Marwán, El Hijo del Refugiado – Víctor R. Alfaro
Ya sea con su colección Elepé, para libros sobre discos en concreto, con su colección de ‘Conversaciones con’, monográficos especiales sobre algún artistas o sus propios ‘Cuadernos’, la editorial Efe Eme continúa con su tranquila pero constante constancia a la hora de hacer engordar, y con un sello de calidad inquebrantable, la bibliografía musical de nuestro país. Solo en los últimos años aquí hemos escrito de Conversaciones con Ana Curra, Héroes Malditos, Conversaciones con José Ignacio Lapido, Balmoral. Loquillo, por un instante, la eternidad, Coque Malla. Sueños, Gigantes y Astronautas, Conversaciones Ilegales, Rock & Ríos. Lo hicieron porque no sabían que era imposible, firmados por Carlos H. Vázquez, Sara Morales, Eduardo Izquierdo, Arancha Moreno, Javier Escorzo, de nuevo Moreno y Josemi Valle, respectivamente. El último en sumarse en esa doble lista (la de Efe Eme y con su crítica aquí) es Víctor R. Alfaro, que se lanza a bucear en la biografía de uno de los cantautores que viene a ser por derecho propio uno de los referentes de la consolidada nueva generación de figuras, después de que sus prometedores inicios se hubieran refrendado en los últimos años, hasta el punto de pasar a tocar en pequeños garitos, a pequeños grandes tótem de la música de autor y, finalmente, La Riviera, Circo Price, Joy Eslava, Wizink Center y todo tipo de actos donde ya se codea con los grandes de dos generaciones atrás… Sabina, Serrat, Aute, Silvio, y los de la anterior, como Serrano, Guerra o Drexler. Marwán, El Hijo del Refugiado es un libro inequívocamente complaciente, aunque no elude alguna de las polémicas o críticas que han podido rodear al personaje (siempre externas e interesadas), que enriquece en cuanto permite sintetizar la biografía de un artista nacido del empecinamiento, la constancia y la integridad.
Hay muchas cosas que hacen de Marwán un caso particular en la música de autor española. Una de ellas es su origen puesto que, como bien indica el título, la suya es una historia de salir adelante aun teniéndolo un poco más difícil que el resto por aquello de la ignominia con la que ha tenido que convivir desde niño tan solo por este hecho. Desde profesores, a algunos ‘compañeros’ de clase que buscan hacer la vida imposible.
La estructura del libro es completamente lineal en el tiempo. Viajamos de la niñez, incluso un poco antes, con la historia de cómo su padre, refugiado palestino en España, se aventuró a pedirle el teléfono a quien sería su pareja, a la adolescencia, a los primeros desengaños, primeras canciones, maquetas que lo eran todo en su momento para abrir cada vez más puertas, pero después se veían con desdén por la bisoñez de la propuesta o la falta de medios, el primer disco profesional, los primeros bares, los primeros contactos y los compañeros de viaje que irán entrando y saliendo del camino con muchos como denominador común en el tiempo.
Tal es así que son esas maquetas y sus cinco libros los que protagonizan cada uno de los capítulos, preludiado por un ‘Marwan antes de Marwán’ (lo de la tilde es aposta, llegaría después, harto de que lo pronuncien mal, estoy entre ellos). Esto es: Principio y fin, Los hijos de las piedras (las dos maquetas), Trapecista, Las cosas que no pude responder, Apuntes sobre mi paso por el invierno, Mis paisajes interiores y El viejo boxeador. Como introducción, un emocionante texto de Pedro Guerra, y, como cierre, dos décimas de Jorge Drexler. Además del anexo a una discografía donde tenemos una valiosa recopilación de la gran cantidad de colaboraciones en las que ha ido participando a lo largo de los años. De más modestas a codearse con estrellas de nuestra música, entre las que me quedo con ese ‘Los Abrazos Prohibidos’ coordinado por Vetusta Morla (quizá la mejor canción de agradecimiento a los sanitarios realizada tras la primera ola de la pandemia) y el homenaje a Luis Eduardo Aute de 2021.
Aunque todo el libro es prolífico en información, como consumidor de biografías y contenido musical considero que lo más enriquecedor e interesante es toda la primera parte en la que acompañamos el viaje en el tiempo hacia la parte ‘más anónima’ del protagonista, que presta su voz en todo momento con generosidad para explicar tanto lo más bonito como lo más desagradable de esos primeros años. Con el paso de los años y la trascendencia más allá del círculo de cantautores, veremos cómo la hoja del éxito esconde un doble filo, desde el levantar amistades interesadas a generar un sentimiento de rechazo o de negación en el propio protagonista.
Además, también se aborda con detalle la polémica surgida en torno al pedigrí o no pedigrí que debe tener la creación poética y los libros de poesía, de los que Marwán ha firmado ya cuatro títulos (La triste historia de tu cuerpo sobre el mío, Todos mis futuros son contigo, Los amores imparables y Una mujer en la garganta) pero sin embargo ha tenido que enfrentarse a más de un ‘integrista’ del género por considerar una afrenta que un ‘agente externo’ despache más de 200.000 copias vendidas.
Un libro de lo más recomendable que, confieso, me ha servido de excelente guía para preparar la segunda cita de Escenario Literario de Huércal, donde, tras Rayden hace unos días, tendré el placer de conversar a comienzos de septiembre con Marwán sobre sus libros, su música y su activismo social.
Como cierre os dejo mi canción favorita del protagonista. Salud.
Publicado el mayo 23, 2022 en Actualidad y etiquetado en Actualidad, Efe Eme, El Hijo del Refugiado, Marwán. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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