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Fausto Taranto – La Reina de las Fatigas
Lo malo del dolor es que no por no hablar de él deja de existir. Algo así pasa con el anunciado tercer disco de los granadinos Fausto Taranto, después de que todo un genio de la guitarra como Paco Luque (Hora Zulú) saliera de un proyecto que puso en marcha junto a Ismael de la Torre (voz y letras), Quini Valdivia (guitarra) y Miguel Martínez (bajo). Adrián Barros se sumaría más tarde como componente consolidado en la batería. Por el camino, dos majestuosos discos, uno más callejero, como El Círculo Primitivo, otro más ‘de laboratorio’ y complejo como El Reflejo del Espanto. El propio Luque se encargó en aclarar que nada tenía que ver que Hora Zulú grabará nuevo disco con su salida de Fausto (“por una serie de razones personales, mis días como miembro fundador de Fausto Taranto han llegado a su fin, a partir de este momento y sin trascender ningún detalle del por qué he tomado esta decisión, solo tengo que decir que nada tiene que ver conque Hora Zulú publique nuevo disco”). Por su parte, Fausto aseguraba que “No vamos a poner ningún impedimento. Aquí no hay ningún problema, ni lo ha habido, ni tampoco ninguna discusión, al final somos todos amigos y cada uno elige su camino, lo cual es muy respetable”. Claro, lo queramos o no, las dudas sobre cómo afrontaría el grupo la salida de un referente indiscutible era más que razonable. No ya por cuestionar sus capacidades, sino por mera curiosidad estilística, formal y, por qué no, inmaterial. Así, La Reina de las Fatigas era, posiblemente, la entrega más importante de su carrera. Primera semana a la venta y se cuela en el puesto 24 de los más vendidos. ¿Y el resultado? Pasen.
Fausto Taranto – El Reflejo del Espanto
Poco más de tres años después de aquel ‘Loco Por Saber’, la primera canción que Fausto Taranto hizo pública y la que provocó que Paco Luque apostara con decisión por el proyecto, tenemos ya entre las manos el segundo trabajo de la formación granadina. Atrás quedan los primerizos cambios de formación y esa necesidad imperiosa de abrumar con metal compacto, marcado y directo. Con la seguridad que da el reconocimiento de las tablas y el de unos seguidores que se suman poco a poco, pero con fidelidad inquebrantable, Luque, Quini Valdivia, Ismael de la Torres, Adrián Barros y Miguelo Martínez nos presentan una segunda entrega en la que las formas se atemperan y todo parece respirar de manera más armonizada, menos agresiva y, por ende, más progresiva. Una paleta de canciones que aumenta la variedad de dinámicas de cara a los conciertos, que año tras año parece ir aumentando de manera consecuente. El Reflejo del Espanto ahonda en la semilla de Morente, en el rock y metal de raíz flamenca, aquí algo más trianero, y con la pena negra como bandera, junto a la ropa tendía.
Fausto Taranto. Madchester Club. 11 de marzo
Esta vez sí, con disco en la calle, el pasado viernes volvimos a ver a Fausto Taranto apenas 14 meses después de su anterior visita a la sala Madchester. (Aquella ocasión solo tenían un EP de cuatro temas) La banda de Paco Luque y Quini Valdivia a las guitarras eléctricas, Miguelo Martínez al bajo, Adrián Barros en la batería, Ismael de la Torre en la voz y el acompañamiento de Enrique Amaya a la guitarra flamenca y Eva Díaz Extremera y Joanna Heredia como coristas, volvieron (por suerte) a incluir la sala almeriense como piedra de toque para seguir cimentando reputación (bendita vecindad) y piedra a piedra se hace el camino, puesto que la asistencia prácticamente se duplicó con respecto a la primera ocasión. Que El Círculo Primitivo es un disco de leyenda lo sabe todo aquel que lo prueba. Así que esta vez, con el trabajo hecho y con las canciones aprendidas, el público de dejó amarrar, loco por escuchar una tanda de llantos, quejíos, recuerdos y una forma de fusionar el flamenco y el metal que parece mentira. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos)
Fausto Taranto – El Círculo Primitivo
Se ha hecho esperar pero ya está en la calle. En diciembre del año pasado comenzaban los primeros conciertos presentando un EP de cuatro temas, anticipo de un álbum previsto para abril. Romper con un sello (no entraré en juicio de valor sobre ese tema por escrito), un crowdfunding desechado por burocrático, algunas salidas del grupo y otras historias varias alargaron demasiado el alumbramiento de la creación, que a fin de cuentas es lo único que importa al artista. Ya ha pasado todo eso y ahora quien habla es la música. Más de 50 minutos que vienen de la sangre, donde nació, creció y se ha dejado manar un sentimiento compuesto de doce canciones de intensidad esperada. Metaleo aflamencado y un porte añejo en los textos que cargan las tintas y los tientos.