Básico – Diagnóstico: Basicopatía
El grupo rockero madrileño Básico se subía al escenario de la sala Lemon de la capital el 14 de enero de 2017. Un concierto que iba a ser registrado para su posterior edición en CD y DVD. (Que terminaría siendo Se Refleja El Rock and Roll, publicado a través del sello Rock Estatal Records). No era una despedida oficial, pero sí que todo hacía intuir que tenía un sabor a concierto final. Después de casi 20 años en la escena y de publicar hasta siete álbumes -(No Te Fallaré, Maqueta, (Básico 2001), Sin Mirar Atrás (Avispa, 2004), Consentido (Avispa, 2006), Tierra De Barros (DFX Records, 2009), Suenas Tú, CD/DVD acústico en directo (Básico 2013) y El Ombligo De La Luna, versiones rock de rancheras (Básico 2014)- Básico notaba la asfixia de ser otro grupo más repleto de buenas intenciones pero con escasos argumentos objetivos para seguir adelante… más allá de la satisfacción artística personal, claro está. Sin embargo, aquella noche todo parece cambiar y parece llegar un punto de inflexión. El público responde como nunca, el disco se recibe con alegría entre sus seguidores y recuperan la atención mediática. Como diría Fito Cabrales, “qué bien, hoy todo es tan distinto, parece que el mundo funciona…”. Armados de la ilusión de los primeros tiempos, la banda decide dar un paso más y ponerse con un disco de nuevas canciones propias, el primero como tal en 10 años (hay algún inédito en los directos). Y van y en la primera semana de salida del disco se meten en el número 45 de la lista de ventas. Más madera para su enfermedad por el Rock.
Así, relanzados con un nuevo impulso, Básico creen más que nunca en sus posibilidades y vienen con las pilas cargadas con Arturo Fernández en la voz, Javier Martín y Johnny Rodríguez en las guitarras, Charly Giménez al bajo, Josete Rodríguez a cargo de la batería y con Tito Fernández en la segunda voz y refuerzo en los coros.
Este álbum iba a ser publicado como dos EP’s distintos pero al final el sello apuesta porque salga una primera parte exclusivamente en formato digital, y con las diez canciones en formato físico. El álbum fue grabado, mezclado y masterizado en los Estudios Payton de Madrid durante 2018 y parte de 2019, con las colaboraciones de Javier Dieguez a la armónica y de Laura Doray a los coros. Ella ejerce de ayudante de sonido de José Ángel Doray, ingeniero.
La banda volvió con esa fuerza al estudio, con ganas de plasmar esas nuevas emociones reencontradas. Así, la mayoría del álbum gira en torno a esa temática, especialmente esa ‘Basicopatía’ que puede ser tomada como una declaración de intenciones para todo el tiempo que le quede en pie al grupo. En las formas, ‘Miseria’ y ‘Mi Plan’ no traen un rock clásico, sin aristas, con la mala leche justa, como demuestran en el estribillo de la primera, y en las armonías vocales que adornan la segunda. Un corte de riff entrecortado, claramente stoniano. Y la cosa se pone con más roll si cabe en ‘Rosita’, desenfado corte que viene a mostrar otra premisa clara en este álbum y es la pulcritud de sonido, en la que todo respira con una soltura que es difícil de encontrar. En tiempos de producciones sobrecargadas, resulta asombroso cómo uno puede escuchar un tema fijándose solamente en la línea de bajo, en la batería…y hasta claramente entre rítmica y principal. Parece fácil y así debería ser siempre, pero todo sabemos que lo normal no tiene por qué ser lo frecuente.
‘Te Creeré’ nos trae la necesidad humana de tener una esperanza por más que caigan los pilares alrededor, con ese aura de desencanto que merece el tema. ‘Basicopatía’ es la piedra roseta del disco, con hechuras de single, himno, sin complicaciones, directo a la diana. La segunda parte del álbum arranca algo más sobria con ‘Sin Dirección’, un tema con preponderancia de bajo y cimentada una vez más por las segundas vocales, de nuevo en su justa medida… y como guinda un buen solo de guitarra (casi todas lo tienen), al que hasta se le echa en falta mayor duración, pero Básico, en su intencionada sencillez, siempre despacha el tema en torno a los tres minutos. Directo y al pie.
‘¿Has Visto La Lluvia Caer?’, como pueden imaginar, ‘castellaniza’ el ‘Have Your Ever Seen The Rain?’ de Creedence Clearwater Revival. Una canción que, aseguran, les ha acompañado durante sus veinte años de trayectoria y que decidieron hacerla propia para esquivar la comparativa de la versión. El resultado es bastante respetuoso y creíble, que no es poco, dada la magnitud del tema y de la banda original. ‘En El Fondo De Este Mar’ acelera de nuevo el pulso con un tempo muy pautado y una interpretación mucho más enérgica.
Llegando al final de la decena de cortes, ‘Paso Atrás’ es otro rocanrol de armazón fresco pero algo contemporizado en su velocidad, mientras que la despedida nos llega al calor de ‘No Te Esperaré’, una balada de luminosidad acústica, para demostrar que, vocalmente, son intachables.
Lo malo de estas cosas es que, si no vives en una gran ciudad, es complicado que se te cruce la oportunidad de verlos en directo, porque tampoco hay festivales donde este tipo de Rock (aunque la mayoría tengan dicha palabra en su cabecera) tenga ya cabida. Por eso, porque la necesidad hace el ingenio, Básico se ha montado una puesta en escena paralela, con conciertos diurnos para toda la familia bajo la marca “Básico en familia, rock con los peques”. Casi siempre con ‘sold out’, por cierto.
Básico, necesidad primaria por el rock.
Lista de canciones – tracklist:
- Miseria
- Mi Plan
- Rosita
- Te Creeré
- Basicopatía
- Sin Dirección
- ¿Has Visto La Lluvia Caer?
- En El Fondo De Este Mar
- Paso Atrás
- No Te Esperaré
Publicado el noviembre 11, 2019 en Críticas Discos y etiquetado en Básico, Críticas Discos, Diagnóstico: Basicopatía. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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