Derby Motoreta’s Burrito Kachimba – Bolsa Amarilla y Piedra Potente

Publicado por elchayi

‘Lo malo’ de seguir a una banda desde sus comienzos es que jamás podremos escribir una crítica remember de viernes pero sin duda que se ve compensando cuando, con el paso de los discos y de los años, la evolución y el crecimiento sigue firme y a muy buen nivel, como es el caso de los sevillanos (más un emeritense) Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Y es especialmente meritorio si tenemos en cuenta que en este caso hubo cierto revuelo mediático en los inicios por el deslumbramiento que generó su debut DMBK. Sobre todo en los medios generalistas que hacen de cualquier chispazo una moda hasta que se vuelven a otra cosa. Como si el ‘rock andaluz’ no hubiese seguido existiendo toda la vida. (Algo similar pasó con Califato ¾, ¿recuerdan?). Los Derby han conseguido superar esa dentellada con nota. Porque a aquellas altas expectativas le dieron puerta con su notable Hilo Negro y, ahora, parecen haberse limpiado de todo cualquier tipo de injerencia (más a lo bestia, me recuerda en eso a la evolución correcta, lógica y reposada de Greta Van Fleet) con este Bolsa Amarilla y Piedra Potente que se presenta al público como una suerte de doble cara. Una poderosa, donde el hard, el stoner, la kinkidelia de calle con pasajes de adrenalina y potencia son los habituales. Y una segunda en la que se baja el pistón (tampoco todo el rato, no se confundan) y se deja flotar la mente con unos arreglos más difuminados, melodías reposadas y una búsqueda de la meditación interior que logran sin imposturas. Derby Motoreta’s Burrito Kachimba se confirman (para quienes tuvieran duda) en una banda de largo recorrido que (no siempre pasa) hace entrever que lo mejor será siempre el siguiente paso.

La banda viene sin novedades en su frente, con Dandy Piranha en las voces, Soni en el bajo, sintetizador y moog, Papi Pachuli en batería, percusión y gong, Gringo en guitarra y coros, Bacca en guitarra, teclados y coros y Machete Carrasco en sintetizadores y coros. Han contado además con las colaboraciones de Álvaro Aspe en la armónica, Javi Ruibal en la percusión, y Elena Gog, Guille Vega, Jordi Gil y Pablo Carrillo en los coros de “El Laló”.

El álbum ha sido grabado en los estudios Sputnik de Sevilla y Grabaciones Estelares, con producción (además de los propios DMBK) y mezcla de Jordi Gil y Tera Bada, con Guille Vega y Pablo Carrillo como asistentes, y con masterización en Magic Garden Mastering por Brian Lucey.

“Agua Grande” ejerce de introducción con toda la pompa y boato de fanfarria entre el apocalipsis, una escena final de Indiana Jones o Star Wars. Manteca para que entre de primeras la melodía oriental marca de la casa de “Seis Pistones (Makensy’s Dream)«. A lo que podría ser un desarrollo previsible sumarán multitud de pequeños arreglos entre sintes y guitarras (sobre todo en los fraseos) y un pesor que se irá expandiendo de forma progresiva como hiedra venenosa, incluida esa percusión metálica casi industrial que adorna el ejercicio stoner.

“El Chinche” es el corte más zeppeliano y purpleliano de este primer bloque, con una incendiaria armónica y un riff poderoso que en su desarrollo se impregnará de blues genuino y sucio. El punto de humor y hasta la forma de atacar la voz y el texto tiene algo de la guasa de Kiko Veneno o Raimundo, sempiternos referentes. Con una base de batería que bien podría hacerse maquinal en trip hop llegan los influjos hinduistas y psicodélicos de “Prodigio”, que quizá no pasa de ser un derroche de originalidad (más allá de algún flanger o muteado) pero se nota que es un aquelarre festivo (como unas bulerías) que despliegan con pasmosa facilidad.

“Ευλαλω (Ef Laló)” (sacado del griego) es un corte claramente dividido en dos ambientes. Un marcado por un soniquete cercano a los tangos flamencos y un segundo en el que explota el concepto de ritual en el que se inspira la canción, nada amable por cierto, mutilaciones incluidas, influenciado por la historia de Santa Eulalia, como explica la banda en esta entrevista en Efe Eme. “Daddy Papi” se mueve en una cadencia embaucadora con bien de “wah wah” y matices funk. Además del punto orgánico que le da la percusión añadida, destaca el pasaje instrumental de sonoridad abrasiva y mucho menos sutil.

Llegamos así a “La Fuente”, el caramelo del álbum. La fiesta total con una batería galopante, una línea de bajo presente, una letra cameladora y todo el efectismo musical posible, desde ese crescendo de guitarras antes del break, hasta ese bajón inesperado hacia la voz de Dandy a solas y unas connotaciones entre lo bíblico y lo lascivo en la explosión final. No le va a la zaga, aunque ya en el segundo bloque, la tenebrosidad adictiva de los sintes de “Manguara”, a lo Strangers Things, como ya se ha dicho en algún sitio. Escuchen con buenos auriculares y en silencio y escuchen las distintas capas de sonido entrando y saliendo con una pasmosa elegancia.

Que la segunda parte sea la reposada no significa que no haya tralla, como avanzaba. “Gun-Gun” será el más pautado y lineal de este segundo bloque, aunque sus hechuras más solemnes hace que se enmarque en esta ‘cara B’. Algo similar puede ocurrir al escuchar la entrada de “Pétalos”, puro hard rock efectista, aunque pronto se desvelará su segunda ambientación, mucho más espacial desde la propia instrumentación a la mezcla de la voz. Ese punto de nebulosa y el crescendo de la segunda parte le entroncan con aires Pinkfloydianos.

En “Manteca” sí que se hace honor a su nombre y de nuevo la base rítmica ofrece una velocidad de altos vuelos. Dos minutos casi a piñón. El cierre lo dará “Tierra”. Un corte en el que las melodías casi parecen abrazar la inmediatez pop… si no fuera por esa sonoridad elevadora de teclas, sintes, guitarras, bajo y alarde vocal aferrada a «tu recuerdo». Sea por completar y equilibrar las caras del vinilo (o no) tras un largo silencio aparecerá un corte escondido con blues añejo.

Larga vida.

PD. La crítica de hoy va en honor y memoria de Dani, vocalista y guitarra de los granadinos María del Mal, fallecido hoy. Salvando las distancias, rock con raíces.

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