Sínkope – ¡¡¡Gracias!!!

Publicado por elchayi

El periodista Juan Puchades suele decir con frecuencia que los discos en directo en el rock suelen ser siempre igual. Una noche específica, con invitados, con recopilación de los repertorios… Tiene parte de razón si bien es cierto que no todos los grupos o artistas pueden permitirse editar un directo de cada una de las giras que, objetivamente es lo suyo, porque así reflejan el momento de forma de la banda a lo largo de su discografía, como hacen Bunbury especialmente, y en la última década Loquillo en España. O bandas foráneas, decenas. El disco en directo adquiere un valor casi ‘místico-sagrado’ por lo especial de la oportunidad, para muchas bandas incluso única… y para otras impensable. (Es innumerable la lista de notables bandas sin disco en directo con cuatro, cinco o más álbumes en estudio lanzados). Los extremeños Sínkope tuvieron su oportunidad hace unos años, pero el mamoneo sufrido con antiguas discográficos dio con la grabación (realizada también en La Riviera) a la papelera de reciclaje. Rock Estatal Records y el público que les ha seguido con fidelidad les han dado la segunda oportunidad y el resultado es todo lo espectacular que merecen.

Y sí, hay invitados: Mario Santos (guitarrista fundador de la banda, a la que perteneció hasta el año 2009), Enrique Villarreal ‘El Drogas’, Sergio Cisneros ‘El Kiski’ y Kutxi Romero. Y no, no es un concierto más de la gira de presentación de su último disco en estudio Museo de Rejas Limadas. Las ganas, la trayectoria y el coitus interruptus de la mala experiencia anterior hicieron que el 13 de noviembre de 2015 Sínkope volviera al mismo escenario para desentrañar lo mejor y más popular de su repertorio, salpicado por nueve de sus diez discos en estudio: Flujo de antropina (1995), El Desenkanto Del Ruínseñor (2001), …Y Evoluciona El Hombre, Salvajes Civilizados (2003), Humo de Contrabando (2004), Y, Si Quieres Llorar, Te Hago Reír (2006), Esta Noche Se Merece Otra Ronda (2007), Canciones Repescás, Retocás y Arrejuntás y Otras (2010), Cuando No Te Pones Falda (2013) y Museo De Rejas Limadas (2015). Solo La Viña Del Señor (1991) se queda sin representación (que ya puestos, poco habría costado hacer un guiño).

Con 1.800 personas que agotaron las entradas de La Riviera, el concierto es toda una comunión mesiánica entre una banda muy bien engrasada con la integración coral de su poeta como portavoz y un público que ha sabido apreciar las canciones extensas, de letras densas pero alejadas de postureos de Vito Íñiguez, mucha presencia guitarrera (el trabajo de Alberso y Chino es descomunal) y la precisión rítmica de Miguel Álvarez en el bajo y Ferdi Hernández en la batería. Resulta difícil pensar que la música pueda equipararse al protagonismo como escritor y vocalista de Vito, pero los desarrollos y riffs de guitarra tienen tanta presencia y ganan en su espacio que las canciones se suceden entre emociones y el buen rocanrol que ejecutan.

La lista de canciones para la velada es generosa (nunca habían tocado tanto tiempo, dos horas y media) y tiene un gran porcentaje de coincidencias con los temas que hubiera podido pedir cualquier seguidor de la banda. (personalmente me hubiera gustado ver de nuevo ‘El Vaso Alegre’). Para unos tiempos en los que a la mayoría de bandas solo tienes oportunidad de verlos a lo largo del año en festival, con tiempos tan constreñidos, el poder jugar con las dinámicas en un concierto tan extenso te hace disfrutarlo de otra manera y apreciar la labor casi artesana de una banda “de rock pobre”, como apunta Vito. Aunque no lo sean en el aprecio y el fervor de su camada.

Destacaría entre las canciones el porte solemne que adquiere, sobre todo en la entrada, ‘El Caldero y La Sed’, El mantenimiento de la tensión eufórica con ‘Encanutao’, ‘En El Jardín De Tus Ojos’, ‘Tirando De Rama’ o ‘Humo de Contrabando’, todas en la primera parte y ese guiño que fusiona de manera sutil el ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana y ‘Stairway To Heaven’ de Led Zeppelin en ‘A Mi Aire (Como Un Pez)’. El éxito de El Drogas y Kutxi es tan previsible que casi prefiero mencionar la gran riqueza sonora que aportan las teclas de ‘Kiskilla’ a ‘No Quiero Que El Sol Me Muerda Otra Vez’ y la imponente ‘Pa’ Cuando Me Juzguéis’.

Por si fuera poco con dos horas, la traca final de cinco temas es tan poderosa que casi pare irreal. ‘Matar Se Me Olvida’, la insuperable ‘A Merced De Las Olas’, ‘El Carro De La Vida’, ‘A Un Beso Mío Lo Llaman Ruina’ y la divertida y explosiva coda y epílogo de ‘En Tarros De Miel’ que deja con una sonrisa en los labios.

25 años de carrera que merecen este triunfo y esta lujosa edición física del trabajo, pues la calidad fotográfica y de la grabación del vídeo es digna de guardarla de recuerdo. Enhorabuena a la banda que, tras el pequeño desliz del Museo, debe volver por sus fueros (el que le hizo entrar en el Olimpo con Cuando No Te Pones Falda o el de Humo de Contrabando), sin prisas, en la próxima entrega.

En Spotify.

Tracklist: