Celtas Cortos – El Mundo Del Revés

El pasado 19 y 20 de abril la banda Celtas Cortos celebró por todo lo alto el cuarenta aniversario de su constitución como banda (aunque pasaran alrededor de cinco para la publicación de su primer largo, bajo el título de Salida De Emergencia. Una fiesta con múltiples invitados (Kutxi Romero de Marea, Fito Cabrales, Mikel Izal, Nach, Rozalén, Tanxugueiras, La Regadera, Javier Ruibal, Miguel Ríos, El Sevilla, Carlos Tarque, Fetén Fetén, Pablo Sánchez de Ciudad Jara y La Raíz, Moha de Mägo de Oz, Andrés Suárez…) que intuimos que se editará en su conveniente deuvedé en directo. Un fiestón en su fecha fetiche para brindar por cuatro décadas de trayectoria ininterrumpida en la que ni siquiera la marcha temporal de su carismático frontman, Jesús Cifuentes, impidió que la cabecera siguiera adelante con el voluntarioso Antuan Muñoz. Por el camino, una colección de himnos en la década de los noventa que puede mirar cara a cara a cualquier otro hito musical generacional, una primera década de siglo en la que se dedicaron a recuperar el tiempo perdido tras ese impase y una segunda década en la que han seguido publicando buenos discos, donde siempre hay gemas que no alcanzarán la fama de popularidad de sus hermanas mayores, pero sí que tienen hechuras con los mismos quilates. No es habitual haber tenido que esperar seis años para tener nuevo álbum de los vallisoletanos pero han querido celebrar el aniversario con nuevo material. Trece cortes que reinciden en esa facilidad para garabatear melodías celtas sinuosas sobre una distorsión que viene algo más acentuada en esta entrega y con las conocidas y notables interpretaciones vocales. Siempre fueron los celtas y nunca les pudieron parar…

…Ni siquiera los primeros achaques que empiezan a aparecer después de tantos años de conciertos, algunos con más de 150 fechas en la época dorada de los noventa, donde casi hacían concierto diario cuando comenzaban las primeras fiestas patronales, de abril a octubre. Jesús ya tiene una especie de tinnitus, un pitido, con motivo de tantos años de distorsión y grandes escenarios.

«Hemos ido bandeando toda esa suerte de fortunas y creo que de manera acertada. Hemos contado con la inmensa suerte de tener un público muy fiel que nos ha permitido seguir desarrollando nuestro proyecto. A día de hoy nos subimos al escenario y se nota mucho el cariño que la gente te regala y las distintas generaciones que se han ido sumando a nuestra historia. Desde la humildad, contamos en el repertorio un montón de temas que forman parte de la historia sonora de este país y eso aumenta la fidelidad», me comentaba Cifu en su día.

Y aunque a mucha gente se le olvida Celtas Cortos abrió muchas puertas en su momento. El circuito comercial está todavía muy demonizado y todo el que entra ahí siempre parece que ha hecho algo malo, pero ellos abrieron una senda de triunfo desde el Rock y las letras críticas, que después aprovecharían gente como Ska-P o Mägo de Oz alcanzando cotas que van más allá de lo restringido de sus respectivos géneros.

«Absolutamente de acuerdo. Para muchas personas, porque cuando nosotros irrumpimos llevábamos mucho tiempo trabajando sin que nadie nos conociera, no siendo tan populares, hasta que de repente se coló en aquel momento que era posible en las emisoras comerciales. Aquello demostró que otras maneras de hacer, otra mentalidad crítica y otros colores sonoros también tenían su espacio, pero estamos hablando de un momento en el que la música nacional tenía otra cabida en ese tipo de espacios. Eso ahora es absolutamente inviable. A no ser que seas de chunda chunda o rollo de electro latino. Hoy sería impensable que una canción con determinados ingredientes ideológicos subversivos tuviera presencia, pero es la triste realidad con la que contamos», me añadía. (Por cierto, jamás olvidaré lo amable que fue cuando teníamos una entrevista pendiente que coincidió con los últimos días de mi padre. Gratitud por siempre).

Con riff acedecesco se abre “El Mundo Del Revés”, el corte que da título a su decimotercer álbum que viene con otros trece temas. Es una canción poderosa, contundente, desde la perspectiva de quien ha visto ‘evolucionar’ a la sociedad en estos cuarenta años desde una mirada crítica. Su integridad siempre ha sido incorruptible. “Que Bailen Los Diablos” explota una dualidad entre la meliflua sonoridad celta en las partes instrumentales, y más hardrockera en el fraseo, para destilar un estribillo que fusiona ambas partes.

“Solo Ante El Peligro” es una balada marca de la casa, de melodía embriagadora, de las que empapan los huesos como aquella “Lluvia En Soledad” y que se riega además con la colaboración de la orquesta de cámara Virtuós Mediterrani. Hay que recordar que Celtas Cortos trabajó la adaptación sinfónica de su repertorio en el directo solidario In Crescendo, por lo que incorporaron también esa visión a su operandi compositivo. No hay disco de Celtas sin instrumentales y la primera en aparecer aquí es “Quetedenpolkas”, una composición de casi cuatro minutos que tiene espacio para el cantineo marca de la casa pero con unos arreglos más propios de banda sonora.

Bonito acorde arpegiado el que da la bienvenida en “A Volar” y que preside todo el desarrollo en uno de esas canciones que pueden parecer sencillas pero que es brillante desde la línea melódica vocal a los arreglos de toda la instrumentación, con un gusto exquisito y, posiblemente, atemporal. “Mañana Sale El Sol”, por su parte, busca la plasticidad más inmediata con una especie de síncopa, un tono más luminoso y un estribillo que brinda por la despreocupación. Es uno de los cuatro singles lanzados en 2021 que se recuperan en este álbum.“My Barely” es un nuevo instrumental en el que luce especialmente el desempeño de los trombones.

En el segundo tramo, “Fui Las Nubes” es un medio tiempo embutido en una percusión más orgánico y un slide que se escapa del uso habitual. Por el contrario, “El Dolor Que Llevo Aquí” vuelve a azuzar la parte más abrasiva de los metales en una narración algo más oscuro y una cadencia muy pautada y adictiva. Mención especial para un desarrollo instrumental más extenso en el segundo tramo, con espacio para un inusual solo de guitarra. Pequeñas formas de salirse de lo previsible.

También de 2021, declaración de intenciones en el texto de la balada portuaria “Escondido”: «Pero nunca voy a dejar de cantar / si me abrazo a mi guitarra. / Pero nunca voy a dejar de cantar / si en mi canto tú me acompañas». “Missing Mandoline” es la tercera de las instrumentales de la lista (es imposible citar una mala de entre toda su discografía) se antoja más urgente, afilada y musculosa. “Adiós Presidente” es el más antiguo de los temas, inspirado en el despreciable de Donald Trump.

El cierre viene de la mano de “Hijos De La Tormenta”, un tema que se apoya más que ninguno en esos arreglos orquestales de la formación de cámara y que rubrica otra canción honesta, bonita, amable, cuidada.

Todo el valor y el honor para Celtas Cortos y descontando ya hojas para su cincuenta aniversario. Salud.

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Lista de canciones – tracklist:

  1. El Mundo Del Revés
  2. Que Bailen Los Diablos
  3. Solo Ante El Peligro
  4. Quetedenpolkas
  5. A Volar
  6. Mañana Sale El Sol
  7. My Barely
  8. Fui Las Nubes
  9. El Dolor Que Llevo Aquí
  10. Escondido
  11. Missing Mandoline
  12. Adiós Presidente
  13. Hijos De La Tormenta

Publicado el abril 24, 2024 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.

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