, además de los que casi siempre están en todos los festivales que cubro, tenemos a Fausto Taranto o, el caso que nos ocupa, Antílopez. El dúo onubense pisaba una noche más, la del viernes 25 de enero, el siempre acogedor y embriagador Teatro Cervantes de Almería y a allí que nos encaminamos. Esta vez, con la motivación extra de ser la gira de presentación de Dibujo Libre, su cuarto trabajo discográfico, por lo que, además de las risas garantizadas y su gusto musical, había ganas de ver cómo habían remozado el repertorio y, por tanto, las nuevas presentaciones de las canciones. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos)
Aunque los números siempre son fríos, hay un hecho muy clarificador para explicar que Antílopez tiene una magia especial que los hace triunfadores a poco que se les preste la atención debida. Empezaron sus visitas a Almería en una sala llamada Z20N (Zaguán), posteriormente denominada Cervezas del Mundo –lugar muy recomendable, por cierto-, sin llegar al centenar de espectadores. Pasaron por el Teatro Apolo reuniendo, más o menos esa cifra. Dieron el salto al Teatro Cervantes donde, en sus tres visitas, los asistentes han seguido creciendo progresivamente hasta el punto de casi colgar anoche el cartel de ‘no hay entradas’. Casi 400.
Y es que con ellos no hay más secreto que lo dicho: prestarles atención y/o dejarse llevar por el boca a boca. Porque no conozco a nadie que los haya visto y no les recomiende. ¿Por qué? Porque sus conciertos/performances/funciones están llenas de risas, de magníficas canciones que hacen que hasta se te olviden todas las que se dejan en el tintero, de la fusión de dos talentos incuestionables tanto en la composición de música como en las letras. Uno más lírico, el otro más bandarra. Uno más preciosista, el otro más callejero y rumboso.
Más datos. Se agradece que hayan hecho un esfuerzo por hacer el concierto más largo. En ocasiones anteriores (exceptuando incluso las veces festivaleras en el Viña –con banda- o en el Juergas), se hacía, demonios, demasiado corto con sus 13 canciones. En esta gira nos vamos a quince, diez de ellas ‘del nuevo’ y cinco ‘greatest hits’. Si bien hay algo de trampa en las del nuevo porque una es la revisión de ‘Soy Músico’ y la otra el ‘Metralla, Medida y Viaje’ que lleva un par de años sonando en sus actuaciones.
El caso es que, como son tan buenos los malditos, da igual… porque te hacen tener una sonrisa (como mínimo, se deviene en carcajada en repetidas ocasiones) en la cara durante casi dos horas. Y no digo las dos horas porque también hay momentos de recogimiento como ‘Polinesia y Patagonia’, ‘Suerte’ o ‘Canción Privada’, en las que la belleza y la intensidad crean una burbuja especial. Del otro lado, suenan tan divertidas como en el disco de estudio temas de golpeo inmediato y pegadizo, como el ‘Ahora Vas y Lo Cantas’, ‘Nadie Pone Fin’, ‘La Cobradora del Track’ o ‘Country Jondo’. Y eso que en el álbum lleva cientos de aderezos y efectos. No importa, sus dos guitarras y sus voces lo pueden todo.
De los chistes, no desvelaré demasiado pero Finlandia y prosodia son claves. También los dardos al negocio de la música.
Un compañero de prensa, beatlemaniaco hasta lo enfermizo, me comentaba al final del conciert que era lo más cerca que iba a estar nunca de las sensaciones de ver a Lennon y McCartney. Lógicamente, no por el estilo, sino por esa conjunción de dos fuerzas creativas que se combinan para dar un resultado explosivo. Igual es algo excesiva la comparación (aunque comprensible) pero insultantemente buenos son. Tanto, tanto, que no sería raro verlos algún día en ‘la tele’. (Si no los han visto, obvien este comentario, porque no lo entenderán).
Y termina el concierto y uno tiene que esperar cola en la barra para comprarse el disco original. De esos que llevan precinto, con carátula de verdad, con libreto y esa sensación de apoyar a quien creemos que se lo merece ¿Recuerdan? Pues ya tengo ganas de verlos otra vez.
Repertorio – setlist:
- Ahora Vas y Lo Cantas
- Nadie Pone Fin
- Musa En Paro Busca Poeta
- Polinesia y Patagonia
- Ser Músico
- Metralla, Medida y Viaje
- Hijos de España
- La Cobradora del Track
- Country Jondo
- Game Cover (Odiópatas)
- No Vale Lo Que Quieren Cobrar
- Suerte
- Canción Privada
- Analfanauta
- Vuélcalo To Ya
Publicado el enero 26, 2019 en Crónicas Conciertos y etiquetado en Antílopez, Crónicas Conciertos, Dibujo Libre. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
Pingback: Antílopez – Mutar Fama | RockSesion