Sínkope – Humo de Contrabando (2004)
Como en el caso de Sonotones, vamos a recuperar un disco de una banda que todavía no había pasado por las críticas remember de los viernes, antes de que el tiempo nos traiga su próxima referencia. El parón el pelotazo que dio en su día Extremoduro con Ágila y el crecimiento posterior con el directo y el irregular Canciones Prohibidas puso en primera línea un tipo de rocanrol diferente al urbano acuñado por Leño y, por derivación, Rosendo. Después de ese crescendo llegó un proceso de sequía, del 98 a 2002 del que varios grupos ‘se aprovecharon’. Ávidos de música de ese perfil el más beneficiado fue, sin duda, Marea. Y en río revuelto, aunque en un papel menos mediático, Sínkope también notó esa apertura. Aunque sus inicios se remontarán a principio de los años noventa, es en 2001 con El Desencanto del Ruiseñor y en 2003 con Y Evoluciona El Hombre cuando se hacen sitio, cada vez más grande, en la escena. Humo De Contrabando, un año más tarde, sería la consolidación más absoluta de que estos extremeños tenían talento suficiente como para mantener el listón muchos más años.
La banda en aquellos años, los que grabaron este disco, estaba compuesta por el insustituible Vito Íñiguez a la voz, Mario Santos y Alberso David a las guitarras, Manolo Peña a la batería y Miguel Álvarez al bajo. Producido por Manolo Arias, guitarrista con múltiples bandas de recorrido, cercanas su mayoría al heavy metal, confieren al sonido del álbum una presencia muy intensa de las guitarras, muy en primera línea y equilibrando el gran peso de la voz áspera de Vito (de la terna Extremoduro y Marea, la más aguerrida).
Humo de Contrabando es quizá el cierre de una época para la banda, el último disco de canciones más rurales y naturales sin edulcoración alguna, que sí se dejaría sentir en el siguiente disco, Y Si Quieres Llorar, Te Hago Reír. Se nota, además de en el sonido, en la estructura de muchas de las canciones, que sobrepasan sin remilgos duraciones convencionales o textos aprehensibles con facilidad. Temas que rozan los seis minutos sin que precisamente el estribillo sea lo más importante como en ‘Diario De Una Tele Encendida’ o ‘De Paseo Con La Memoria’, donde prima con cuidado una tesitura acústica muy especial y un intento de trascender más allá del ‘raca-raca’ previsible, referencia a Ian Dury incluida. Que por cierto, curiosa devoción de Vito a figuras británicas si sumamos el Gabba Gabba Hey de ‘Tirando de Rama’. Esos sonidos acústicos también brillan en la homónima ‘Humo De Contrabando’, una auténtica preciosidad que trascenderá al tiempo, sin duda.
Entre mis favoritos del álbum, y de su discografía, ‘A Merced De Las Olas’ y ‘Al Socuello De Tus Pechos De Seda’. La primera es un canto reflexivo de quien se levanta tras haber tocado fondo, quien habla desde el dolor, la experiencia y la locura. Lo mejor de todo es que, como el barquito de cáscara de nuez, nuestro héroe sale a flote en su barco de papel. Ironía plena, superación máxima. Está repleto de frases palmarias e intensas. Así que podría poner la letra completa. Pero es que además, las guitarras dobladas de su tramo central y el crecimiento final le dotan de la potencia necesaria como para ser tan reconstituyente como demoledora. En el caso de la segunda, la estructura es algo más convencional. Quizá algunos jugueteos de rima interna entre los versos (algo de lo que yo tiraba en mis tiempos de escritor de sonetos) y el rocanrol desenfadado hacen que le tenga un cariño especial.
Por supuesto que entre las destacadas también está esa entrada legendaria de ‘Tirando De Rama’, con el solo sobre la melodía principal nada más arrancar y los primeros versos que conquistan “Hoy me noto la voz algo quebrada y la mirada, más bien perdía”. Un rocanrol festivo, que no sencillo, que gana desde el primer asalto. ‘Al Raso’ tiene un riff más oscuro y el solo inicial le da una potencia casi heavy (recordad, Manolo Arias a los mandos). Apertura de bajo y de nuevo zapatilla para un tema de perdición: “La noche gime y me provoca”.
Por su parte, ‘Charcos De Quejíos En El Suelo’ es el particular homenaje de la banda extremeña a los atentados de Atocha, con una estructura bluesera muy acentuada, quizá una base rítmica que precisamente viene a evocar ‘El Tren’ de Leño/Ñu en su fraseo. ‘Llamando A Mi Bruja’ pasa por ser la balada/medio tiempo más romántica del álbum, un terreno en el que mejorarían con el paso de los discos. Por último, ‘Las Manchas De La Razón’ tiene una línea vocal muy diferente al resto del disco, con cierto toque cantarín que le da un punto diferenciador notable con respecto al resto de temas.
Humo De Contrabando supuso varios peldaños en la construcción de esa escalera hacia el cielo que les ha llevado hasta el olimpo del rocanrol del país. A golpe de grandes canciones y de la ambición musical.
Salud.
(Y feliz cumpleaños Diego )
Tracklist:
- Tirando De Rama
- Al Raso
- Humo De Contrabando
- Al Socuello De Tus Pechos De Seda
- Diario De Una Tele Encendida (Mortales Iluminados)
- A Merced De Las Olas
- Charcos De Quejíos En El Suelo
- Llamando A Mi Bruja
- Las Manchas De La Razón
- De Paseo Por La Memoria
Crítica de ‘Cuando No Te Pones Falda’
Publicado el enero 16, 2015 en Críticas Remember y etiquetado en Críticas Remember, Extremoduro, Humo De Contrabando, Marea, Sinkope, Vito Íñiguez. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.
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