Luz Casal – Solo Esta Noche
Resultan sorprendentes los vericuetos y trayectorias que va dibujando la vida y, como extrapolación a la música, las que ofrecen las carreras de algunos artistas que llevan en el imaginario colectivo tres o cuatro décadas. Que Solo Esta Noche sea el primer disco y deuvedé en directo de Luz Casal es tan increíble como cierto. Y no habrá sido por falta de ocasiones o por déficit de facultades. Sea como fuere, cuarenta años después de la publicación de su primer larga duración (Luz, 1982), la artista gallega aprovechó la exclusiva oportunidad que le concedió ofrecer un concierto el 21 de julio del pasado año en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela y acompañada por la Real Filharmonía de Galicia, bajo la dirección de Paul Daniel y con el trabajo del arreglista César Guerrero, para dar el ‘sí quiero’ y compartir al fin Solo Esta Noche. Toda una declaración de intenciones desde su título. (No olvidemos que algo así también haría El Drogas con aquel maratón de cinco horas, varios registros musicales y escenarios y una veintena de invitados al que tituló Un Día Nada Más). Con Luz siempre me pasa que me sobrecoge la entereza que ha demostrado siempre incluso cuando la salud le jugó dos manos malditas que superó con la misma presteza con la que es capaz de entrar en el corazón. Siguiendo con ejemplos, conectando con la disparidad de trayectorias, resulta paradigmático que, por otro lado, uno de los artistas con más directos y vídeos oficiales editados de nuestro país, Enrique Bunbury, se vea abocado a dejar los escenarios por problemas de salud y garganta a la hora de interpretar. Quién podría imaginar una cosa o la otra. Qué hacer cuando se vive siendo esclavo de la intensidad.
Cuando escribo estas líneas planteo que esta va a ser una de las críticas más cortas de la historia de la web (aunque a veces me da por curiosear las del primer año de vida y veo que eran incluso mucho menores, ¡cómo me he ido complicando la vida yo solo por querer intentar ofreceros más y mejor!).
¿Por qué? Porque considero que no se puede definir la belleza, y valga esta propia incapacidad propia para que sirva de definición al disco que nos ocupa esta tarde. Quizá siga estando en la mirada buscada por Aute ante la inmundicia dibujada en su tema homónimo y que tan bien le sentaba a Miguel Bosé antes de que perdiera la chaveta. El medio centenar de músicos que acompañan a Luz en esta aventura ofrecen un preciosismo magistral en un repertorio que saca todo el arsenal emotivo de Luz, que por otra parte daría para tres selecciones distintas más.
Pero es que es abrumador escuchar la capacidad de Luz haciendo flecha de cada verso de ‘Lo Eres Todo’, con el bolero alatinados del desencantado ‘Cenizas’ o el aire tanguero de ‘Mar y Cielo’, lleno de una dignidad que, al final, no alcanza a la libertad pretendida, que sí que se ronda en mayor medida en la valiente ‘Sentir’. Maravillosa recreación del bolero ‘Historia De Un Amor’ que, frente a lo que cualquier persona pudiera creer, su autor, Carlos Eleta Almarán, la escribió para dedicársela a su hermano. Espero que, al menos, para él si fuera recíproco.
También sorprenderá la inclusión de una versión de ‘Camariñas’, de Luar Na Lubre, que Luz interpretaría con ellos en su propio álbum en vivo. Música popular gallega más tradicional a la que seguro Tanxugueiras le meterían más bases y contrapuntos. Si emocionaba en el disco en estudio Que Corra El Aire, más lo hace en directo ‘Lucas’, canción dedicada a un niño fallecido por cáncer y que Luz extiende la dedicatoria a otro chico coruñés llamado Samuel.
Como si del limonero machadiano se tratara, ‘Entre Mis Recuerdos’ evoca la candidez de tiempos puros e inocentes, con un crescendo épico cuando salen las lágrimas a colación. Guitarra española y unos arreglos que me recuerdan a las sinfónicas composiciones de Serrat, ‘No Me Importa Nada’ juega presta en su dinámica para reforzar el ingrediente más vitalista. ‘Besaré En El Suelo’ inicia una serie de cortes en los que la banda de Luz tiene mayor protagonismo, con guitarra eléctrica y batería incluida, con punto épico para la letra. Aunque para referente y en esta atmósfera solemne no podría faltar ‘Te Dejé Marchar’, nerviosa y electrizante. El más rockero de la lista será ‘Pedazo De Cielo’, con toque bluesero y una fanfarria orquestal muy al gusto big band.
Para los bises, tendremos la infalible y eterna ‘Piensa En Mí’, que se inicia con aires de ranchera sabiniana, pero que su presentación se tornará al formato de sobra conocido, aunque reforzado en su guitarra acústica. Más cruenta y arrebata, ‘Un Año De Amor’ será el penúltimo jirón arrancado al amor con un sempiterno gusto almodovariano, para cerrar con esa especie de nana críptica y taciturna que es ‘Negra Sombra’, que firmaría en su día Carlos Núñez a partir de una poesía de Rosalía de Castro.
La exclusividad de este concierto tendrá una repetición en una única oportunidad de disfrutar el mismo formato en el Teatro Real de Madrid y será el próximo lunes, 20 de junio.
Al final la extensión de la crítica es casi la estándar… Además de aprender «poco y malo (para mal de mi salud)» es que al final hay quienes nos dejamos llevar por el corazón sobre todas las cosas e intereses. Salud.
Lista de canciones – tracklist:
- Intro
- Lo Eres Todo
- Cenizas
- Mar y Cielo
- Historia De Un Amor
- Sentir
- Camariñas
- Lucas
- Entre Mis Recuerdos
- No Me Importa Nada
- Besaré El Suelo
- Te Dejé Marchar
- Pedazo De Cielo
- Piensa En Mí
- Un Año De Amor
- Negra Sombra
Publicado el mayo 25, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Luz Casal, Solo Esta Noche. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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