Manolo García – Mi Vida En Marte
Que Manolo García fuese el artista español que repitiera la idea que en su día hizo Guns N’ Roses con Use Your Illusion I y II en 1991 o Bruce Springsteen con Human Touch y Lucky Town apenas seis meses después es algo que no vimos venir ninguno. Casi un año después de la edad con la que Rosendo decidió cortarse la coleta y comenzar su ansiada jubilación, el bueno del barcelonés redobla su ya de por sí torrencial y cuantiosa poesía verborreica apostando por lanzar el mismo día dos discos distintos, con los títulos Mi Vida En Marte y Desatinos Desplumados, de catorce y trece temas cada uno de ellos. En términos generales, es el que traigo hoy aquí el primero en el tiempo, puesto que son canciones que Manolo remata, concluye o le son válidas de ideas y anotaciones que va realizando en la gira de Geometría del Rayo, que a su vez tuvo su deuvedé en directo, más una edición especial triple, más un posterior directo Acústico, Acústico, Acústico que seguía muy influenciado por dicho álbum. No es que Manolo tenga una actividad social intensa, puesto que todos conocemos su carácter campestre, alejado de ruidos y redes, pero los tiempos de pandemia y el parón de conciertos le llevaron a incentivar la creatividad hasta el punto de no quedar solo contento con un disco, sino que una vez encaminado apostó por tirar de rama más acústica y desnuda de ideas y canciones más recientes para otra entrega más, que acabará siendo Desatinos Desplumados, del que hablaremos otro día, como ya hicimos (orden cronológico inverso) con el poemario El Fin Del Principio, y los discos Acústico, Acústico, Acústico, Arena En Los Bolsillos (1998), Geometría del Rayo, Todo Es Ahora (En Directo), Todo Es Ahora y Nuevas Mezclas (1987). Sea.
La colección de músicos que participan en el disco es variada porque encontraremos a habituales como Antonio Fidel al bajo, Charly Sardá en la batería, Olvido Lanza en el violín o las guitarras de Ricardo Marín, Víctor Iniesta, Josete, Albert Serrano, también Álvaro Gandul al piano, pero también se trabajó mucho on-line. “Coinciden esos meses con un tiempo extraño del confinamiento por Covid y meses posteriores de incertidumbres y vida bastante solitaria en los que ya me meto de lleno en las ideas y empiezo a rehacer textos, revisar partes de lo ya grabado o en algún caso aceptar la totalidad de la maqueta dándola por buena. Ahí ya intermitentemente empiezo a entrar al estudio con los diferentes músicos que se mencionan en el disco. Se da también la situación, para mi nueva, de que en otoño del año 2021 grabo con músicos americanos que están en Nueva York estando yo en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Lo que se dice online. El resultado me gusta, pero la experiencia en sí misma no”.
‘Diez Mil Veranos’ abre el álbum con un tempo más reposado, con especial belleza lírica de violín y un Manolo que, a su manera, sigue buscando nuevas sonoridades en la tesitura de su voz, tan personal e inconfundible que, de alguna forma, siempre condiciona mucho el abanico a la hora de variar los registros. Como resultado, un tema muy maduro, repleto de sabiduría marca de la casa, de placer lento. ‘Un Poco De Amor’ fue presentado como adelanto y los motivos son claros. Un ritmo más ágil, un texto más accesible en su lenguaje y estructura y un golpeo inmediato en un estribillo de reminiscencias noventeras, hasta algunas palmas se cuelan en la coda. Más sencilla en el arrope, incluso completada con unas programaciones del propio Manolo, ‘Quisiera Escapar’, que se hace grata con una guitarra más distorsionada y un punto afunkado en bajo y casi disco en su base palmeada.
‘Bello Es Amar Para Siempre’ es una de las canciones ‘americanas –online’ y es de esas emocionantes letras arrebatadas de límpida bonhomía tan reconocible. Sorprende que se caiga el pronombre en el infinitivo del título. En ‘Hoy Amanecí Súper Floral’ destaca tanto las teclas del propio Manolo (que si en este disco presenta múltiples facetas instrumentales, todavía lo hará más en el otro álbum) como la guitarra acústica de Josep Lluís Pérez. El crescendo del puente hacia el estribillo es carne de directo. Armónica y slide dan la bienvenida a ‘Reguero De Mentiras’. En lo vocal es una de las más arriesgadas, con una ascendencia de bolero-crooner y con algunos versos en pleno falsete. Lo que decía más arriba de esa creciente intencionalidad por parte de Manolo de variar su voz.
La primera parte llega con ‘Dibujar En Mi Piel’, una de las más rockeras, con todas las letras, del conjunto y con versos arrolladores como “Buscaré soledades de estilizados cristales y evanescencias de mi espíritu pugnaz”. Hambre de arte, cimas sin banderas. Definitoria y corolaria de toda una carrera. Riff rockero también para ‘Sabré Quererte’, que hasta se adorna con una percusión metálica y una batería ruda, firmada por el propio Manolo, recordando viejos tiempos. Hay algunos arreglos electrónicos que le dan el brillo a la tosquedad. En ‘Angelina’ encontraremos la colaboración de un histórico como Pepe Robles, bajista de Los Ángeles y vocalista de Módulos. Es un medio tiempo atemperado de nuevo entre acústica, slide, con frugalidad pop en las formas.
‘Manda Por Mí’ tiene un espíritu similar que su predecesora, pero con hechuras de largo recorrido en otra declaración redentora y eterna como la de ‘Bello Es Amar Para Siempre’ o ‘Sabré Quererte’. La repetición sucesiva del “si me llamas voy” resume lo que quiero decir. Por su parte, ‘Seres Soñando En Vidas Paralelas’ hace retornar el armazón más compacto aunque jugará con el oyente con voces dobladas, a veces dialogadas como coro griego y un manto palpable y doloroso de tristeza.
En el trío final, ‘No Tienes Ni Un Minuto Que Perder’ juega más con los distintos arreglos que van desde cierta sonoridad indie a devaneos electrónicos, sumándose todo al compás habitual manolero. Las referencias a querencias y tierras andaluzas de la canción se repetirán en la más robusta y rasgadora ‘No Lloras y Juras’. La coda acaba cogiendo un tempo constante junto al estribillo repetido que acaban haciéndola bastante aprehensible y adictiva. El cierre vendrá de la mano de ‘Lo Supe Todo’, que se inicia con una caja de ritmos referencial, de la que se usa para marcar la pauta en las sesiones de grabación, mientras que, en contraste, la melodía vocal y la entonación de Manolo sacan de nuevo su lado más bello y lírico.
Se me antoja extraño que a estas alturas Manolo vaya a generar simpatías entre aquellos que siempre han rechazado su lírica y sus formas, pero lo cierto es que la curva del estado de gracia sigue ascendente y ha logrado de manera progresiva recuperar la capacidad para generar emociones, aunque precisamente la profusión de material haya jugado en su contra en más de una ocasión. Nos veremos de nuevo con él en Desatinos Desplumados.
Lista de canciones – tracklist:
- Diez Mil Veranos
- Un Poco De Amor
- Quisiera Escapar
- Bello Es Amar Para Siempre
- Hoy Amanecí Súper Floral
- Reguero De Mentiras
- Dibujar En Mi Piel
- Sabré Quererte
- Angelina (con Pepe Robles)
- Mandar Por Mí
- Seres Soñando En Vidas Paralelas
- No Tienes Ni Un Minuto Que Perder
- No Lloras y Juras
- Lo Supe Todo
Publicado el mayo 10, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Desatinos Desplumados, Manolo García, Mi Vida En Marte. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
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