Si es duro salir indemne del paso de los años para cualquier banda de rock más si cabe lo es para los grupos que se mueven dentro de lo que, en términos generales, podríamos llamar punk, aunque sea con una fuerte y marcada tendencia melódica. No hay ni un solo grupo en el que ‘la cla’ no ejerza su función plañidera de la autenticidad, de la defensa de los orígenes y principios de cada una de las formaciones, despreciando cualquier atisbo de novedad, evolución o sencillamente, que no hagan las mismas canciones que antes. Si le pasa hasta al patriarca Evaristo, imagínense con el resto de los mortales. Kaótiko lleva conviviendo con ello, sin hacerle ningún caso, desde hace casi diez años. Desde el EH Calling!!!, por fijar un referente discográfico. Claro, luego llegan los directos en los festivales y ahí poca gente les puede toser en el escalafón del género. Con este caldo de cultivo, tres años después de su anterior Aprende Violencia y con una pandemia de dos de por medio, los de Agurain – Salvatierra presentan el décimo de su trayectoria, noveno de estudio, con bastante poco que demostrar y sí como un nuevo ejercicio liberador para seguir guitarreando y ofreciendo melodías que no por accesibles pierden contundencia y agresividad, intentando dar otra vuelta de tuerca más a lo que ya saben hacer. Si en el anterior era algo más de oscuridad y efectos vocales, aquí ha sido todo lo contrario. Sin Filtro es una apuesta por la autoproducción menos intervencionista, lo que le ha dado al disco un sonido de directo bastante acusado, salvo los dos escarceos electrónico – bailables por los que ya veo a algún integrista del punk rasgándose (más) las vestiduras. Para esta casa es su mejor disco desde el citado EH.

Como apuntaba más arriba, Kaótiko ha prescindido en esta ocasión de la producción de Haritz Harreguy, así que ha sido el propio quinteto, formado una vez más por Xabi Drummer (batería y voz), Aguayo (guitarra), Jonny (voz), Mortx (bajo y voz) y Aguayiko (guitarra y voz) quien se ha encargado de los mandos, grabado en los estudios de Paxkal Etxepare en Francia.

Con algún tema más y estructuras algo más largas (en términos generales), Sin Filtro viene con once temas de una media más que notable si tenemos en cuenta que hay canciones que ya tienen hechuras hímnicas instantáneas y que en el resto no hay grandes deslices.

‘Plan B’ es la que abre la contienda con una de esas canciones sustentadas en una base rítmica discreta pero sólida, dejando la chispa para la salida de guitarra en cada estrofa y un estribillo currado en voces y con mucho de roll. Una visión positiva para el ‘no hay salida’ y ‘no future’ al que personajes con poder han abocado al mundo. El toque ‘optimista’ continúa con ‘Adicto’, una declaración de amor al mundo del rock y todo lo que representa con un endiablado riff doblado que tiene algo de ascendencia psychobilly.

‘Evolution’ tiene mucho de vacile en el título porque juega claramente con el doble sentido hacia las formas. Con un mundo maquinal que ha agotado todos sus recursos naturales, Kaótiko se embarca en un fraseo electrónico de base bailable y un estribillo donde se siguen difuminando los arreglos sintéticos. Particularmente, hasta hubiese forzado todavía más la propuesta, pero entiendo que habrá quien le dé palos por esto. Por tranquilizar, ‘Descontrol’ es un pepinazo con todos los ingredientes habituales del grupo. Una melodía de guitarra atrayente, un tema que arranca con el estribillo a coro y un fraseo que es excusa para volver a atacar con fuerza. La coda crecerá en guitarras tras varios compases más desnudos de batería.

Con aura hardcoreta y muy emocional, algo que bordó durante mucho tiempo los Segis, ‘Mi Inspiración’ es mi corte favorito del disco por una melodía vocal en el estribillo totalmente incendiario y una temática más personal: “cada recuerdo tuyo es mi inspiración, una sonrisa que erradica mi dolor”. Por eso quizá resulte bastante más prosaico lo explícito de ‘Red’, dedicada al mundo virtual que tira de estribillo más accesible, pausado, extenso y limpio, lo que hará que la canción se vaya fácilmente a los cuatro minutos, rareza para el grupo. De la también explícita ‘Seguridad Antisocial’ destacaré los coros de la segunda estrofa del fraseo, muy sugerentes, y un estribillo de nuevo de hechuras rocanroleras.

Cerveza, viejos bares conocidos, barrio, amigos y la gente de toda la vida se llevan el canto de amor de ‘Tu Hogar’, efectiva y sin más pretensiones que cantar con el brazo en hombro del colega. La terna final la abre ‘Gatillazo’ que, además de tener la guasa de llamarse como la ya extinta banda de Evas y cía, vuelve a tirar de sintes en una muy acusada similitud con The Killers y ‘Somebody Told Me’ en una historia de machos discotequeros con impotencia. Desconozco si en el libreto del álbum apuntan la influencia, pero es notoria.

Para otro tipo de indeseables llega ‘La Del Tonto’, que simula los títulos de algunas canciones de Porretas que, demonios, bien podrían haber firmado ese estribillo de corte coral con tempo juguetón, que aquí se vigoriza con más brío. El cierre vendrá con ‘Vivir Para Incordiar’ en una sinfonía de guitarras y galope de batería para terminar con la adrenalina en todo lo alto.

Por más que le pese a más de uno, Kaótiko supera en plena forma su vigésimo aniversario por más que le intenten pinchar las ruedas con imperdibles. Bravo.

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Lista de canciones – tracklist:

1. Plan B
2. Adicto
3. Evolution
4. Descontrol
5. Mi Inspiración
6. Red
7. Seguridad Antisocial
8. Tu Hogar
9. Gatillazo
10. La Del Tonto
11. Vivir Para Incordiar