Niño Mandarina – La Vida Menloquece
Conocí a esta banda vallecana, que eso ya da pedigrí, con una canción que pronto entró en ‘mi maleta de pinchar’, ‘Hombre Rock’. Era el sexto corte de Juliembre, su segundo disco, del que me hice al completo sin arrepentimiento. Esta gente sonaba fresca y sin miramiento alguno en ponerse límites de estilo. La Vida Menloquece es su nueva entrega. Un disco que sale ahora reeditado por Rock Estatal Records y en el que se suman una canción con colaboración de Carlos Tarque, de M-Clan (en otros discos fueron Fito, Pulpul o… Amaia Montero!), pista multimedia y videoclip de otro de los temas. Y lo han vuelto a hacer. Producción de lujo con Tony López (Ska-P) para una banda que encierra un potencial que no ha explotado del todo.
Mi segundo encuentro con Niño Mandarina fue en el festival En Vivo de 2012, el de Rivas Vaciamadrid. Tocaron a primera hora de la tarde y confirmaron todas las buenas sensaciones que ya me habían generado en estudio. De esta forma, uno en casos así va predispuesto y al día a la hora de afrontar la escucha para realizar la crítica. Sabes de dónde vienen, te falta comprobar saber a dónde van. Y solo hay que escuchar La Vida Menloquece (plus) una vez para corroborar que el espíritu de la banda sigue siendo el de la jovialidad multiestilística. Niño Mandarina consiguen sonar igual de empacados sea con rockabilly, con ska, con rock emocional, con rock literario o con pasajes más edulcorados.
De esta forma, los once cortes son una sucesión divertida de ritmos contagiosos. ‘Calles Quebradas’ es un rock al uso que engancha desde el principio con unos coros de estribillo pegajosos. Más desenfadado y de tintes del rock primigenio a lo Chuck Berry encontramos ‘Caramelo De Anís’. Y a la tercera nos topamos con ‘Fa Sostenido’, un tema dedicado a la trayectoria profesional de Fito Cabrales, con un importante repaso de fragmentos y títulos de sus canciones tanto con los Fitipaldis como con los extintos Platero y Tú. El recorrido es, ante todo, divertido, como demuestra el tex-mex del homónimo ‘La Vida Menloquece’.
Pero la versatilidad de Niño Mandarina es sobrada. Como muestra los intensos medios tiempos de ‘Ojos de Membrillo’, con una bella melodía vocal y toques de slide, o ‘Qué Final Más Tonto’, aparentemente inocente pero que crece y crece en intensidad hasta ser cantada en grito. El lado más aguerrido lo encontramos en ‘Como Siendo Yo Mismo’, con un riff y estructura de canción deudora claramente de AC/DC y la internacionalista ‘Last Call To Revolution’, cuya dinámica juguetona, casi cabaretera, no impide desarrollar un gran solo y arrope de guitarras.
Toques de ska purista en ‘Lady Bim Bom Bam’ para recordar los primeros tiempos, con estribillo detectivesco en su línea de bajo. Como guinda final, ‘La Piel Del Demonio’, con la colaboración de Carlos Tarque, que suma su cálida voz a la ya de por sí notable ‘Demonios Sin Piel’. Un tema que recuerda en su inicio a La Fuga en los tiempos de Rulo.
Además, sin que sirva de precedente, destacaré que el libreto de canciones de la edición física contiene ingeniosas adaptaciones (con presencia de mandarina) de icónicas imágenes del cine y de la fotografía como la de Abbey Road, la luna de Melies, el beso de Robert Doisneau, la Guerra de las Galaxias, El Perro Andaluz de Luis Buñuel, ET, La Naranja Mecánica o la del joven de Tiananmen.
Niño Mandarina divierte, entretiene y suena sobrado.
Tienen suficiente jugo como para aspirar a mucho más.
Tracklist:
- Calles Quebradas
- Caramelo De Anís
- Fa Sostenido
- La Vida Menloquece
- Ojos De Membrillo
- Demonios Sin Piel
- Como Siendo Yo Mismo
- Qué Final Más Tonto
- Last Call To Revolution
- Lady Bim Bom Bam
- La Piel Del Demonio (con Carlos Tarque)
Publicado el enero 28, 2015 en Críticas Discos y etiquetado en Carlos Tarque, Críticas Discos, Fito Cabrales, La Vida Menloquece, M-Clan, Niño Mandarina, Pulpul, Ska-P. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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